lunes, 28 abril 2025
InicioOpiniónPara cuidar, empecemos por...
EDITORIAL

Para cuidar, empecemos por…

Hablar de atención a personas dependientes es, también, hablar de cuidadores, eso sí, dejando a un lado esa modernidad de apellidarlos “formal” o “informal”. Llamémosles, simplemente, cuidadores, porque eso es lo que hacen: cuidar.
De ellos, de los cuidadores, depende el bienestar de los mayores y de aquellas personas con depenencia que precisan el apoyo adicional de dos manos que les ayuden en su vida diaria. Eran tradicionalmente familiares, mujeres, para ser más fieles a la realidad, y muchas de ellas –por no decir todas– acababan por dejar su vida en un segundo plano para poder cuidar de su padre o madre. Atender a los mayores en casa era lo que se solía hacer y, por tanto, no se planteaban otras posibilidades, pero esta situación ha evolucionado y hoy existen mecanismos que ayudan a la labor de los cuidadores .
Hoy, esa mujer que se quedaba con su padre en casa puede desempeñar esta tarea con otros apoyos, como por ejemplo, compaginarlo con la estancia en un centro de día durante unas horas. Además de ser beneficioso para el mayor, pues allí recibirá terapias adaptadas a sus necesidades, e impartidas por profesionales, también supone un claro beneficio para la persona cuidadora, pues le permite disponer de un tiempo de respiro.
Ese es quizá uno de los puntos más difíciles de ser cuidador, y es que no se deja de serlo en las 24 horas del día. Gracias a los centros de día, las residencias con distintas modalidades de estancia, las terapias ocupacionales, los centros sociales, etcétera, los cuidadores pueden desconectar de su labor y así evitan el estrés. Es lo que llaman el síndrome del cuidador quemado o “burn out” –otra modernidad–. ¿Quién no se quemaría si trabajase sin descanso las 24 horas del día?
Con el estrés, llega la falta de sueño, la ansiedad, el cansancio, la irascibilidad, el desorden de horarios... En definitiva, se desata una situación de desánimo y de cansancio emocional que entorpece la calidad de la atención.
Valga la redundancia, desde este periódico abogamos por la máxima “cuidar al cuidador”, porque los profesionales nos insisten en que, además de la innegable importancia de la formación, es indispensable que los cuidadores no lleguen a sobrepasarse y caigan en el agotamiento.
Según múltiples entidades conocedoras de este tema, y desde la voz que la experiencia da a muchos particulares, desde entremayores estamos convencidos que son cinco las claves para garantizar el bienestar del cuidador. En primer lugar, el tiempo propio al que ya hemos hecho referencia; la organización y planificación de las tareas semanales; respetar las horas de sueño; llevar una alimentación adecuada; y aprender a priorizar lo que es más importante para evitar la sobrecarga.

Lo más visto

Redacción EM
Redacción EM
Información elaborada por el equipo de redacción.

Más información

Resumen de privacidad

En nuestra Política de privacidad explicamos cómo nuestra organización maneja cualquier información relativa a nuestros clientes, proveedores o empleados que hemos recopilado en nuestras operaciones.Política de Privacidad de EntreMayores