Lieve Fransen: Los servicios sociales han sufrido restricciones presupuestarias como consecuencia de la crisis económica´

Respuesta:La Unión Europea está trabajando con los estados miembros para reformar sus sistemas de protección social e invertir en su capital humano desarrollando políticas de envejecimiento activo. El objetivo debe ser el de promover que la ciudadanía envejezcamos en buen estado de salud e integrada en la sociedad, sintiéndonos realizados en nuestros puestos de trabajo, más independientes en nuestra vida cotidiana y más implicados como ciudadanía. No importa la edad que tengamos, podemos seguir desempeñando nuestro papel en la sociedad y disfrutar de una mejor calidad de vida. No podemos olvidar que las personas mayores son una parte importante de la economía y la sociedad y que su participación puede potenciarse aún más si promovemos un cuidado a nivel físico, social y mental. Éste es uno de los mensajes del Paquete de Inversión Social (PIS) adoptado en febrero de 2013 por la Comisión Europea que orienta políticamente a los estados miembros para conseguir sistemas de protección social más eficaces y eficientes, y para fomentar la inversión social a lo largo de la vida. El PIS alienta a los países miembros a utilizar sus presupuestos sociales de forma más eficiente y más eficaz, a mejorar las destrezas y habilidades de las personas mayores y a apoyarles en los momentos críticos de la vida con el fin de incrementar sus oportunidades de participación en la sociedad y en el mercado laboral. La mejora de las condiciones para una vida independiente también se encuentra dentro de los objetivos del PIS, mediante la puesta en marcha de medidas que reduzcan la dependencia y permitiendo a las personas con limitaciones funcionales seguir gestionando su vida de forma independiente. El “Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional 2012” perseguía el objetivo de apoyar a las personas mayores para que sigan contribuyendo en la sociedad y para cuidar de sí mismas, proporcionando así, más oportunidades de continuar viviendo de manera activa. Durante este año se realizaron multitud de eventos e iniciativas a nivel europeo, nacional, regional y local. Varios estados miembros aprovecharon este impulso generado por el Año Europeo 2012, para el lanzamiento de iniciativas políticas importantes, como España, que adoptó un Libro Blanco sobre el Envejecimiento Activo. Uno de los principales resultados del Año Europeo 2012 es el establecimiento de los Principios Rectores de Envejecimiento Activo y Solidaridad Intergeneracional adoptados por el Consejo Europeo el seis de diciembre de 2012. Los 19 principios tratan de abordar los principales problemas relacionados con el envejecimiento para contribuir a aumentar el empleo, reducir la pobreza y evitar la exclusión social. España ha respondido rápidamente a la llamada que hizo el Consejo en 2012 para la adopción de estos principios rectores, presentando el documento “Propuestas para el Desarrollo de las Orientaciones del Consejo de la Unión Europea relativas a las Personas Mayores” que propone acciones concretas para ejecutar a medio plazo. Otro resultado importante del Año 2012 es el desarrollo del Índice de Envejecimiento Activo (IEA).
Pregunta: ¿Podría explicar con más detalle qué es el Índice de Envejecimiento Activo y cuál es su objetivo?
Respuesta:Este indicador nos permitirá identificar los desafíos, medir nuestros progresos y planificar estrategias que mejoren el futuro. El Índice de Envejecimiento Activo es un índice que incorpora distintos aspectos del envejecimiento en su diseño. Lo que estamos tratando de reflejar con este índice son los distintos conceptos relacionados con el envejecimiento como son el empleo, la participación en sociedad o la independencia. Cada ámbito contribuye al índice general, lo que significa que cuanto más alto sea el valor del ámbito, mejor será el resultado del envejecimiento activo. Las puntuaciones individuales de los países indican el grado en qué se utiliza el potencial de la población mayor para participar en la economía y en la sociedad. Los primeros resultados muestran grandes diferencias entre los estados miembros, aunque todos ellos tienen todavía mucho margen para mejorar la gestión del envejecimiento activo. España está en el puesto 17 de los 27 estados miembros estudiados lo que significa que todavía no se ha explotado en su totalidad el potencial de las personas mayores. Teniendo en cuenta los resultados de los distintos componentes del IEA por separado, España obtiene el puesto 14 en participación social y el 12 en la adaptación del entorno para el envejecimiento activo. Por otra parte, España tiene un gran margen para mejorar en los ámbitos de empleo y vida independiente. Tras este primer análisis del índice, es el momento de difundir los resultados para que sirvan como instrumento de apoyo a los responsables de las políticas de envejecimiento nacionales y para darle publicidad en otros países y regiones. Este proyecto sigue adelante y los próximos resultados del índice estarán disponibles a lo largo del año 2015.
Pregunta: Una de las consecuencias de la evolución demográfica es la mayor necesidad de cuidados de larga duración. ¿Qué medidas se están evaluando a nivel de la Unión Europea para hacer frente a este aumento de la demanda?
Respuesta:El PIS, en su documento de trabajo sobre “Los cuidados de larga duración en las sociedades que envejecen”, presenta una estrategia a más largo plazo de la inversión social que combine políticas de prevención, promoción de la salud y rehabilitación, con esfuerzos sistemáticos de productividad en la prestación de los cuidados y medidas que aumenten la capacidad de las personas mayores con limitaciones funcionales para gestionar el autocuidado y la vida independiente. El cambio demográfico sufrido por las sociedades europeas conlleva la aparición de dos importantes retos. El primero es hacer frente al crecimiento de la demanda de los cuidados de larga duración, teniendo en cuenta que en las próximas cinco décadas se espera que se triplique el número de europeos mayores de 80 años. El segundo reto al que nos enfrentamos es el de la disminución del número de cuidadores profesionales disponibles, ya que se prevé un descenso significativo de la población en edad de trabajar (15-64). A esto hay que añadirle las restricciones presupuestarias a las que se están viendo sometidos los servicios sociales como consecuencia de la crisis económica de los últimos años. Estos desafíos deben ser abordados con un enfoque que busque reducir la demanda y aumentar la calidad en la prestación de cuidados. La reducción de la demanda se puede conseguir mediante un sistema de prevención que conciencie de la necesidad de llevar estilos de vida saludables y activos, unido a una rehabilitación más efectiva, que contribuya a mejorar y mantener la independencia de aquellos cuya salud y estado físico se han visto deteriorados. Para aumentar la calidad en la prestación de cuidados los estados miembros deben ofrecer un servicio eficiente y rentable. Deben hacer uso de las últimas tecnologías para desarrollar unidades de telemedicina y teleasistencia que permitan a las personas dependientes permanecer en sus casas mientras se reciben los cuidados y aumentar la formación y el apoyo a los cuidadores familiares para mejorar la calidad del servicio y facilitarles la conciliación familiar y laboral. Además, desde la Unión Europea se sigue potenciando la investigación sobre nuevas soluciones a los problemas del envejecimiento y dando apoyo a los países para conseguir unos cuidados de larga duración de calidad, efectivos y sostenibles.