Los especialistas en audiología alertan sobre la importancia de una adecuada salud auditiva para frenar la pérdida auditiva que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a una de cada tres personas mayores de 65 años en el mundo.
La presbiacusia o pérdida de audición asociada a la edad tiene una mayor incidencia a partir de los 65 años y si no se trata correctamente puede provocar aislamiento social generando un impacto en el bienestar físico y emocional de las personas que la sufren. De acuerdo con Jaume Forner, audioprotesista y responsable de Formación de los centros auditivos Aural Widex “según el estudio Eurotrack, el 72% de las personas con hipoacusia no tratada presenta cuadros de ansiedad y agotamiento, así como dificultad para las relaciones sociales. Es muy importante corregir la pérdida auditiva lo antes posible con un tratamiento con audífonos y una atención profesional”.
PROBLEMAS COGNITIVOS DERIVADOS DE LA PÉRDIDA AUDITIVA
La pérdida auditiva aparece de forma progresiva y cuando los demás empiezan a darse cuenta y la persona acepta ese déficit, aparece tristeza y aislamiento. “Se pueden detectar problemas de audición cuando se observa que la persona deja de hacer actividades en grupo, de participar en conversaciones, cambia su estado de ánimo o prefiere no salir de casa”, explica Marta Saiz, psicogerontóloga y vocal de la Asociación Española de Psicogerontología.
En los primeros estadios, las personas tienden a negar el problema y a culpar al interlocutor. Creen que es algo “normal”, asociado a la edad, y eso hace imprescindible el papel de su entorno para alertar sobre el problema. Pero si la pérdida auditiva no se trata, la situación va empeorando y la persona con el paso de los años deja de oír más cantidad de sonidos en determinadas frecuencias, por lo que va aumentando la dificultad de comprensión y poco a poco van quedando fuera de las conversaciones, por lo que tienden a aislarse.
Además, las dificultades de audición pueden derivar en problemas cognitivos, ya que la falta de estimulación genera un deterioro prematuro y acelera el proceso de envejecimiento, puntualiza Saiz.
A pesar de la importancia de la audición, casi el 40% de la población entre 35 y 65 años nunca se ha hecho una revisión auditiva. Por eso, “cuando aparecen los primeros síntomas de pérdida auditiva es muy importante acudir al especialista y hacerse una revisión. Los audífonos permiten volver a conectarse con el entorno, relacionarse de una forma óptima, evitando problemas de incomodidad social y de aislamiento, mejorando así la calidad de vida de las personas mayores”, apunta Jaume Forner.
UNA REVISIÓN AUDITIVA PARA VOLVER A LA VIDA
Según datos del Imserso, en España hay cerca de 4,7 millones de hogares unipersonales, 2 millones de los cuales (42%) corresponden a personas mayores de 65 años, por lo que el papel de la familia y el entorno cercano es fundamental para detectar los primeros signos de la pérdida auditiva y buscar soluciones.
Detectar a tiempo la aparición de problemas auditivos es clave para evitar el aislamiento y volver a relacionarse socialmente. Según Jaume Forner, “tras muchos años adaptando audífonos a pacientes, la gran mayoría coinciden en que deberían haberse hecho una revisión antes, porque los audífonos les permiten recobrar la confianza en sus relaciones sociales”.
Para ello, es importante estar atentos a las señales de alarma frente a la pérdida de audición. Algunas de las situaciones que nos pueden alertar sobre esta problemática son:
- Cuando estoy en lugares con mucha gente hablando a la vez, siento un ruido constante que no me permite escuchar nada con claridad.
- Prefiero evitar los eventos sociales o reuniones familiares porque me cuesta seguir las conversaciones, especialmente si me hablan más bajo.
- Me cuesta escuchar el sonido del móvil y aunque oigo la conversación no la acabo de entender.
- Necesito subir el volumen de la televisión para escucharla con claridad.
- Estoy más triste, irritable y prefiero estar solo/a, sin hablar con los demás.
Una vez detectado el problema es importante dar el primer paso para solucionarlo:
- Compartir con mi entorno la problemática, lo que estoy sintiendo.
- Acudir al médico (otorrino) para que pueda realizar un diagnóstico y determinar si tengo pérdida auditiva: ¿qué la ha provocad y cómo podría mejorar?
- Reservar una cita con un experto en un centro de audición para evaluar el nivel de pérdida y buscar la solución que mejor se adapte a mis necesidades para mejorar mi audición.