José Miguel Láinez Andrés / Presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN)
“En Neurología, hemos pasado de ser una especialidad que ofrecía pocas esperanzas, a una que ofrece muchas soluciones”
Pregunta: Es usted un reconocido neurólogo, con décadas dedicadas al estudio y al cuidado del cerebro. ¿Qué descubrimientos, que ha visto en su trayectoria, considera más relevantes en este campo?
Respuesta:Creo que hay dos aspectos diferentes. Por una parte, hemos aprendido mucho de la función básica del cerebro, de cómo funciona, digamos, la parte estructural, de cómo funcionan las redes neuronales, de cómo afectan los mecanismos químicos, los neurotransmisores… Pero yo diría que lo más trascendente para los pacientes es todo lo que hemos conseguido en terapias. Es en el campo de los tratamientos donde, en los últimos años, hemos avanzado de un modo espectacular y, además, en múltiples patologías. Un ejemplo paradigmático puede ser el caso del ictus, donde si hace 20 años básicamente nos limitábamos a cuidar al paciente, ahora mismo tenemos terapias que son capaces de resolver el problema de forma casi definitiva o completamente ya que, por ejemplo, gracias a técnicas como la trombectomía mecánica, ya podemos recanalizar una arteria que está obstruida. Respecto a otras enfermedades neurológicas, como en la epilepsia o el Parkinson, hemos avanzado significativamente en los tratamientos farmacológicos. También en el abordaje de las migrañas, con los nuevos fármacos biológicos.
Y gracias a estos avances, vamos reduciendo la discapacidad que provocan las enfermedades neurológicas. Por eso, yo creo que los avances terapéuticos en el campo de la Neurología han sido muy, muy importantes: hemos pasado de ser una especialidad que ofrecía pocas esperanzas, a una especialidad que ofrece muchas soluciones.
Pregunta: Es presidente de la SEN desde 2019, y vinculado a esta sociedad desde 1994. ¿Cuáles son los principales retos que tienen por delante?
Respuesta:El reto mayor al que nos hemos enfrentado ha sido la pandemia, pero creo que lo logramos solventar razonablemente porque desde la SEN lanzamos varias iniciativas con las que contribuimos a que nuestros neurólogos manejaran bien el problema.
En todo caso, actualmente, uno de los mayores retos y uno de nuestros objetivos prioritarios es, a nivel asistencial, conseguir que todos los pacientes con enfermedades neurológicas de nuestro país reciban una asistencia de primer nivel, independientemente del lugar donde residan. Esto es prioritario.
Por otra parte, conseguir que nuestros neurólogos, ejerzan donde ejerzan, tengan capacidad de investigar, ya que es una parte importantísima para ayudar al avance de la especialidad.
Y, en tercer lugar, tenemos que plantear la necesidad de no solamente tratar las enfermedades, sino prevenirlas. Uno de los objetivos prioritarios es trabajar en la prevención. Los médicos no nos debemos limitar a tratar las enfermedades, sino que debemos intentar formar a los ciudadanos y que entiendan perfectamente que tomando una serie de medidas van a proteger su cerebro. Este es uno de nuestros objetivos: no solo retrasar las enfermedades, sino conseguir una mejor salud cerebral de la población.
Pregunta: Actualmente, ¿cuáles son las principales enfermedades neurológicas, o con mayor prevalencia, asociadas al envejecimiento?
Respuesta:Lógicamente, las enfermedades más ligadas al envejecimiento son, fundamentalmente, las neurodegenerativas. De ellas, claramente a la cabeza está la enfermedad de Alzheimer. En estos momentos calculamos que debe haber unos 800.000 pacientes con Alzheimer en nuestro país, lo cual es una cifra importantísima. La segunda sería la enfermedad de Parkinson. Se estima que habrá unos 150.000 pacientes en España con Parkinson. Y la tercera serían los ictus, ya que cada año se producen 120.000 nuevos casos.
Previsiblemente, si seguimos con este patrón de curva del envejecimiento cada vez mayor en la población, todas estas enfermedades, irremediablemente, van a aumentar, pero sabemos que tenemos instrumentos para reducir o hacer que incidan menos. De hecho ya se ha visto que con intervenciones de salud general, en el caso del Alzheimer, por ejemplo, da la sensación de que aparece un poco más tarde. En definitiva, podemos hacer cosas para envejecer mejor.
Pregunta: ¿Podría hacer una valoración del impacto que la pandemia –a la que aludía anteriormente– ha tenido en la sociedad a nivel psicológico?
Respuesta:Sin duda fue tremendo. Solo el aislamiento social y familiar tuvo unas repercusiones para las personas mayores tremendas. Y un hecho clave para nosotros es que provocó la aparición de cuadros en enfermedades neurodegenerativas mucho peores.
Cuando antes hablaba de las medidas preventivas, justamente evitar el aislamiento social y familiar es uno de los factores que tiene que hacer una persona para mantenerse bien. En todo caso creo que, aunque globalmente, como sociedad, nos impactó mucho, por otra parte, para bien, nos estamos ya olvidando. Para la salud del cerebro es bueno olvidar situaciones traumáticas, y salvo en un pequeño porcentaje de la población, el resto parece haber recuperado su ritmo vital. Es difícil calcular el impacto real porque no tenemos estadísticas tan próximas para saber en qué grado han aumentado las enfermedades mentales pero, afortunadamente, de un modo global, la población ha recuperado su ritmo normal y la mayoría de la gente ha olvidado la pandemia. Esa parte es positiva aunque quizás debamos recordarla para evitar algunos problemas y favorecer que hagamos cosas mucho mejor.
