Respuesta institucional para hacer frente al impacto de las demencias
Por la magnitud creciente de personas que padecen la enfermedad de Alzheimer y por la carga sobre las familias y sobre el Estado, la Confederación Española de Alzheimer (Ceafa) demanda que las demencias se conviertan ya en una prioridad de salud pública.
El Alzheimer es una enfermedad de enorme coste social, económico y de salud, que impone a la sociedad española la exigencia de hacer frente a los cuatro grandes retos que plantea: la normalización de la enfermedad, el reconocimiento de los derechos de la persona con diagnóstico de Alzheimer, el reconocimiento de los derechos de las personas cuidadoras y el apoyo a la investigación.
En el año 2010, Ceafa lanzó su propuesta de política de Estado del Alzheimer, que incluía un total de siete propuestas: censo de pacientes; diagnóstico temprano y certero; coordinación sociosanitaria; atención a los costes directos e indirectos de la enfermedad de Alzheimer; formación de los grupos de interés; investigación biomédica y social de calidad; y, reconocimiento de la aportación transformadora del tejido asociativo de Ceafa.
Para el año 2018, Ceafa reclama la respuesta institucional necesaria para hacer frente de forma integral al impacto de las demencias.
Si las fechas se mantienen según lo previsto, a finales de este año deberían estar ya aprobadas tanto la Estrategia Nacional de Personas Mayores para un Envejecimiento Activo y para su Buen Trato, como el Plan Nacional de Alzheimer (PNA). Ambos documentos establecen un contexto de acción que va a concernir directamente al colectivo que representa Ceafa.
Alrededor de cinco millones de pacientes y de cuidadores pueden verse afectados por su desarrollo. Por eso, la Confederación Española de Alzheimer se ha implicado en su elaboración desde el principio, en el marco del Grupo Estatal de Demencias (GED), e insta a su aprobación y ejecución en el plazo que está previsto.
Es importante decir también que, a nivel interno, Ceafa se está adaptando al nuevo contexto que depara el PNA para seguir siendo un agente activo de evolución en materia social, algo que quedó patente en el último Congreso Nacional de Alzheimer.