Si usted cuida a una persona mayor dependiente y tiene manifestaciones de estrés, ansiedad, depresión, disfunción social y problemas familiares, entre otros, no se asuste. Esos procesos son algunos de los síntomas que presentan la mayoría de los cuidadores. Ser cuidador es una actividad para la que uno no se ha preparado en la vida porque no ha previsto esa situación. En la mayoría de los casos hay que reorganizar la vida social y familiar.
El departamento de Mayores y Atención Social del Ayuntamiento de Madrid es consciente de la sobrecarga emocional y física que sufren los cuidadores, por tanto los programas que se diseñan no solo van dirigidos a la atención y calidad de los mayores madrileños sino que se amplía también a aquellos que se encargan de facilitar la vida a sus familiares dependientes.
El curso 'Cuidar al cuidador' cuenta con 10 años de experiencia y su cometido es mantener la calidad de vida de estas personas, cuidarse también uno mismo y un refuerzo psicológico para afrontar la dependencia del otro. Desde que se inició este programa, han participado alrededor de 3.900 cuidadores con muy buenos resultados.

Terapia de grupo
De octubre a junio se desarrollarán sesiones psicoterapéuticas y educativas diseñadas según el grado de sobrecarga que mantenga el cuidador. Estas sesiones están dirigidas por psicólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeros y trabajadores sociales. Las sesiones son de una hora y media de duración, una vez por semana.
El perfil medio de las personas que asisten a estos cursos son esposas e hijas, con una asistencia del 82%. Además, la mayoría de los participantes atienden a mayores dependientes con demencia. Otro dato destacable es que el 64% cuida al mayor en soledad.
Las causas de la dependencia son múltiples y varían de unas personas a otras. Las más comunes son problemas osteoarticulares con trastorno de la movilidad y dolor, enfermedades cardiovasculares, enfermedades degenerativas como la demencia y el Parkinson y con mucha frecuencia alteraciones sensoriales en la vista y el oído.

Alerta
Hay signos que alertan de que un cuidador está sobrecargado y, por tanto, necesita algún tipo de ayuda para aliviar el estado en el que se encuentra. Estas señales son: problemas para conciliar el sueño, cansancio nocturno, pérdida de relaciones sociales, cambios en la alimentación, dificultades para concentrarse en las tareas, falta de interés en otras actividades placenteras, irritabilidad, enfado injustificado, trato desconsiderado hacia otros familiares y amigos, ánimo triste y llanto fácil, culpabilidad, dolores continuos y, en ocasiones, el médico le receta tranquilizantes.

Inscripciones
Para solicitar este curso es necesario estar empadronado en Madrid y ser el cuidador principal de la persona dependiente, es decir, la persona que asume la responsabilidad en la atención, apoyo y cuidado diario, además de acompañar la mayor parte del tiempo al mayor. Las inscripciones se realizarán en los centros de servicios sociales del distrito municipal en el que esté empadronado.