‘La oportunidad de seguir participando en la vida comunitaria a lo largo de la vejez contribuye a una buena calidad de vida’

Respuesta:Las ciudades y comunidades amigables con las personas mayores adaptan sus estructuras y servicios para que sean accesibles e inclusivas para las personas mayores con diferentes necesidades y capacidades. Al hacerlo, reconocen la amplia gama de capacidades y recursos entre las personas mayores, se anticipan y responden con flexibilidad a las necesidades y preferencias relacionadas con el envejecimiento, respetan las decisiones y elecciones de estilo de vida de la gente de más edad, protegen a los más vulnerables, promueven la inclusión de las personas mayores y contribuyen en todos los ámbitos de la vida comunitaria. Hay muchas maneras diferentes de que las ciudades sean mejores lugares para envejecer. Un buen punto de partida es preguntar a las personas mayores qué áreas de la vida en la ciudad deben ser mejoradas. Una evaluación de las ciudades amigables con los mayores puede ayudar a identificar áreas de necesidad y prioridades de mejora. La Guía de las Ciudades Amigables con las personas mayores de la OMS propone ocho ámbitos diferentes de la vida urbana que se pueden explorar mediante debates con las personas mayores, que van desde el transporte, la vivienda y los lugares públicos, a las oportunidades de participación social, la salud y los servicios sociales y actitudes de respeto. Estos dominios se superponen e interactúan entre sí. Por ejemplo, el respeto se refleja en la accesibilidad de los edificios y espacios públicos y en la gama de oportunidades que la ciudad ofrece a las personas mayores para la participación social, el entretenimiento, el voluntariado o el empleo. La falta de transporte público asequible, por ejemplo, aísla a las personas mayores que ya no se manejan en sus hogares y hacen que la participación en la vida comunitaria sea difícil, aumentando el riesgo de aislamiento y soledad. Cuando el transporte está disponible y adaptado a las necesidades de las personas mayores, tanto en términos de programación como de destinos, mejora la movilidad y facilita la participación social y el sentido de pertenencia a la propia comunidad.
Pregunta: Este año se cumple el quinto aniversario de la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores. ¿Qué balance hace de estos cinco primeros años?
Respuesta:La creación de la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores se inspiró en el Proyecto de las Ciudades Amigables con las Personas Mayores hace diez años, que llevó a la publicación de la Guía de las Ciudades Amigables en 2007 en la que personas mayores, cuidadores y proveedores de servicios en todo el mundo establecieron las características de las ciudades amigables con los mayores. La guía provocó un gran interés en la idea de una ciudad amigable con los mayores y hubo entusiasmo para utilizarlo como una herramienta práctica para promover el cambio a nivel local. La Red se creó en 2010 para conectar las ciudades (y más recientemente también pueblos pequeños y comunidades) que utilizan el enfoque de las Ciudades Amigables de la OMS en su compromiso con las personas mayores para identificar las áreas a mejorar y aplicar políticas y medidas con el objetivo de hacer de sus ciudades más amigables con los mayores. En los últimos cinco años, la afiliación a la Red ha crecido a más de 250 ciudades y comunidades en 28 países de todo el mundo, que están comprometidos con las inciativas de las ciudades amigables. Las ciudades de la Red comparten los resultados de sus evaluaciones, las prioridades identificadas, los planes de acción, las lecciones aprendidas y los progresos con los demás, y de ese modo contribuyen a la construcción de una base de conocimiento sobre los desafíos y las soluciones desarrolladas a nivel local. Trabajando en estrecha colaboración con miembros de la Red, la OMS ha desarrollado una serie de herramientas que se basan en la experiencia local y ayudan a los actores locales en su trabajo. A finales de este año, la OMS publicará una nueva guía sobre los entornos amigables con los mayores de Europa, que orientará sobre el desarrollo del plan de acción, seguimiento, evaluación y los indicadores para evaluar el progreso hacia la amabilidad hacia los mayores. Además, hemos creado una web sobre las ciudades amigables con los mayores que ofrece las iniciativas, recursos y prácticas amigables con los mayores, desarrolladas e implementadas por los miembros y afiliados de la Red. Age Friendly World (“www.age friendlyworld.org”) es un sitio web participativo para y por la Red, que esperamos desarrollar con el tiempo para convertirlo en una ventanilla única para la inspiración, aprendizaje y orientación sobre cómo podemos hacer que las ciudades y comunidades sean más amigables con la gente de más edad.
