miércoles, 5 febrero 2025
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La residencia Nuestra Señora de las Viñas de Oyón, primer centro público en el Estado acreditado como libre de sujeciones

Se trata de un centro gestionado por el IFBS, dependiente del Departamento de Servicios Sociales de la Diputación Foral de Araba, que consta de 30 plazas de residencia y cuatro de atención diurna
La residencia para personas mayores de Oyón-Oion será el primer centro residencial de la red pública en el Estado español que recibirá la acreditación de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) que certifica que ha logrado erradicar por completo las sujeciones físicas en la atención a las personas usuarias. La residencia Nuestra Señora de las Viñas recibirá esta acreditación en un acto a finales de mayo en Vitoria-Gasteiz.

Un centro libre de sujeciones es aquel en el que no se utiliza ningún tipo de sujeción física, entendiendo esta como la limitación de la libertad de movimientos de una persona, o su actividad física, o el normal acceso a cualquier parte de su cuerpo, con cualquier método físico externo del que no puede liberarse con facilidad.

La residencia Nuestra Señora de las Viñas en un centro residencial gestionado por el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS), dependiente del Departamento de Servicios Sociales de la Diputación Foral de Araba, y dirigido a personas mayores dependientes con diferentes niveles de discapacidad física y/o psíquica, algunas de las cuales presentan deterioro cognitivo, enfermedad mental y demencias. Consta de 30 plazas de residencia y cuatro de atención diurna, con una media de edad de las personas usuarias que supera los 84 años. Un total de 26 profesionales forman parte del equipo que las atiende.

Ceoma, la entidad que acredita que la residencia de Oyón-Oion no emplea ninguna sujeción, y su programa ‘Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer’ son pioneros en el Estado español en la formación de los y las profesionales y en la acreditación de centros que han conseguido erradicar las sujeciones físicas. Hasta el momento, esta entidad ha acreditado dicha condición a un centenar de residencias, todas ellas del ámbito privado, en diferentes comunidades autónomas del Estado español.

La diputada foral de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, considera que  se trata de “un reconocimiento al trabajo iniciado desde hace años por el IFBS para la mejora de la calidad de la atención a nuestros mayores en las residencias y, en concreto, al compromiso adquirido por el equipo profesional, las familias y las propias personas usuarias de la residencia de Oyón-Oion”.

“La obtención de esta acreditación supone la confirmación del impulso que está dando el IFBS al modelo de atención centrada en la personas desde un profundo cambio del modelo asistencial. La progresiva supresión de las sujeciones en la totalidad de centros forales de personas mayores se enmarca dentro de esta filosofía de atención, que busca la defensa de los derechos de las personas mayores”, ha asegurado la titular de Servicios Sociales.

PROCESO
Durante los últimos 14 años y de forma progresiva, los profesionales de residencias de personas mayores del IFBS se han formado, de la mano de Ceoma, en la progresiva supresión de sujeciones, desde el convencimiento de que el no uso de sujeciones implica un menor riesgo de caídas y de que estas, si se producen, tienen como consecuencia lesiones de menor gravedad.

De forma paralela, se ha ido adquiriendo en todas las residencias que gestiona el IFBS productos de apoyo que son alternativa a las sujeciones, como las alfombras antideslizantes para las sillas, camas a diferentes alturas, sillas basculantes, detectores de movimiento en habitaciones y puertas, o sensores en las sillas de ruedas.

Ceoma ha sido la encargada de realizar la formación, el seguimiento y la supervisión de todo el proyecto de ‘tolerancia cero a las sujeciones’ que comenzó a ponerse en marcha el año pasado en las residencias de Oyón-Oion y de Samaniego. Se espera que este último centro pueda recibir también la acreditación durante este 2018, una vez concluya las últimas adecuaciones ambientales.

En concreto, durante la puesta en marcha de este proceso de ‘desatar’, la residencia Nuestra Señora de la Viñas analizó sus instalaciones y acondicionó espacios con el fin de garantizar la seguridad física pasiva a las personas usuarias y, entre otras cosas, minimizar los riesgos físicos. Para ello, se han colocado cancelas de seguridad en las escaleras y timbres a la altura de la mano en los baños, se ha trabajado en el fortalecimiento de las capacidades físicas y funcionales de las personas usuarias mediante rehabilitación y paseos diarios, y se ha dado información al equipo sobre las personas tratadas con anticoagulantes, con alto riesgo de caídas y que precisan de una mayor vigilancia, entre otras medidas. La implantación de este modelo ha contado con la participación de las personas trabajadoras y las propias personas usuarias. Asimismo, las familias han sido informadas de este proyecto.

Este modelo de cuidado no se limita tan solo a los centros destinados a personas mayores. El pasado año la residencia y el centro de día Goizalde de personas con grave discapacidad física, que es dependiente del IFBS y de gestión indirecta, acreditó la eliminación de sujeciones físicas. En este caso fue la primera residencia de personas con discapacidad física del Estado que acreditó la Norma “Libera-Care”, de la Fundación Cuidados Dignos.

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Redacción EM
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Información elaborada por el equipo de redacción.

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