EDITORIAL
Nuevos tiempos
Es de justicia resaltar que César Antón se va del Imserso dejando una impecable trayectoria en la que ha conseguido reducir las listas de de espera de los grandes dependientes y dependientes severos en un 60%
No era de extrañar que el desbloqueo político, es decir, la composición definitiva del nuevo Gobierno, conllevase una cierta reestructuración de las carteras ministeriales. No han sido cambios muy llamativos pero, el primero de todos ha sido el nombramiento de Dolors Montserrat, que desde hace unas semanas es la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad –por cierto, con ella ya son cuatro las personas que han asumido esta cartera en el Gobierno de Mariano Rajoy: Fátima Báñez, Alfonso Alonso y Ana Mato–.
Nueva titular del Ministerio y, como se podía esperar, cambios también en organismos adscritos al mismo, como es el caso del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Carmen Balfagón aterriza como nueva directora general de esta entidad con la consiguiente salida de César Antón, cargo que ostentaba desde 2012. Su implicación con las personas mayores es de sobra conocida por quienes llevamos años en este sector pero, en gran medida, el palentino deja su puesto en el instituto con importantes logros como su papel en el defensa del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) y su esfuerzo por trabajar de la mano del movimiento asociativo, y de los propios mayores.
Asimismo, es de justicia resaltar que César Antón se va del Imserso dejando una impecable trayectoria en la que ha conseguido reducir las listas de de espera de los grandes dependientes y dependientes severos en un 60%, una cifra más que significativa. Así, aseguraba hace unos meses que en España ya podíamos confirmar que nuestro sistema es más sostenible y transparente que antes y, lo que es más importante, que gozamos de un sistema comprometido con la atención a aquellos con mayor grado de dependencia. Nos queda, qué menos, que dar las gracias a César Antón por estos éxitos –a los que esperamos sigan otros muchos–.
Otro de los nombres que sonará a partir de ahora es el de Mario Garcés –hasta ahora subsecretario del Ministerio de Fomento–, designado por Montserrat como secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, en sustitución de Susana Camarero –en el cargo desde marzo de 2014–. El oscense cambia de Ministerio y se tendrá que enfrentar al urgente reto de asegurar el mantenimiento del Estado de Bienestar. Para ello, Garcés deberá conseguir que las personas mayores vivan de manera activa y en mejor estado de salud; continuar en la senda actual de nuestro sistema de dependencia, “más justo, solidario, sostenible y de mayor calidad”; así como impulsar aquellas medidas que favorezcan la natalidad, con el fin de atajar y poner soluciones a los cambios demográficos que está viviendo nuestra sociedad.
Despedimos, por tanto, a una ministra, un director general y una secretaria de Estado para recibir a tres nuevos nombres que ya han hecho público su compromiso con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
No estamos a favor de los juicios previos, ni de adelantarnos a lo que harán o dejarán de hacer. Preferimos observar y dar la oportunidad de que sean ellos, Montserrat, Balfagón y Garcés, los que muestren cómo abordarán las misiones que se les han encomendado. Bienvenidos.
Nueva titular del Ministerio y, como se podía esperar, cambios también en organismos adscritos al mismo, como es el caso del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Carmen Balfagón aterriza como nueva directora general de esta entidad con la consiguiente salida de César Antón, cargo que ostentaba desde 2012. Su implicación con las personas mayores es de sobra conocida por quienes llevamos años en este sector pero, en gran medida, el palentino deja su puesto en el instituto con importantes logros como su papel en el defensa del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) y su esfuerzo por trabajar de la mano del movimiento asociativo, y de los propios mayores.
Asimismo, es de justicia resaltar que César Antón se va del Imserso dejando una impecable trayectoria en la que ha conseguido reducir las listas de de espera de los grandes dependientes y dependientes severos en un 60%, una cifra más que significativa. Así, aseguraba hace unos meses que en España ya podíamos confirmar que nuestro sistema es más sostenible y transparente que antes y, lo que es más importante, que gozamos de un sistema comprometido con la atención a aquellos con mayor grado de dependencia. Nos queda, qué menos, que dar las gracias a César Antón por estos éxitos –a los que esperamos sigan otros muchos–.
Otro de los nombres que sonará a partir de ahora es el de Mario Garcés –hasta ahora subsecretario del Ministerio de Fomento–, designado por Montserrat como secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, en sustitución de Susana Camarero –en el cargo desde marzo de 2014–. El oscense cambia de Ministerio y se tendrá que enfrentar al urgente reto de asegurar el mantenimiento del Estado de Bienestar. Para ello, Garcés deberá conseguir que las personas mayores vivan de manera activa y en mejor estado de salud; continuar en la senda actual de nuestro sistema de dependencia, “más justo, solidario, sostenible y de mayor calidad”; así como impulsar aquellas medidas que favorezcan la natalidad, con el fin de atajar y poner soluciones a los cambios demográficos que está viviendo nuestra sociedad.
Despedimos, por tanto, a una ministra, un director general y una secretaria de Estado para recibir a tres nuevos nombres que ya han hecho público su compromiso con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
No estamos a favor de los juicios previos, ni de adelantarnos a lo que harán o dejarán de hacer. Preferimos observar y dar la oportunidad de que sean ellos, Montserrat, Balfagón y Garcés, los que muestren cómo abordarán las misiones que se les han encomendado. Bienvenidos.