KMINA entrega sus primeras 1.400 muletas 3.0
A finales de 2016, KMINA puso en marcha una campaña de crowdfunding en Kickstarter para comenzar a producir un modelo de muletas totalmente revolucionario, capaz de reducir los dolores y molestias en manos, muñecas y antebrazos gracias a su diseño. El objetivo de Ignacio Mañero y Alejandro Vañó, cofundadores de esta empresa, era ayudar a los más de 1,7 millones de personas en España que necesitan esta herramienta a diario para desplazarse fuera de casa. Gracias al apoyo de cientos de personas, esta campaña resultó todo un éxito y recaudó en tan solo dos semanas el dinero necesario para sacar adelante el proyecto.
Opiniones muy positivas
El feedback de los primeros propietarios está siendo más que positivo, ya que gracias a la amortiguación y al apoyo inclinado del antebrazo el peso del cuerpo se reparte de forma uniforme, además de disminuir el gasto energético. Ignacio Mañero comenta que “estamos muy contentos con la buena acogida que están teniendo las muletas KMINA, los que las han probado nos explican que, tras acostumbrarse a su uso, caminan más cómodos, más erguidos y que incluso se pueden desplazar más rápido que con las convencionales.”
En definitiva, el lanzamiento de las muletas KMINA está siendo un éxito gracias a todas las personas que han apoyado la iniciativa desde el inicio. KMINA forma parte de la cuarta edición del programa Lanzadera y el año pasado fue galardonada con el premio accésit I+D+i de la Fundación Caser Dependencia y Sociedad 2016.
Desde que surgió esta idea en 2015, Ignacio y Alejandro tenían claro cuál era su meta: mejorar la calidad de vida de las personas que necesitan las muletas para caminar. Poco a poco, y con el asesoramiento del doctor Jaime Usabiaga, fueron puliendo el prototipo inicial hasta dar con una muleta que liberada el 50% de la carga que realizan las manos al utilizar este tipo de apoyo para repartirlo por el antebrazo, la clave que evita el dolor y las molestias en el resto del cuerpo.
La ayuda del doctor Usabiaga fue muy importante para el proceso. Reconocido como uno de los mejores traumatólogos del país, este doctor ha participado en el proyecto como Consejero y Socio Asesor desde sus inicios. Tras años recibiendo a pacientes que se quejaban del dolor en las manos que le producían las muletas al caminar, decidió apadrinar esta iniciativa emprendedora para poner solución al problema. “Me he encontrado casos en los que el uso prolongado de muletas ha derivado en lesiones de muñeca y mano, perjudicando a los pacientes en sus procesos de recuperación por someter su brazo a mucha carga”, comenta el doctor Usabiaga.
Modelo innovador
Aunque resulte sorprendente, el hecho es que no se ha investigado apenas para mejorar la ergonomía de las muletas desde su creación. Existen imágenes que demuestran que los antiguos egipcios, hace aproximadamente 4.000 años, ya utilizaban muletas para ayudarse al caminar y que estas tenían un diseño parecido al actual, salvando claro está las diferencias en cuanto a materiales y calidad. En todo este tiempo, la forma de las muletas no ha evolucionado significativamente (más allá de vendajes y empuñaduras acolchadas) como sí lo han hecho otros artilugios, por ejemplo la silla de ruedas.
Tras observar esta necesidad, Ignacio Mañero y Alejandro Vañó decidieron poner una solución patentando su propio modelo de muletas, innovador y disruptivo, algo que de veras mejorase la calidad de vida de la gente. A lo largo del proceso de creación, las muletas KMINA han sido testadas tanto por usuarios como por profesionales del sector, quienes de forma unánime han llegado a la conclusión de que este modelo representa un claro avance debido a la comodidad y seguridad que transmite. De esta manera el esfuerzo se reparte de forma uniforme, y tanto la muñeca como la mano reducen la carga que soportan en un 50%.
Los fundadores
Los ideólogos de esta útil herramiento son: Ignacio Mañero es director general y socio fundador. Licenciado en Ingeniería Mecánica por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI) de la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid, con experiencia en startups, en consultoría de negocio y consultoría estratégica.
También, Alejandro Vañó, director de Operaciones y socio fundador. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Politécnica de Valencia, con experiencia en auditoría y consultoría de negocio.
Y el apoyo de Jaime Usabiaga, consejero y socio fundador. Ha sido Jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Donostia, catedrático, autor de más de 70 artículos y ponente en numerosos congresos. Pero, sobre todo, conocedor del daño que causan las muletas en los pacientes.