Grandes Vecinos, una iniciativa que ayuda a prevenir la soledad de los mayores de Madrid
Ante el aumento del envejecimiento poblacional y de la tendencia a vivir solos, la Fundación Amigos de los Mayores impulsa un programa innovador en España que tiene como objetivo recuperar la solidaridad vecinal en los barrios
El aumento progresivo del número de personas mayores en España ha llevado a la aparición de nuevas realidades como la soledad de este colectivo. Concretamente, y según datos de 2015 del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 1,8 millones de personas mayores viven solas en España, de ellas, 158.000 en el municipio de Madrid.
Asimismo, todas las previsiones apuntan a que esa cifra continuará aumentando los próximos años. De los 1,4 millones de personas mayores viviendo solas en 2011, se ha pasado a 1,9 millones en 2015, con un crecimiento del 36,7%. Esta realidad se da principalmente por circunstancias personales y muchas personas mayores se adaptan a vivir en soledad, pero muchas otras están en una situación no elegida y sufren las consecuencias de una realidad frecuentemente silenciada.
Contexto
Uno de los motivos que han provocado el aumento de la soledad de las personas mayores es una disminución de la solidaridad vecinal y del barrio como espacio de convivencia. Especialmente en grandes ciudades como Madrid, donde la movilidad laboral y la aparición de nuevos patrones de asentamiento han provocado que muchas personas mayores que viven solas no conozcan a vecinos con los que compartir parte de su tiempo a los que recurrir en caso de necesidad.
En este contexto nace el proyecto Grandes Vecinos, impulsado por la Fundación Amigos de los Mayores y basado en una idea original de la asociación francesa les Petits Fréres des Pauvres, que lleva seis años funcionando en Francia, y que pretende recuperar el contacto entre vecinos alrededor de las personas mayores mediante una red de intercambio de pequeños favores, acciones y gestos que ayuden a solucionar y prevenir el problema de la soledad de los mayores.
“Siempre tuvimos claro que era extrapolable a una ciudad como Madrid, y a una sociedad como la española de fuerte tradición comunitaria y vecinal. Además, tuve la oportunidad de trabajar dos años en París y de conocer el programa más de cerca. Tras un periodo de reflexión dimos lo pasos necesarios para su implementación aquí y comenzamos con la fase piloto”, apunta Mercedes Villegas, directora de Innovación y Desarrollo de la Fundación Amigos de los Mayores.
Bajo el lema ‘Grandes vecinos construyen grandes barrios’, el objetivo de esta iniciativa es poner en contacto a vecinos de los barrios de Madrid con sus “grandes vecinos” (vecinos de más de 65 años) para establecer una red de contactos y pequeñas acciones: dar un paseo, realizar la compra, hacer una llamada telefónica, celebrar encuentros en alguna cafetería del barrio, etcétera. Las personas mayores tienen a su vez la posibilidad de intercambiar favores con ellos (regar las plantas, cuidar alguna mascota, etcétera). Las acciones quedan registradas a través de una plataforma web que ayuda a hacer un seguimiento a todos los vecinos y coordinarse mejor. De esta forma, se teje una red de relaciones alrededor de las personas mayores que recuperan el barrio como espacio de convivencia y diversifica sus alternativas sociales.
“Las personas mayores no tienen por qué tener ordenador ni Internet, son los vecinos los que utilizan la web, que es una mera herramienta de coordinación. Los vecinos que dinamizan el proyecto son los encargados de crear el perfil de las personas mayores, y hay una agenda con unos sencillos iconos que dan ideas de actividades a hacer entre los vecinos”, explica Villegas sobre el funcionamiento de la plataforma.
Grandes Vecinos empezó su acción a finales de 2015 en el barrio de Chueca, y hoy funciona ya en otros vecindarios como Malasaña, Tetuán o Lavapiés. El objetivo es extender el proyecto al mayor número posible de barrios madrileños, y si el programa crece rápidamente, extenderlo a otras localidades españolas.
Madrid es la primera ciudad donde Grandes Vecinos se implementa fuera de Francia, el proyecto está siendo estudiado por otras ciudades donde Amigos de los Mayores está presente, como Chicago, Berlín o Lausana, y promete convertirse en una iniciativa ciudadana innovadora que de respuesta a algunos de los problemas derivados del envejecimiento de la población.
