Pregunta.- Su trayectoria profesional siempre ha estado ligada a temas sociales, pero la posición desde una concejalía, con la política tan de proximidad, hace poner cara a muchas situaciones muy duras… ¿Cómo han sido estos años? ¿Qué logros destacaría en este tiempo impulsados desde su departamento?

Respuesta.- Mi trayectoria personal y profesional siempre ha estado ligada a personas que estaban atravesando situaciones difíciles, siempre ha tenido rostro humano. La diferencia con estos dos últimos años ha sido, desde una intervención política, poder tomar decisiones en la disposición de los recursos de tal manera que tengan en cuenta a los que más lo necesitan, a la población más vulnerable.
Han sido dos años de trabajo intenso, hemos recuperado el presupuesto del área incrementándolo en más de cuatro millones de euros, esto se traduce especialmente en los Servicios de Atención a la Dependencia donde se ha incrementado considerablemente el presupuesto para atención en el domicilio. Pretendemos que ninguna persona mayor quede desprotegida desde los servicios públicos.
Se está avanzando en la inclusión de Valladolid como ciudad amigable de las personas mayores y se va a proceder a implementar el correspondiente plan de acción en las ocho áreas del proyecto. En esta línea, hay mejoras muy importantes, ya que en la actualidad todos los Centros de Personas Mayores (CPM) cuentan ahora con un director o directora que es personal municipal, se ha iniciado un proceso participativo para la elaboración un nuevo reglamento de CPM y se han reforzado los programas de envejecimiento activo, adaptándolos a los intereses de las personas que, aun siendo mayores, están en plena actividad, con ganas de hacer muchas cosas, e incluyendo, además, nuevas actividades dirigidas a personas con mayor limitación de autonomía.
Con respecto a las Infraestructuras, se ha abordado la reforma integral del CPM San Juan y la apertura del CPM Fray Luis de León, una reclamación histórica de la zona centros de la ciudad, y se ha dotado de ciberaula al CPM de Zona Sur y ampliado el de Puente Colgante.
En cuanto a las de asociaciones de personas mayores, se ha realizado una distribución territorial de los proyectos para que estén en mayor coordinación con las zonas de intervención social y el territorio de la ciudad y se pueda colaborar más directamente con el tejido asociativo. Las personas mayores viven en un barrio y se tienen que sentir parte activa en las actividades que se desarrollan en su zona.

P.- Durante la presentación de los datos de la Memoria de Servicios Sociales, correspondiente al año pasado, señaló el “importante esfuerzo en políticas sociales” realizado y apuntó un aumento de los presupuestos para este ejercicio en el que avanzó que “Servicios Sociales le ha dado un giro a la política de servicios destinados a las personas mayores”. En concreto, ¿cuáles son esos cambios?

R.- Estamos dando un giro que no se manifiesta solamente en los incrementos presupuestarios, que también. Creemos firmemente que nos encontramos en un momento sociológicamente importante, con unos perfiles de personas mayores que empiezan a ser muy diferentes. Los servicios tienen que responder a personas preparadas, inquietas, exigentes en el tipo de actividades que se les ofertan, participativas y dinámicas. Estamos pues en un momento de cambio que se ve reflejado en distintos aspectos: desde el reglamento de los Centros de Personas Mayores, que debe responder a estas nuevas necesidades y a estos nuevos perfiles de personas mayores, hasta las actividades que programamos, más enfocadas a superar brechas tecnológicas, así como una mayor participación en actividades culturales de la ciudad.
Los Centros de Personas Mayores tienen que estar abiertos a los barrios y a participar de la vida de estos. Reforzamos también en esta etapa la coordinación con las asociaciones de mayores desde las zonas donde están implantadas con el objetivo de crear una red coordinada y transformadora.
Además, todos nuestros servicios de atención a personas mayores dependientes se están enfocando desde un modelo de atención centrada en la persona. Hay que adaptar los recursos de los que dispone el ayuntamiento para que respondan adecuadamente a lo que necesitan las personas mayores dependientes y además, deben responder a lo que ellos quieren, a sus gustos y a lo que les hace sentirse mejor.

P.- Como ya ha mencionado, en fechas recientes inauguraron las instalaciones del Centro de Mayores Fray Luis de León, que provisionalmente acogen a los usuarios del Centro de San Juan hasta la finalización de la obra que rehabilitará, de forma integral, ese espacio. El alcalde señaló que “es voluntad del ayuntamiento que, posteriormente, podamos llegar a un acuerdo para que (el Centro de Mayores Fray Luis de León) se convierta en un espacio permanente”. ¿Hay algún avance en este sentido?

R.- El centro se está equipando con todos los recursos necesarios y a partir del próximo curso está previsto que se desarrolle allí toda la programación de envejecimiento activo que no se ha interrumpido durante las obras. 

P.- Recientemente también participaron en la presentación del proyecto “Allegra Magna”, una iniciativa de alojamientos colaborativos para mayores de 60 y que es el segundo complejo que se promueve en esta provincia. ¿Qué destacaría de este modelo?
 
R.- Es una iniciativa estupenda. Creo que esta en línea a lo que he manifestado anteriormente: responde a las necesidades de un nuevo perfil de persona mayor necesitada de determinados apoyos pero deseosa de mantener el mayor tiempo posible una vida independiente. Su ubicación en la ciudad también es excelente, con todos los servicios próximos y accesibles con solo un paseo. 

P.- ¿Cuáles son los principales retos sobre los que están trabajando actualmente desde su concejalía dirigidos al colectivo de mayores de la ciudad?

R.- Las dos líneas estratégicas marcadas atienden los dos aspectos clave de las personas mayores: el envejecimiento activo y la atención a personas en situación de dependencia. Por una parte, mejorando y avanzando en el envejecimiento activo como  facilitador del bienestar de la personas mayores, favoreciendo una participación cada vez mayor de aquellas personas mayores con más autonomía; por otra, mejorando también los procesos para procurar una atención, lo más rápida posible y de mayor calidad, para atender a las personas con mayores dificultades de autonomía, que requieran apoyos, bien en sus domicilios, bien en los servicios de estancias diurnas y temporales.