La prescripción de fármacos varía en función de si el paciente es pensionista o no
Así, González explicó que 'el médico, en su ejercicio diario, ejerce un doble papel de agente, por un lado, del paciente, buscando beneficiarle al máximo posible; pero por otro, también desempeña un rol de agente del Sistema Nacional de Salud, velando por mantener la sostenibilidad del sistema y haciendo un uso racional de los recursos disponibles'.
En el estudio los investigadores se centraron en una lista de 17 tipos de medicamentos, atendiendo a su prescripción frecuente en el Sistema Nacional de Salud, y que a su vez se agrupan en dos grandes grupos: medicamentos cardiovasculares y psicofármacos, entre los que se pueden citar los antidepresivos y los hipnóticos (que ayudan a dormir). A su vez, 'los pacientes se dividieron en pensionistas (no pagan por sus medicamentos) y pacientes activos, que pagan el 40% del precio de sus medicamentos de forma general, excepto en un grupo de fármacos que tienen aportación reducida para los pacientes'.
Tras el análisis de los datos, los investigadores constataron que existían diferencias en la prescripción de fármacos dependiendo de su receptor. Según la experta, 'en el caso de los pacientes que tienen que pagar por su medicamento, los médicos se afanan para recetarle el menos costoso. Sin embargo, no ocurre así en el caso de los pensionistas y en el del grupo de fármacos sin coste para la población, en el que los galenos recetan medicamentos más caros que otros con iguales características y menor precio'.
Así, Beatriz González señaló dos importantes conclusiones que se derivan del estudio. 'La primera de ellas se refiere a que se aprecia que el médico es más agente del paciente que del sistema sanitario en su conjunto. La segunda, se refiere a que actualmente se está recetando de forma diferente a pensionistas y pacientes activos, tan sólo porque unos no tienen que pagarse el fármaco y los otros sí'.
Ante esto, 'merece la pena que el sistema sanitario se plantee cómo gestionar esta situación. Quizá unas medidas que puedan ayudar a paliar esta realidad pueda ser la implantación de sistemas de incentivos para los prescriptores de recetas, así como de protocolos y guías de prescripción más estrictos en el conjunto del Sistema Nacional de Salud'.
González presentó este estudio en el marco de las XXX Jornadas de la Asociación de Economía de la Salud celebradas hace unos días en Valencia.