Según los últimos datos censales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE, 2023), el 25% de las personas en España tiene al menos 60 años, una de cada cuatro. Una progresión espectacular si comparamos su peso en el conjunto de la población de hace tan solo 20 años, que era de un 21%, una de cada cinco.
El envejecimiento poblacional no es ninguna novedad, y menos para nuestros lectores. La palabra longevidad está de moda y apenas quedan reivindicaciones en el sector sénior que no empiecen por señalar esta realidad: vivimos más, somos más viejos.
Conocer este contexto es necesario para reclamar y tomar medidas, para adaptarse a las nuevas situaciones, pero también es importante conocer y entender las razones que nos han llevado hasta aquí: ¿por qué vivimos más?, ¿por qué somos más viejos?
Este mes, el reportaje y la entrevista principal de entremayores exploran las dos principales vías que explican los motivos para que cada vez más personas superen los 100 años. Una de ellas argumenta que es el entorno lo que interfiere en la calidad de vida y en la longevidad de las personas; otra habla de la trascendencia que tienen los genes en el individuo para alcanzar cifras centenarias. ¿Cuáles son más relevantes: los factores internos o externos? “Yo soy yo y mis circunstancias”, que diría Ortega y Gasset.
El A Fondo de este número, por ejemplo, aborda las llamadas blue zones (zonas azules), acuñadas así por el demógrafo belga Michel Poulain, y en referencia a lugares diversos, pero con rasgos comunes, y en los que se registra una longevidad excepcional.
Así, la pertinencia de estudiar estos emplazamientos se explica por las cuestiones que tienen en común sus habitantes, los cuales experimentan condiciones de vida similares, comparten las mismas tradiciones y se alimentan con idénticos productos locales, bajo una dieta en particular y un ambiente físico y social parecido. Todas estas circunstancias y otros componentes como la actividad física, la vida apegada al rural, la calidad del sistema sanitario o las relaciones sociales, entre otras, conforman un aparente totum revolutum –sin embargo, ordenado con sentido–, que parece explicar por qué sus ciudadanos gozan de más años y en mejores circunstancias.
Unas páginas más allá, en nuestro En Primera Persona, entrevistamos a Ander Matheu Fernández, doctor del IIS Biodonostia y coordinador del Instituto de Investigación Sanitaria de Osakidetza, cuya investigación acaba de descubrir un patrón molecular exclusivo en los cerebros de las personas centenarias, es decir, una diferencia genética que podría asociarse a un mayor mantenimiento físico y cognitivo.
De esta manera, no bastaría ya con amoldarnos a unos hábitos y estilo de vida concretos, sino que portar estos genes antienvejecimiento sería también decisivo para envejecer más lentamente.
No obstante, tanto en el caso de las zonas azules de Poulain, como en el estudio vasco liderado por Matheu Fernández, se reconoce el valor de ambas teorías. Las blue zones se centran en las cuestiones ambientales e idiosincrásicas de una población, pero también señalan otra evidencia: que los habitantes de una misma zona suelen ser genéticamente similares.
Del mismo modo, genética y entorno son “importantes y necesarios” para el doctor de del IIS Biodonostia que, pese a que en nuestra entrevista no se aventura a cuantificarlo en porcentajes, estima que existe “una combinación de ambos porque, en general, están también muy solapados”, esto es, se entremezclan necesariamente.
La clave entonces será extraer la información relevante de esas zonas azules –cinco en todo el mundo y puede que la sexta esté en Galicia–, quién sabe si para algún día replicar esas mismas condiciones en otros parajes y vivir más y mejor. También en seguir investigando si, en un futuro no muy lejano, somos capaces de intervenir –de forma genética o farmacológica– para que más personas superen los 100 años, y lo hagan de una forma más independiente y alejada de las enfermedades.
Dos caminos, por tanto, por recorrer, aunque ahora sabemos que ambos conducen a Roma, a la ciudad eterna.