Pregunta: En el caso concreto de España, se acaba de anunciar que es el país con más ciudades amigables en la Red de la OMS. ¿Cómo ha sido su evolución en estos diez años? ¿Ha sobrepasado las expectativas generadas?
Respuesta:España es actualmente el país más fuertemente representado en la Red con 53 ciudades y comunidades que se han sumado, en su mayoría en los últimos dos años. La participación activa de la Red Nacional de Ciudades Amigables del Imserso e iniciativas locales como el programa Euskadi Amigable han contribuido mucho a este éxito y a hacer a las ciudades amigables con los mayores más ampliamente conocidas en el país.
Pregunta: En España no solamente hay ciudades en la Red -Bilbao, Barcelona, Madrid, Ourense, Santander o Zaragoza- sino que Euskadi busca integrarse como región. ¿Existen otros ejemplos de este tipo en otros países?
Respuesta:El objetivo principal de la Red en la actualidad se encuentra en los gobiernos locales. Las iniciativas regionales y nacionales pueden afiliarse a la Red como programas de afiliados, como el Programa Nacional de Ciudades Amigables coordinado por el Imserso, o la iniciativa de Euskadi Amigable. Los programas provinciales en Canadá o el Programa Municipal Amigable con los Mayores en Québec son ejemplos de otras iniciativas regionales de comunidades amigables con los mayores. Las iniciativas gubernamentales regionales que se han adherido a la Red como programas afiliados, apoyan a ciudades y comunidades en su esfuerzo de ser más amigables con los mayores. Cada vez hay más conciencia de la importancia de contar con políticas amigables con los mayores integradas en todos los niveles de la formulación de políticas a nivel local, regional, nacional e internacional. De la misma manera en que una ciudad amigable con los mayores no se puede lograr con acciones en un solo sector, una sociedad amigable con los mayores no se puede lograr solo mediante la acción local. Por consiguiente, celebramos la participación regional y a nivel nacional.
Pregunta: Hay tres ciudades en España - Tineo, León y San Fernando de Henares- que están pendientes de la resolución de la OMS para poder formar parte de esta Red Mundial. ¿Cómo es el proceso de integración en esta Red?
Respuesta:En Europa, las ciudades se unen a la Red con el compromiso político por parte del alcalde y del gobierno local de respetar la estrategia de Salud 2020 de la OMS, la estrategia de envejecimiento saludable en Europa y el enfoque de ciudades amigables de la OMS, que incluye el compromiso de la participación significativa de las personas mayores en las iniciativas locales de la ciudad. No hay ningún requisito acerca de que las comunidades que se unen a la Red tengan que ser ya amigables con los mayores, pero se comprometen a trabajar con las personas mayores y los agentes locales para evaluar la amabilidad con los mayores en su comunidad, identificar necesidades y áreas de mejora, abordarlos y compartir su conocimiento con otros en la Red. Las ciudades y comunidades que deseen unirse a la Red pueden inscribirse a través de la web (“www.who.int/ageing/application_form/en/”). Hay cuatro fases de solicitudes por año, en febrero, mayo, agosto y noviembre. El Imserso apoya a las ciudades y comunidades que deseen unirse a la Red.
Pregunta: Hace tres años que el Imserso firmó un acuerdo de colaboración con la OMS para divulgar, apoyar y promocionar el proyecto. ¿Esta sinergia ha supuesto un gran impulso para el desarrollo del proyecto en España?
