El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, acompañado del vicepresidente primero y responsable de Hacienda, Víctor Alonso, y de todos los miembros del Equipo de Gobierno, presentó, en noviembre, el Proyecto de Presupuestos para el ejercicio 2026, que alcanza la cifra histórica de 184,3 millones, lo que supone, en palabras del presidente, “el presupuesto más alto de la historia de la Diputación de Valladolid”, con un incremento del 5,06% respecto al ejercicio anterior. Finalmente, estas cuentas fueron aprobadas en el Pleno del ente foral con el voto en contra de PSOE y VOX y la abstención de Toma la Palabra. Según explicó, el presupuesto 2026 es “responsable, prudente y comprometido con el futuro”, que prioriza las políticas dirigidas a jóvenes, a los mayores, las mujeres del mundo rural, las familias y las personas con discapacidad.

LOS MAYORES, EN EL CENTRO

Las políticas destinadas a las personas llegan a los 92,5 millones, una nueva cifra histórica alcanzando más de la mitad del total. El servicio de ayuda a domicilio vuelve a ser el programa estrella, con un presupuesto de 19,5 millones de euros, un aumento del 16,4%, para mantener el compromiso de no tener listas de espera. El bienestar de los sénior sigue siendo una prioridad, con el refuerzo de la colaboración con la Federación de Mayores, que crece un 20% hasta los 60.000 euros. Además, se pone en marcha un nuevo programa de digitalización dotado con 27.500 euros, junto a la mejora de la climatización y eficiencia energética de los centros asistenciales, con 50.000 euros. Asimismo, se amplía el convenio con el Colegio de Farmacéuticos para la dispensación de medicamentos a mayores, que pasa de 30.000 a 130.000 euros. Se crea una nueva línea de ayudas a ayuntamientos, dotada con 70.000 euros, para la mejora de las instalaciones de residencias municipales. Finalmente, y entre otras medidas, se refuerzan también los programas de Envejecimiento Activo.