Asimismo, Villegas apunta a otras medidas para conseguir que el colectivo de mayores no se vea tan afectado por la soledad: “Fomentar políticas de envejecimiento activo, diversificar las posibilidades de ocio de las personas mayores, o potenciar los programas de acompañamiento afectivo son otras de las medidas por las que abogamos para construir una sociedad más inclusiva con las personas mayores”.
Asimismo, todas las previsiones apuntan a que esa cifra continuará aumentando los próximos años. De los 1,4 millones de personas mayores viviendo solas en 2011, se ha pasado a 1,9 millones en 2015, con un crecimiento del 36,7%. Esta realidad se da principalmente por circunstancias personales y muchas personas mayores se adaptan a vivir en soledad, pero muchas otras están en una situación no elegida y sufren las consecuencias de una realidad frecuentemente silenciada.
Contexto
Uno de los motivos que han provocado el aumento de la soledad de las personas mayores es una disminución de la solidaridad vecinal y del barrio como espacio de convivencia. Especialmente en grandes ciudades como Madrid, donde la movilidad laboral y la aparición de nuevos patrones de asentamiento han provocado que muchas personas mayores que viven solas no conozcan a vecinos con los que compartir parte de su tiempo a los que recurrir en caso de necesidad.
En este contexto nace el proyecto Grandes Vecinos, impulsado por la Fundación Amigos de los Mayores y basado en una idea original de la asociación francesa les Petits Fréres des Pauvres, que lleva seis años funcionando en Francia, y que pretende recuperar el contacto entre vecinos alrededor de las personas mayores mediante una red de intercambio de pequeños favores, acciones y gestos que ayuden a solucionar y prevenir el problema de la soledad de los mayores.
“Siempre tuvimos claro que era extrapolable a una ciudad como Madrid, y a una sociedad como la española de fuerte tradición comunitaria y vecinal. Además, tuve la oportunidad de trabajar dos años en París y de conocer el programa más de cerca. Tras un periodo de reflexión dimos lo pasos necesarios para su implementación aquí y comenzamos con la fase piloto”, apunta Mercedes Villegas, directora de Innovación y Desarrollo de la Fundación Amigos de los Mayores.
Bajo el lema ‘Grandes vecinos construyen grandes barrios’, el objetivo de esta iniciativa es poner en contacto a vecinos de los barrios de Madrid con sus “grandes vecinos” (vecinos de más de 65 años) para establecer una red de contactos y pequeñas acciones: dar un paseo, realizar la compra, hacer una llamada telefónica, celebrar encuentros en alguna cafetería del barrio, etcétera. Las personas mayores tienen a su vez la posibilidad de intercambiar favores con ellos (regar las plantas, cuidar alguna mascota, etcétera). Las acciones quedan registradas a través de una plataforma web que ayuda a hacer un seguimiento a todos los vecinos y coordinarse mejor. De esta forma, se teje una red de relaciones alrededor de las personas mayores que recuperan el barrio como espacio de convivencia y diversifica sus alternativas sociales.
“Las personas mayores no tienen por qué tener ordenador ni Internet, son los vecinos los que utilizan la web, que es una mera herramienta de coordinación. Los vecinos que dinamizan el proyecto son los encargados de crear el perfil de las personas mayores, y hay una agenda con unos sencillos iconos que dan ideas de actividades a hacer entre los vecinos”, explica Villegas sobre el funcionamiento de la plataforma.
Grandes Vecinos empezó su acción a finales de 2015 en el barrio de Chueca, y hoy funciona ya en otros vecindarios como Malasaña, Tetuán o Lavapiés. El objetivo es extender el proyecto al mayor número posible de barrios madrileños, y si el programa crece rápidamente, extenderlo a otras localidades españolas.
Madrid es la primera ciudad donde Grandes Vecinos se implementa fuera de Francia, el proyecto está siendo estudiado por otras ciudades donde Amigos de los Mayores está presente, como Chicago, Berlín o Lausana, y promete convertirse en una iniciativa ciudadana innovadora que de respuesta a algunos de los problemas derivados del envejecimiento de la población.
Asimismo, Villegas apunta a otras medidas para conseguir que el colectivo de mayores no se vea tan afectado por la soledad: “Fomentar políticas de envejecimiento activo, diversificar las posibilidades de ocio de las personas mayores, o potenciar los programas de acompañamiento afectivo son otras de las medidas por las que abogamos para construir una sociedad más inclusiva con las personas mayores”.
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