La concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero, presentó recientemente la campaña de prevención del suicidio, "Busca la ·e·. Espera. Porque hay decisiones que no tienen marcha atrás" en la que colabora el Ayuntamiento de Valladolid, un proyecto que lleva a cabo el Teléfono de la Esperanza y que ya se ha realizado en diferentes ciudades españolas. La campaña se centra en un mensaje dirigido a quienes pasan por una situación de sufrimiento intenso con deseos de no seguir viviendo. Con esta campaña, el Teléfono de la Esperanza quiere sensibilizar a la población sobre esta problemática que arroja un número de fallecidos al año superior al de los accidentes de tráfico. El objetivo es trasladar un mensaje claro que llegue al público en general, por ello el slogan sugerido para la campaña traslada la cuestión a la acción: "espera". Desde esta entidad saben que en ese "esperar" puede estar el factor que determine seguir viviendo, y en estas situaciones de crisis el transcurso del tiempo juega a favor de la vida. "No es fácil para una administración pública hablar de un tema que es todavía tabú en la sociedad, pero si es cierto que el suicidio es una cuestión de salud pública de primera magnitud", indicó Romero. "Mostrar el suicidio como cualquier otra causa de mortalidad es imprescindible para que la sociedad avance en el reconocimiento de que se está ante una realidad social que afecta a numerosas familias", añadió.
En los carteles se ha incorporado la imagen de un teléfono móvil actual en el que se incorpora un flash de luz en el contacto del dedo con la pantalla, poniendo así en conexión a las personas que sufren esta situación con un recurso gratuito y a disposición del público en general: El Teléfono de la Esperanza.
Finalmente, se ha elegido como eslogan la frase: "Porque hay decisiones que no tienen marcha atrás". Se trata de una frase popular, cuyo sentido es fácilmente reconocible por el público en general y que invita, ante cualquier dificultad de la vida, a poner freno a reacciones impulsivas. Este aspecto es especialmente preocupante entre la población joven, pues el rasgo de impulsividad es un factor de riesgo importante.