Los discapacitasos de Castilla y León tienen a su disposición, desde junio de 2010, la posibilidad de solicitar una tarjeta que les acredite su grado de discapacidad y las necesidades de apoyo y atención que precisan. Cuando han transcurrido casi dos años desde su puesta en marcha, un total de 39.255 personas con discapacidad cuentan con este carné específico y plastificado que les acredita de forma ágil y práctica su grado de discapacidad.
De esta forma, un 47% de las solicitudes de esta tarjeta se tramitaron de oficio, tras ser valorado por primera vez su grado de discapacidad en los centros de servicios sociales de base. De los que habían sido valorados con anterioridad, prácticamente 12.000 presentaron la solicitud en las Gerencias Territoriales de Servicios Sociales (un 30%), más de 5.700 la tramitaron por Internet y 3.169 lo hicieron vía telefónica.
En cuanto al lugar de residencia, de los portadores de las nuevas tarjetas acreditativas, 21.564 corresponden a personas que viven en las capitales de provincia (el 55%), frente a las 17.691 que residen en el medio rural (el 45%). Además, un 54% de las personas que poseen este carné son varones. Y en el 40% de los casos tienen una edad comprendida entre los 45 y los 64 años.