Donostia y Bilbao se adhieren a la ‘Declaración de Dublin’
Representantes de las localidades integrantes de la Red de Ciudades Amigables con la Edad firmaron un documento de compromiso a favor del envejecimiento activo
Donostia-San Sebastián firmó la “Declaración de Dublín”, un compromiso a favor del envejecimiento activo pero también un reconocimiento a la contribución positiva que las personas mayores realizan en el ámbito social, económico y cultural, entre otros. El documento, nacido en el marco de la Red de Ciudades Amigables con la Edad, surgió tras la reunión mantenida en la capital irlandesa por representantes del medio centenar de regiones que integran esta Red.
Ciudades de todos los continentes hacen, a través de esta Declaración, un llamamiento al estímulo y al apoyo para la promoción de la igualdad de derechos y oportunidades para los ciudadanos de mayor edad y a compartir el aprendizaje sobre los avances en políticas y prácticas que mejoren sus vidas.
Donostia-San Sebastián ha dado pasos firmes a favor del envejecimiento activo a través de iniciativas como el Programa +55, la Universidad de Mayores, la Escuela de la Experiencia o el Proyecto Europeo de la Movilidad Sostenible para Mayores de 50 (Aeneas), que se plantea como objetivos educar a las personas mayores en el uso de transportes sostenibles de acuerdo con sus necesidades y expectativas, además de mejorar el atractivo y la seguridad de los medios de transporte público, realizando intervenciones innovadoras a pequeña escala.
Por otra parte, la ciudad se está adaptando a las necesidades de los y las mayores con acceso a todas las zonas de la ciudad mediante transporte público, minibuses a los barrios de las zonas altas, autobuses de plataforma baja, transporte vertical (ascensores, rampas o escaleras mecánicas), eliminación de barreras arquitectónicas, aceras anchas, antideslizantes, en buen estado y libres de obstrucciones, rebajes de aceras, peatonalización de calles, establecimiento de áreas 30, instalación de semáforos en los ejes principales de circulación en los barrios para evitar atropellos, etcétera.
La entrada de Donostia en la Red de Ciudades Amigables con la Edad se hizo efectiva después de haber llevado a cabo un proceso de participación que contó con la opinión de personas mayores, organizaciones de voluntariado, proveedores de servicios, comerciantes, empleados públicos y cuidadores de personas en situación de dependencia. Se utilizaron técnicas cualitativas con grupos focales y se analizaron ocho áreas de intervención (transporte, vivienda, respeto e inclusión social o participación cívica y empleo, entre otras) para consolidar los retos y objetivos del proyecto. Así, la capital guipuzcoana se plantea generar procesos de participación comunitaria, introducir cambios en las diferentes áreas competenciales del municipio a fin de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y aprovechar el potencial que representan las personas mayores en la vida ciudadana.
Bilbao y Barcelona también forman parte de esta red y, por consiguiente, firmaron también la Declaración de Dublín.
Ciudades de todos los continentes hacen, a través de esta Declaración, un llamamiento al estímulo y al apoyo para la promoción de la igualdad de derechos y oportunidades para los ciudadanos de mayor edad y a compartir el aprendizaje sobre los avances en políticas y prácticas que mejoren sus vidas.
Donostia-San Sebastián ha dado pasos firmes a favor del envejecimiento activo a través de iniciativas como el Programa +55, la Universidad de Mayores, la Escuela de la Experiencia o el Proyecto Europeo de la Movilidad Sostenible para Mayores de 50 (Aeneas), que se plantea como objetivos educar a las personas mayores en el uso de transportes sostenibles de acuerdo con sus necesidades y expectativas, además de mejorar el atractivo y la seguridad de los medios de transporte público, realizando intervenciones innovadoras a pequeña escala.
Por otra parte, la ciudad se está adaptando a las necesidades de los y las mayores con acceso a todas las zonas de la ciudad mediante transporte público, minibuses a los barrios de las zonas altas, autobuses de plataforma baja, transporte vertical (ascensores, rampas o escaleras mecánicas), eliminación de barreras arquitectónicas, aceras anchas, antideslizantes, en buen estado y libres de obstrucciones, rebajes de aceras, peatonalización de calles, establecimiento de áreas 30, instalación de semáforos en los ejes principales de circulación en los barrios para evitar atropellos, etcétera.
La entrada de Donostia en la Red de Ciudades Amigables con la Edad se hizo efectiva después de haber llevado a cabo un proceso de participación que contó con la opinión de personas mayores, organizaciones de voluntariado, proveedores de servicios, comerciantes, empleados públicos y cuidadores de personas en situación de dependencia. Se utilizaron técnicas cualitativas con grupos focales y se analizaron ocho áreas de intervención (transporte, vivienda, respeto e inclusión social o participación cívica y empleo, entre otras) para consolidar los retos y objetivos del proyecto. Así, la capital guipuzcoana se plantea generar procesos de participación comunitaria, introducir cambios en las diferentes áreas competenciales del municipio a fin de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y aprovechar el potencial que representan las personas mayores en la vida ciudadana.
Bilbao y Barcelona también forman parte de esta red y, por consiguiente, firmaron también la Declaración de Dublín.
