Pregunta.- En 2018 fundó i4life, una startup que surgió como spin-off de la Universidad de Oviedo, que desarrolla soluciones tecnológicas, muchas de ellas enfocadas hacia el sector sociosanitario y las personas mayores. Desde un punto de vista empresarial, ¿cómo ha sido la evolución i4life en estos siete años de vida?

Respuesta.- Hemos crecido un montón. En conocimientos, en capacidad, en personal y en productos y servicios. Ahora conocemos más al mercado y estamos ayudando a muchos clientes de varios sectores a modernizarse y a aprovechar las enormes ventajas que aportan tecnologías tales como la Internet de las cosas (IoT), el software, la analítica de datos, los espacios de datos compartidos y la inteligencia artificial (IA).

Estábamos centrados solo en Parkinson y ahora, sin olvidarnos de los dos productos que tenemos para este trastorno, estamos trabajando con tecnologías muy avanzadas en productos, servicios y proyectos para terceros del mundo de la salud y los cuidados. Nos conocen, escuchamos al cliente, somos rápidos y confiables.

P.- A parte de la cartera de clientes y su colaboración en proyectos con Administraciones públicas, ¿i4life cuentan con alguna otra financiación privada en estos momentos?

R.- Ahora mismo, nos están financiando los contratos derivados de los ingresos de productos y servicios, lo que es algo realmente gratificante para una empresa. Ya dejamos atrás la etapa de desarrollar antes del mercado y ya estamos vendiendo como principal fuente de ingresos y financiación. Tenemos aún productos y servicios que no escalan, pero cada día tenemos más ingresos de negocios escalables.

Siempre mantenemos la línea de I+D y, por supuesto, la innovación, porque son actividades que nos diferencian y aportan valor a la empresa y a los clientes.

P.- En la actualidad, ¿qué alcance tienen los productos de i4life? ¿Tiene una exposición sobre todo nacional o también internacional?

R.- Ahora mismo tenemos más de 7.000 usuarios de nuestras soluciones; en este momento, con alguna venta internacional, pero estamos centrados en el mercado nacional.

Nuestros usuarios son las personas mayores y España es uno de los países con mayor longevidad, afortunadamente. Hay grandes necesidades de digitalización en España y, por eso, no estamos saliendo en este momento. Además, testear cerca las soluciones y entender las métricas que proporcionan nuestros productos y servicios son pasos estratégicos previos a la internacionalización. Y son los que nos ocupan ahora mismo.

P.- Una de las líneas de trabajo de i4life se dedica al desarrollo de hardware y software dirigido a personas con dependencia, entre ellos, un bastón inteligente para el desbloqueo de la marcha o un reloj de teleasistencia. ¿Cómo aporta innovación i4life al sector?

R.- Somos un agente muy ágil y multidisciplinar. Somos muy eficientes y no nos conformamos con hacer las cosas como siempre, sino que tratamos de conseguir mejoras continuas (siempre minimizando).

Aunque algunas soluciones incorporan hardware para captar señales (IoT), la mayoría no son dispositivos propios, sino que hacemos una exhaustiva búsqueda de proveedores. Lo que sí desarrollamos en la empresa es software fácil de usar y las tareas relacionadas con el análisis de datos, la inteligencia artificial (IA) y los espacios europeos de datos compartidos. Y, todo, adaptado al cliente, personalizado y, dando prioridad a aspectos regulatorios como la ciberseguridad, la privacidad y la ética.

P.- En i4life desarrollan software de salud y cuidados, tanto para empresas como para particulares, aplicaciones como ‘i4park 2.0’, para la enfermedad de Parkinson, o ‘Familias’, para acceder a información esencial del centro de día o la residencia. ¿Qué acogida están teniendo entre las personas usuarias y los centros?

R.- Estamos muy contentos porque hemos conseguido que todas estas soluciones que mejoran sustancialmente la vida de las personas sean fáciles de usar y que personas, que a priori se declaran poco tecnológicas, las entiendan como un apoyo clave para su día a día.

