La nueva Ley Andaluza de Voluntariado va a dar repuesta a las nuevas necesidades y expresiones de un colectivo integrado por más de 450.000 personas y alrededor de 3.000 asociaciones, según ha informado al Pleno del Parlamento la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio. La futura norma, que ha iniciado su tramitación parlamentaria, sustituirá a la vigente desde 2001 adaptándose a la realidad actual de "un movimiento clave para la cohesión social de la comunidad autónoma".
Sánchez Rubio ha mostrado su satisfacción porque se trata de un texto "consensuado y muy participativo", que ha contado con las aportaciones de 238 entidades relacionadas con el voluntariado. En su intervención, la consejera ha destacado como uno de los aspectos más novedosos la participación de los menores a partir de 12 años de edad, que podrá hacerse efectiva con la autorización expresa de sus progenitores y siempre que no perjudique su desarrollo, formación y escolarización. Igualmente es novedad la regulación de nuevas modalidades de participación de carácter no presencial y que están vinculadas a las tecnologías, además de crear la figura del voluntariado digital.
De este modo, la futura ley reconocerá modalidades en auge pero no reguladas en la legislación actual, como las que se desarrollan en los ámbitos universitario y empresarial, las que se centran en actividades limitadas temporalmente o las que se promueven en entornos virtuales que no requieren la presencia física de los participantes en las entidades.
Sánchez Rubio ha resaltado también "el protagonismo" que da la futura norma a los menores, dándoles la oportunidad de participación en acciones de voluntariado además de fomentar el contacto con iniciativas solidarias desde la escuela, entre otros. Igualmente, la norma incorpora también disposiciones dirigidas a favorecer el acceso de las personas con discapacidad, mayores o que están en situación de dependencia.
Respecto a las nuevas modalidades que serán reguladas por primera vez, el proyecto establece cauces para reforzar los vínculos entre las iniciativas emergentes ciudadanas, como plataformas cívicas o movimientos vecinales, y el movimiento voluntario más organizado. Tratamiento similar reciben en el texto las modalidades telemáticas de participación, de tal modo que el voluntariado digital u 'online' se reconoce en idénticas condiciones que el resto de actividades de carácter presencial. A través de esta figura se pretende acercar las nuevas tecnologías a colectivos en riesgo de exclusión social.
El área laboral también tiene su reflejo en la futura ley que, según ha informado la consejera, impedirá que la acción voluntaria organizada sea causa justificativa de la extinción de contratos de trabajo por cuenta ajena, tanto en el sector público como en el privado. Además, recoge la previsión de establecer, a través de la negociación colectiva, mecanismos de flexibilización de la jornada laboral que permitan a los trabajadores por cuenta ajena participar en actividades de voluntariado. Las actividades solidarias tampoco podrán sustituir a las administraciones públicas en aquellas funciones o servicios públicos a cuya prestación estén legalmente obligadas.
El nuevo texto regula también los derechos y deberes de las personas voluntarias y las destinatarias, reconociéndoles a estas últimas la facultad de decidir qué acciones desean recibir.
Sánchez Rubio ha concluido su intervención señalando que "estamos ante un texto avanzado con el que hemos tratado de diseñar el espacio más confortable, realista y consecuente" que permita dar cabida a las diferentes expresiones del actual voluntariado.