PREGUNTA.- Dominga es un personaje de ficción, pero inspirado en su abuela. ¿Cómo es el proceso a la hora de trasladar sus pensamientos, opiniones o puntos de vista a la síntesis de una viñeta? ¿Cuánto hay de realidad y de ficción en Dominga habla sola?
RESPUESTA.- La inspiración en mi abuela para la creación del personaje se debe a la gran admiración que siempre he sentido por ella, ya que siempre ha sido mi referente de vida. De ella, he aprendido los valores, principios y prioridades que tengo a día de hoy. Y ello, a su vez, ha creado una forma de pensar y de exponer un opinión. Por lo tanto, todo lo que dice Dominga, de algún modo, está muy basado en “hechos reales” y me resulta facilísimo trasladarlo a la viñeta. Por lo que la ficción solo se encuentra en las líneas del lápiz.
P.- ¿Y qué opina la Dominga real de la ficticia?
R.- ¡La Dominga real y la ficticia deberían ser la misma! Por otro lado, a mi abuela le encantó la idea de poner como protagonista a una mujer mayor y dar visibilidad a su generación. Y claro, su sonrisa fue aún más grande cuando le dije que toda la inspiración venía de ella.
P.- En cuanto al estilo (trazo y humor), y viendo el homenaje que le han hecho en el parque de La Dehesa en Soria, es imposible no pensar en Quino, y en la Mafalda del banco de San Telmo, Buenos Aires. ¿Van por ahí los tiros?
R.- Cada vez que veo una comparativa del personaje de Dominga y Mafalda, me llena el corazón de alegría. Ojalá, poco a poco, Dominga también pueda hacerse un hueco, aunque sea muy pequeño, en el mundo gráfico y en las referencias a personajes que expresan, reivindican y cambian, un poquito, el mundo y la forma de verlo.
P.- ¿Qué otras referencias contemporáneas le han influido, sean del mundo del cómic o de otras disciplinas?
R.- Forges, Sempé, El Roto, Mingote y, por supuesto, Quino son para mí grandes referentes del mundo del humor gráfico. Aunque también me dejo muchísimo influir por la ilustración, el cine ¡y la vida misma!
P.- Dominga es la voz de una ‘quinta’ que ha nacido en un tiempo con muchas más incomodidades de las actuales, y que ahora sigue reflexionando sobre un mundo que es también el legado de su generación. ¿Cuál es el mensaje que intenta transmitir Dominga con su forma de observar la sociedad o de rebelarse ante el edadismo?
R.- Dominga pone en valor constantemente a las personas mayores e intenta darles esa visibilidad que no tienen y que claramente merecen. Su frase, cual lema, es “Hablo de lo que me viene en gana porque no están las cosas como para que una se quede callada”. Cree necesario alzar la voz ante todo ello que excluye y discrimina en una sociedad edadista e intenta demostrar que los riesgos del envejecimiento son tan numerosos como sus oportunidades.
P.- Dominga es un personaje que se posiciona: lo hace con el feminismo, el colectivo LGTBI… y hasta con la pizza con piña. ¿El mayor aprendizaje y enseñanza de Dominga es el de ‘mojarse’ y no callarse?
R.- Sin duda. Como decía antes, Dominga no se calla ante aquello que no le parece bien. Y, a la vez, demuestra que es importante no hacerlo siempre que una opinión o una posición se muestre con respeto y con argumentos. A final, alzar la voz ante injusticias o discriminaciones es necesario para contribuir a construir un mundo que progrese y mejore constantemente.
P.- El personaje de Dominga empezó siendo una viñeta que se viralizó por redes poco después del confinamiento de la Covid-19. Y lo hizo tratando temas sociales, reivindicaciones sénior y hablando de todo: la enfermedad, la tristeza, el humor… En Dominga habla sola ya solo se centra en tres temas: soledad, miedo y paso del tiempo. ¿Por qué estos temas en particular?
R.- Cuando me ofrecieron la posibilidad de trasladar a Dominga al formato libro vi una oportunidad de crear un producto con un hilo conductor más allá de un popurrí de viñetas. Eso ya lo tiene el lector en las redes sociales y de forma gratuita. Creo contenido constantemente que subo a redes y cada viñeta es de un tema, una reivindicación o una opinión. Para el libro, quería crear algo nuevo y más exclusivo y elegí esos tres temas porque creo que van muy ligados entre sí y que, a su vez, son temas que nos resuenan a todos, pertenezcamos a una u otra generación. La soledad no deseada o elegida, los miedos que nos paralizan o que nos suponen un nuevo reto o el paso del tiempo que muchas veces nos mantiene en un pasado nostálgico, en un futuro que no llega y nos hace complicado vivir en un presente… son, en términos generales, situaciones que todos podemos sufrir o disfrutar en cualquier momento. Por lo que pensé que era una bonita forma de hacer ver, mediante Dominga, que algo que ella contaba desde la posición de una mujer mayor podía pasarle a un lector más joven y así conseguir acercar generaciones y generar esa empatía que tanta falta hace.
P.- Parece que siempre hay una dualidad en las tres temáticas: soledad elegida o no deseada; miedo como obstáculo o desafío; tiempo, que a veces se congela y a veces se acelera. ¿Todos somos como Dominga, capaces de ver el lado bueno y malo de las cosas, y el objetivo es encontrar un equilibrio sano?
R.- Esa al menos es mi premisa. Y ¡ojo! ¡No digo que sea fácil! Pero quizá es un buen planteamiento para evitar frustraciones o vivir con una actitud más pesimista de la cuenta. Al final, esa visión más realista, que nos plantea que la vida tiene momentos buenos que disfrutar y malos con los que lidiar, puede ser un buen camino para encontrar ese equilibrio que comentas (y que Dominga también hace en su libro).
P.- ¿Veremos nuevas reflexiones de Dominga en papel a corto o medio plazo?
R.- Constantemente hay nuevas reflexiones de Dominga en
redes sociales y, sí, en formato libro próximamente habrá una nueva sorpresa en la que ya estoy trabajando y que espero que muestre una visión mas interesante del personaje.