La app ‘i4park 2.0’ ayuda a las personas con Parkinson para que ir al neurólogo sea menos estresante y para entender mejor la enfermedad. En ‘Familias’, nos hemos centrado en dar eficiencia a los centros de día, las residencias y las empresas de ayuda a domicilio mediante el uso de una gestión centralizada que, además, tiene datos e informes visibles para la familia de las personas usuarias. Esto acerca mucho a las familias al día a día de las personas mayores.

P.- La IA es una tecnología clave en la actualidad, y en i4life la utilizan para el desarrollo de diversas app. ¿Cómo está mejorando la IA los cuidados y la propia gestión de los centros?

R.- La IA nos produce una emoción especial porque es posible realizar incluso con datos que pueden parecer muy básicos. Por poner un ejemplo, hemos presentado un trabajo científico, en el foro Ageingnomics de la Fundación MAPFRE el pasado 6 de mayo, en el que se muestra que solo con el registro procedente de sensores domóticos (vibración y movimiento) en un hogar somos capaces de detectar anomalías equivalentes a tener monitarizada a la persona mayor con una banda de actividad 24 horas.

La IA nos está permitiendo que, a medida que los datos recogidos van teniendo histórico, los sistemas consigan conocer mejor a las personas usuarias y se puedan extraer informes y alertas personalizados y detectar anomalías y patrones impensables para el mejor de los cuidadores humanos.

El resumen es que la IA y las tecnologías que usamos no solo pueden cuidar a las personas mayores, sino que pueden cuidarles mejor; pero no cuida ella sola, sino en estrecha colaboración con las personas.

P.- El Internet de las cosas (IoT) es otra tecnología que implementan en i4life, y que es central en proyectos como ‘IoTCuido’, realizado junto a Hospital Gijón, y cofinanciado por el Ayuntamiento de Gijón. ¿Qué nos puede contar de esta iniciativa?

R.- Hemos instalado radares para el equipo de enfermería, en concreto, un aparato colocado en el techo de la habitación que mide sin tocar a la persona y puede saber cómo ha dormido, si respira, si tiene valores normales de pulso y alertar en caso de que algo falle o se prediga que la persona va a ‘escapar’ de la cama.

Sirven para una gestión mucho más amable de aquellas personas que se desorientan y se levantan de la cama sin previo aviso. Y supone una reducción notable del peligro de caída y accidentes.

Nos gustaría ofrecer a todos los centros residenciales la posibilidad de probar el sistema porque ayuda mucho al cuidado, mejora muchísimo la seguridad de los residentes y tiene un coste muy moderado.

P.- ¿En qué otros proyectos dirigidos a personas mayores trabajan en la actualidad? Tenemos ahora una campaña de extensión de nuestra aplicación ‘Familias’ para centros de día y residencias que enlaza a los centros con las familias. Se hace más fluida la comunicación y se refuerza la confianza en los centros.

R.- Esta aplicación, que se integra con el sistema de gestión del centro, es muy fácil de usar y ya está en uso en los centros de día que gestiona ILUNION en la Comunidad de Madrid. Estamos muy contentos por haber conseguido una aplicación tan sencilla e intuitiva y que convierte a centros y familias en aliados en el cuidado y la atención de las personas mayores.

El más ambicioso es ‘datiacare’, un proyecto dedicado a integrar nuestras soluciones en entidades dedicadas al cuidado, que tienen que ver con los casos prácticos de cuidados y salud de personas mayores dentro del Espacio Europeo de Datos compartidos. Queremos cuidar a las personas cuidadoras y hacer más llevadera la carga del cuidado.

Es imprescindible conseguir cuidados más eficientes que respeten la independencia de las personas mayores y les permitan vivir su vida de una forma segura.

Para entenderlo, siempre hacemos esta pregunta: ¿Cómo quieres que te cuiden si hoy cumplieras 90 años? Por ser mayor, ¿deben quitarte el poder de decidir dónde vivir, qué hacer O cómo hacerlo? Estamos comprobando que cuidar con tecnología permite más conciliación, con menos carga para las personas cuidadoras y las familias y eso es algo imprescindible.