Pregunta.- ‘Juntos damos más vida a Zamora’ se encuadra dentro del ‘Programa para una sociedad más longeva’. Según el estudio, parece que para dar más vida a Zamora y entender cómo impulsar una sociedad más longeva, hay que tener en cuenta el plano cultural. ¿Por qué?
Respuesta.- La cultura es un ámbito de aprendizaje extraordinario. Una fuente inagotable de emociones positivas. Un modo de disfrutar de todo lo que la humanidad ha ido creando en su largo proceso civilizatorio. Y un medio extraordinario para sentirse permanentemente vivo, activo cordial y cerebralmente, socialmente conectado y en comunicación con el pasado, el presente y el futuro.
P.- La investigación que dirigió, ‘Belenes del mundo’, fue el alma del estudio cultural. ¿Podría explicar en qué consistió?
R.- Surgió de la necesidad de encontrar un evento cultural atractivo para la ciudad de Zamora, enraizado con su rica tradición cultural belenista, capaz de atraer personas de todas las edades y de la más diversa condición. Durante meses trabajamos con nuestro público objetivo, convirtiéndoles en protagonistas del hecho cultural en sí, desde su diseño hasta su metodología expositiva y didáctica, haciendo uso además de los medios tecnológicos que hoy nos permiten una formación dinámica, adaptada a los intereses y necesidades de cada cual y actualizada en continuo, de modo que ‘Belenes del Mundo’ fuera una experiencia de integración, enriquecida con la aportación de todos sus participantes.
P.- La investigación culminó en un decálogo sobre oferta cultural y público senior. ¿Qué puntos –o conclusiones– considera más importantes a tener en cuenta para ofrecer una mayor calidad de vida a los mayores?
R.- Hacer de la cultura un punto de encuentro e intercambio. Un disfrute y un aporte imprescindible para nuestras vidas. Cultura es un alimento insustituible en nuestras vidas, por su capacidad de disfrute y de permanente aportación. Los mayores conservamos el mismo interés y la misma necesidad por aprender que cualquier otra cohorte poblacional. Y las actividades culturales, ahora que además disponemos de una mayor libertad en el manejo de nuestro tiempo personal, son algo que deben formar parte de nuestra longevidad de manera permanente.
P.- ¿Qué cambios se le deberían exigir a las ofertas culturales tal cual las conocemos para promover la participación de los mayores en ellas?
R.- Que cuenten con sus potenciales participantes en la selección y diseño de las propuestas. Que huyan de concepciones edadistas. Que incorporen también los centros de interés de los mayores –que no son solo el recuerdo y la nostalgia– y contemplen en todas ellas el extraordinario valor de lo vivido, de la experiencia.