La tutelada por Afal María García Laínez, con Alzheimer, tenía hace seis años un inventario de bienes de 211 pisos y un patrimonio cercano a los 19 millones. Según el informe de rendición de cuentas de Afal en febrero de 2013, el patrimonio de la tutelada ha disminuido en 85 pisos vendidos y su saldo no llega a los tres millones de euros. ¿Qué ha sucedido?
García Laínez es uno de esos grandes patrimonios que ha tenido que gestionar Afal en los últimos seis años y por los que está siendo investigada. Maite García, presidenta de Aefet, es sobrina de la tutelada y ha denunciado diversos movimientos como la venta de inmuebles, facturas de asesorías jurídicas triplicadas en cortos espacios de tiempo o la inversión de 400.000 euros en preferentes. “Desconocemos las razones concretas de estos movimientos patrimoniales debido a la nula información que la entidad proporciona a las familias. Lo que esgrimen son la falta de liquidez de la tutelada para hacer frente a diferentes pagos y su manutención”, explican desde Aefet.
Blanca Clavijo aseguró a entremayores que para entender esta cuestión “hay que retraerse al año 2004, cuando esta señora hereda de su cónyuge 25 edificios. Desde ese año y hasta 2008, en el que Afal jura el cargo de tutor, este patrimonio se reduce por los anteriores administradores a nueve edificios (211 pisos en total) y casi 19 millones”.
Clavijo relata que “cuando la fundación jura el cargo queda pendiente de pagar una deuda tributaria con la comunidad de Madrid de 11.200.000 euros por el impuesto de sucesiones y casi 2 millones de euros en impuestos municipales, una plusvalía o Impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. El patrimonio inmobiliario lo constituyen 9 edificios muy deteriorados en el centro de Madrid sobre los que pesan varias órdenes de ejecución de rehabilitación de los órganos competentes en materia de urbanismo del Ayuntamiento de Madrid. Afal procede entonces a atender las obligaciones fiscales de su tutelada bajo el asesoramiento fiscal de expertos y a dar cumplimiento a las múltiples ejecuciones de rehabilitación de edificios propiedad de García Laínez. De hecho, en 2008 se estaba, por encargo de los anteriores administradores, ejecutando la rehabilitación de dos edificios en el centro de Madrid por una deuda contraída con el contratista de más de cuatro millones de euros sin contar dirección facultativa y impuestos”.
Según Clavijo, durante todo este tiempo, Afal solo “rehabilita dos edificios por un coste de ejecución de 3 millones y medio. De hecho, y respetando la voluntad de nuestra tutelada, se mantuvo al mismo arquitecto y contratista que eran de su confianza”.
La presidenta de Afal justifica estos movimientos “para que sus activos líquidos sean suficientes, para poder mantener y sostener de forma holgada el patrimonio inmobiliario rentable de su propiedad. Igualmente, se optó por vender edificios que exigían inversiones importantes que se ha preferido evitar o transferir con la compraventa”, asegura Clavijo, y añade que “en términos netos, no ha habido una reducción drástica de su fortuna, sino todo lo contrario”.