domingo, 29 junio 2025
InicioA Fondo¿Cómo se vive la homosexualidad después de la barrera de los 65?

¿Cómo se vive la homosexualidad después de la barrera de los 65?

Mientras en muchos países de la Unión Europea ya disponen de centros públicos en los que pueden expresarse con naturalidad y libertad, en España se dan los primeros pasos en la promoción de viviendas para el colectivo LGTB
Ellos fueron los protagonistas de una generación que tuvo que romper muchos frentes debido a su orientación sexual. Lucharon contra la represión de la dictadura franquista, que los relegó al plano de los delincuentes sociales, de los recluidos, de aquellos discriminados que eran castigados bajo la polémica Ley de Vagos y Maleantes de 1933, un texto legislativo que fue modificado en 1954 para incluir la represión de “los homosexuales, rufianes y proxenetas”, tal y como se indicaba en sus artículos.
Así, durante muchas décadas, el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) fueron rechazados y condenados, no sólo por las autoridades del Estado, sino también por la propia moral de una sociedad convencida y educada en unas férreas enseñanzas e imposiciones religiosas y culturales. Como resultado de todo ello, se abrieron cerca de 5.000 expedientes policiales a homosexuales, muchos de los cuales terminarían en prisión. Aún hoy arrastran las consecuencias de lo que vivieron en aquellas cárceles.
A pesar de los logros alcanzados con el paso de los años, especialmente a partir de la Constitución de 1978, el colectivo gay continúa perseverante para reivindicar algo justo: la visibilidad social a todos los niveles. En esta tarea se podría decir que los jóvenes, sin este pasado negro a sus espaldas, lo tienen más sencillo pero, ¿cuál es la realidad actual de los mayores LGTB? Ellos, sin duda, se enfrentan a una incomprensión aún más fuerte.

Realidad del colectivo LGTB
Se calcula que en España viven más de 700.000 homosexuales que superan los 65 años, una cifra que irá aumentando con el progresivo envejecimiento poblacional. Los mayores LGTB plantan cara a una doble discriminación, la primera debido a su orientación sexual y la segunda como consecuencia de ser mayor en una sociedad que no siempre recuerda que todos envejeceremos en algún momento.
Sociólogos, psicólogos y geriatras especializados en el estudio de la situación del colectivo gay coinciden en que el sentimiento de soledad es una de las grandes dificultades a las que deben hacer frente estos mayores. De hecho, desde el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) indican que cerca del 75% de estos mayores acaban viviendo solos en sus domicilios y aislados de las relaciones con otras personas de su edad.
Esta realidad se puede cambiar, según coinciden todas las opiniones consultadas, si se apostase por la puesta en marcha de residencias y centros de día para mayores homosexuales. “Hay muchos puntos en los que debatir sobre este tema, pero creemos que la única solución es la realización de centros residenciales específicos para mayores LGTB. Empezando por ahí, conseguiríamos que la sociedad se diese cuenta y admitiese que también hay mayores LGTB que, en muchos casos, lo están pasando muy mal”, declara Miguel Ángel González, presidente de Cogam.
En cuanto a las causas de la discriminación dentro de las residencias tradicionales, el psicogerontólogo y técnico en formación Javier Casado Guerras apunta a cuatro posibles factores. La propia estructura del centro, que en ocasiones limita la intimidad; la incomprensión por parte del resto de residentes; la propia autolimitación del mayor que sufre este rechazo; y, por último, la actitud de los profesionales. Este punto es en el que más insiste Casado, que ve en la formación el primer paso hacia lo que él denomina “humanizar” las residencias. “Hay que educar a los profesionales, y terminar con muchos mitos y prejuicios”, señala el psicogerontólogo.
“En Estados Unidos y en algunos sitios de Europa, como Alemania, Inglaterra y Dinamarca, ya existen estos centros específicos. No es una cuestión de querer diferenciar sino de integración del colectivo en la población. Por ello, estamos intentando colaborar con esos empresarios que tienen residencias de mayores y quieren invertir en un centro para el colectivo LGTB. Lo que es importante es el compromiso de las administraciones, ya sea local, autonómica o estatal, es decir, que se involucren con esta realidad para que no sigan sufriendo discriminación”, explica el presidente de Cogam. Se calcula que en España viven más de 700.000 homosexuales que superan los 65 años, una cifra que irá aumentando con el progresivo envejecimiento de la población Pregunta:
Respuesta:

Viviendas vs geriátricos

Grupo ImNova/Arcoiris LGTB ha sido una de las entidades pioneras en España en apostar por este tipo de recursos de alojamiento que, ante todo, se definen como viviendas para mayores o viviendas tuteladas, abandonando otros conceptos como geriátrico o residencia. Según expresan en su página web, tres puntos guían la esencia de este proyecto: una ausencia total de barreras arquitectónicas; amplios espacios comunes (club social, centro de día, bar-cafetería, restaurante, salones, salas de actividades, gimnasio y spa) y seguridad. El compromiso de Grupo ImNova se basa en la confianza de que los usuarios del centro de día encontrarán, principalmente, una plena sensibilidad hacia su situación personal, ya que “el principio que inspira este proyecto plantea la cuestión del envejecimiento en clave positiva donde la persona mayor tenga garantizada su independencia, dignidad e intimidad”, tal y como se incluye en el portal  “www.grupoimnova.com/arcoiris”.
Carmen Trigo, directora de la empresa Iniciativas Promotiser, ofrece una alternativa algo diferente en torno a la planificación de estos centros. Su proyecto de viviendas Futuro XXI se basa en la convivencia de personas gays adultas, de 50 años en adelante prejubilados, jubilados o con una profesión que les permita establecer su residencia habitual y definitiva en una finca. “El desarrollar un geriátrico gay no me parece solución viable con respecto a la edad que se necesita para acceder a ellos, a partir de 65 años. Me parece más razonable para quien esté solo ahora, plantear una convivencia en unas condiciones donde la independencia y privacidad de cada uno es fundamental, en una finca con todas las comodidades”, comenta Carmen.

Afectividad y sexualidad
Independientemente del impulso de iniciativas como las mencionadas anteriormente, otro de los pasos que se debe dar en esta materia, es decir, en el camino hacia la visibilidad de los mayores LGTB, es la apuesta por su educación sexual, para que ellos mismos interioricen el sexo y todo lo que le rodea como algo natural. “Lo primero sería empezar a trabajar con el propio esquema corporal. Algunas personas no conocen su cuerpo y, por ejemplo, en el caso de las mujeres, seguro que muchas nunca han cogido un espejo para conocer su vagina. En el caso de los hombres, es importante acabar con ciertos prejuicios como, por ejemplo, esa idea de que el hombre debe “cumplir”, opina Javier Casado. “No hay que reducir la sexualidad a la coitalidad. Simplemente hay que tener en cuenta otras sensaciones positivas y naturales como los abrazos, los besos y las caricias. En la vejez, la sexualidad se vive de una forma más intensa y positiva”, añade el psicogerontólogo.
Teniendo en cuenta que cerca del 12% de la población mundial tiene una orientación homosexual, ¿por qué no aceptarlo como algo natural? “Si ya de por sí el mayor ha recibido una educación restrictiva, en el caso de los gays, la autorrepresión es brutal. Hay que dar libertad a la gente y dejarles que se expresen, que se amen, que se quieran, etcétera”, apunta Casado. En pocas palabras, se trata de extender dos conceptos: intimidad y respeto. Sólo así se evitará que tengan que estar escondidos en “un armario” que ya les mantuvo ocultos durante demasiado tiempo.

> El importante papel del movimiento asociativo
> Entrevista a Miguel Ángel González, presidente de Cogam
> Entrevista a Javier Casado Guerras, psicogerontólogo y técnico de Formación
> Entrevista a Carmen Trigo y Villegas, directora de Iniciativas Promotiser y del proyecto de viviendas Futuro XXI

Lo más visto

Marta S. Massó
Marta S. Massóhttps://entremayores.es/
Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Cubre la información de nacional de entremayores y la edición de Galicia.

Más información

Resumen de privacidad

En nuestra Política de privacidad explicamos cómo nuestra organización maneja cualquier información relativa a nuestros clientes, proveedores o empleados que hemos recopilado en nuestras operaciones.Política de Privacidad de EntreMayores