Pregunta: Ustedes presentaron hace un año un manual muy novedoso, ‘Telemedicina en Neurología’. ¿Es eficaz en este tipo de dolencias esta asistencia?
Respuesta:Yo creo que es una buena herramienta, utilizándola razonablemente. Obviamente, no sirve para valorar a un paciente en una primera consulta, es muy difícil. Pero, por ejemplo, es perfectamente útil para hacer un comentario sobre un seguimiento, para ver cómo ha funcionado una medicación o para cambiar algún tratamiento. Puede ayudar a ahorrar tiempo, sobre todo, al paciente. Quizás al profesional no le ahorra tanto tiempo, porque al final, la telemedicina, si la quieres hacer bien, hay que dedicarle tanto tiempo como si fuese una consulta presencial. Así que sobre todo es cómoda para el paciente. Sin duda, esto y todas las nuevas tecnologías van a cambiar el ejercicio de la Medicina. Es cuestión de ir incorporándolas progresivamente. Yo creo que la clave está en que no hay que negarse a ellas sino adaptarse e implementarlas bien y lo mejor posible en la asistencia. Porque en estos años hemos hecho mucha teléfono-medicina y no tanto telemedicina en sentido estricto.
Pregunta: Si hablamos del sistema sanitario español, ¿cómo se podría, o debería, mejorar la atención y el cuidado de la salud mental? ¿Qué sería necesario implementar?
Respuesta:Es una multitarea de todos los estamentos. Primero, hay que concienciar a la sociedad para que se implique en cuidar su cerebro de forma activa y luego hay que concienciar a las administraciones, profesionales y demás para que se aborde el problema de un modo más multidisciplinar.
Pregunta: ¿Cuáles son las áreas de investigación, a su juicio, más prometedoras por las que se está apostando actualmente, o se debería apostar, para mejorar la salud neurológica en las personas mayores?
Respuesta:Sobre todo, no debemos olvidar las enfermedades raras porque a veces son muy discapacitantes. Por otra parte, aunque se está progresando bastante en el campo de la Neurología, debemos centrar el esfuerzo aún más y sobre todo en las enfermedades más prevalentes. Hablando de prevalencia, obviamente, no hay que olvidarse, dentro de las enfermedades neurológicas prioritarias en la investigación, además de la enfermedad de Alzheimer, Parkinson o ictus, de ciertas patologías como la migraña o la epilepsia. Afectan a muchísima población y se merecen que les dediquemos una atención especial. Esto es muy importante si queremos contribuir a que incidan menos y que cada vez seamos más capaces de tratarlas mejor.
Pregunta: ¿Qué significa la contribución formativa, seña de identidad de la SEN, para esta especialidad?
Respuesta:Creo que es una de las labores fundamentales que hacen las sociedades científicas. Ahora mismo, toda la formación de los profesionales médicos depende de las sociedades científicas. Esto se hace así porque, tradicionalmente, desde las Administraciones no se dedicaban recursos para la formación continuada. Así que toda esta tarea ha recaído en las sociedades científicas y creo que lo estamos haciendo bien.
Ahora estamos a la espera de ver qué pasa con el decreto nuevo de formación. Actualmente, todas las sociedades científicas estamos trabajando, bajo el paraguas de la FACME, para intentar que sean siempre las sociedades científicas las que se encarguen de la formación de los especialistas, porque somos los que sabemos hacerlo y porque llevamos haciéndolo muchos años y muy bien. Lo que hay que hacer es potenciar ese papel de las sociedades científicas y que las Administraciones lo apoyen.
Pregunta: Por último, ¿qué consejos daría a la población en general y más en particular a las personas mayores para mantener una buena salud neurológica?
Respuesta:Lo primero, yo diría que para cuidar el cerebro hay que hacerlo desde muy pequeño: cuanto antes se empiece, mejor. Desde la SEN planteamos que debería haber una asignatura de “Salud” para los niños, ya que sería bueno que la gente entendiera, desde bien pequeño, a saber que hay que cuidar el cerebro.
Pero ¿qué hay que hacer? Pues desde temprano potenciar nuestro cerebro más, porque cuanta más actividad tenga nuestro cerebro, más reserva cerebral tendremos. Aunque la actividad cerebral no haga aumentar mucho el número de neuronas, la actividad cerebral favorece la conectividad y las conexiones de las neuronas. Esto es lo que llamamos reserva cerebral y hace que, aunque estemos afectados por una enfermedad neurológica, digamos Alzheimer, nuestro cerebro será más resistente. Y esto es importantísimo.
En cuanto a los consejos generales para mantener el cerebro sano: ejercicio físico, una dieta saludable –la mediterránea va francamente bien– y, sobre todo para las personas mayores, lo que comentábamos antes: evitar el aislamiento y tener toda la socialización posible.
Pasear, leer, estar con amigos, etcétera, creo que son tareas fundamentales a la hora de hacer que nuestro cerebro sea más resistente a todas las enfermedades neurodegenerativas. Esto es fundamental y es un mensaje que tenemos que transmitir a toda la población pero especialmente a los mayores, que tienen más tendencia al aislamiento. Yo siempre digo a mis pacientes que la mejor medicina que tienen está en sus manos: estar activo, estar con gente, no estar aislado y hacer ejercicio.