Amma Valdebernardo monta una exposición con los 140 cuadros de uno de sus residentes
Antonio Martínez comenzó su afición por la pintura hace 17 años y, en este tiempo, no ha parado de dar rienda suelta a su creatividad

La residencia para personas mayores Amma Valdebernardo (Madrid) organizó una exposición de pintura con los 140 cuadros elaborados por el residente Antonio Martínez Sánchez.
Nacido en Valdeconcha, un pueblo de la provincia de Guadalajara, un 13 de junio de 1928, pronto emigró a Madrid, donde trabajó como agente comercial hasta su jubilación. En ese momento empezó a viajar por España y por muchos países del mundo junto a su mujer. Uno de esos viajes fue a Italia, en donde Antonio quedó fascinado por la arquitectura y la pintura.
Fue ahí donde empezó su afición, que se acrecentó cuando en casa cuidaba de su nieta. Para entretenerla, dibujaba para ella los dibujos animados que salían por la tele, como Calimero y los Picapiedra, y poco a poco pintar fue convirtiéndose en una pasión. Casi en una adicción, como confiesa.
Se compró varios libros de pintura y empezó a retratar en el lienzo todo lo que le iba gustando (fotografías, postales...). Siguió pintando y pintando. Y ya han pasado más de 17 años desde entonces. Ahora su creación está a la vista de todos los residentes, trabajadores y familiares de Amma Valdebernardo.
Nacido en Valdeconcha, un pueblo de la provincia de Guadalajara, un 13 de junio de 1928, pronto emigró a Madrid, donde trabajó como agente comercial hasta su jubilación. En ese momento empezó a viajar por España y por muchos países del mundo junto a su mujer. Uno de esos viajes fue a Italia, en donde Antonio quedó fascinado por la arquitectura y la pintura.
Fue ahí donde empezó su afición, que se acrecentó cuando en casa cuidaba de su nieta. Para entretenerla, dibujaba para ella los dibujos animados que salían por la tele, como Calimero y los Picapiedra, y poco a poco pintar fue convirtiéndose en una pasión. Casi en una adicción, como confiesa.
Se compró varios libros de pintura y empezó a retratar en el lienzo todo lo que le iba gustando (fotografías, postales...). Siguió pintando y pintando. Y ya han pasado más de 17 años desde entonces. Ahora su creación está a la vista de todos los residentes, trabajadores y familiares de Amma Valdebernardo.