Respuesta:Sí, lo ha sido. El creciente número de ciudades y comunidades españolas inscrito atestigua esto y la colaboración con el Imserso ha sido excelente. Programas de afiliados, como el Programa Nacional sobre Ciudades Amigables con los Mayores coordinado por el Imserso, juegan un papel muy importante en la Red, ya que ayudan a ‘traducir’ el concepto de Ciudades Amigables al lenguaje local, la política y el contexto cultural, a identificar zonas específicas retos y oportunidades y a proporcionar apoyo y orientación a las comunidades locales.
Pregunta: Asimismo, en la Red española colaboran una serie de organismos -como el Consejo Estatal de Personas Mayores, el Femp, la UDP o Ceoma-. ¿Qué importancia tienen los colectivos de personas mayores para hacer de cualquier ciudad un entorno amigable?
Respuesta:Gente mayor, asociaciones y grupos juegan un papel muy importante en el enfoque de ciudades amigables al colocar en el centro la importancia de la voz de las personas mayores y su significativa participación en las evaluaciones locales, la planificación, implementación y evaluación de políticas. Las organizaciones locales de personas de edad avanzada generalmente están representadas en los comités de dirección de la ciudad amigable con los mayores, o en grupos de asesoramiento, y juegan un papel fundamental al dirigirse a las personas mayores en la comunidad.
Pregunta: ¿De qué manera puede influir una ciudad amigable en la calidad de vida y la salud de las personas mayores?
Respuesta:Creando viviendas asequibles y sin barreras, espacios públicos y transporte accesibles, se permite a las personas ser independientes y participar en la vida comunitaria. Un entorno amigable con la edad reduce el riesgo de caídas y evita que el abandono y el maltrato de las personas mayores vulnerables mediante el aumento de la seguridad de los entornos naturales y construidos, y la seguridad y protección de las personas mayores en la comunidad. Las personas mayores pueden experimentar actitudes negativas y discriminación en función de su edad. La creación de entornos amigables con los mayores reconoce la diversidad, combate la discriminación por edad y asegura que todo el mundo tiene la oportunidad de participar plenamente. La oportunidad de seguir desempeñando un papel significativo en la vida comunitaria a lo largo de la vejez puede contribuir a una buena calidad de vida. Las personas mayores juegan un papel crucial en sus comunidades –se involucran en el trabajo remunerado o voluntario, transmiten la experiencia y el conocimiento, ayudan a sus familias con responsabilidades de cuidado y apoyo de muchas otras maneras–. Las ciudades amigables con los mayores valoran y facilitan estas contribuciones. Lo ideal de los entornos amigables con los mayores es el fomento de la salud y el bienestar y la participación de las personas a medida que envejecen. El objetivo es crear estructuras y servicios que promueven la salud, accesibles y equitativos, inclusivos, seguros y protegidos, y de apoyo, y prevenir o retrasar y compensar la aparición del deterioro funcional, proporcionando entornos favorables. Proporcionan servicios centrados en las personas y apoyo para la recuperación o para compensar la pérdida de la función, de modo que la gente pueda seguir haciendo las cosas que son importantes para ellos.
Pregunta: ¿Cómo ve a España en diez años? ¿Cree que seguirá a la cabeza mundial de ciudades amigables con las personas mayores?
Respuesta:Yo espero que el interés en planes amigables con los mayores entre las autoridades locales siga creciendo y que el enfoque de ciudades amigables con los mayores siga proporcionando una herramienta útil para el compromiso y la participación significativa de las personas mayores en la identificación de las prioridades locales y soluciones políticas. Sería genial si dentro de diez años, muchas más ciudades españolas y gobiernos comunitarios tuviesen a las personas mayores en la mente a la hora de planificar e implementar políticas para mejorar la vida de sus ciudadanos.