La liga política de las 17 autonomías
En este calendario del campeonato, los enfrentamientos históricos han quedado en el pasado. La crisis ha hecho que los prejuicios se hayan matizado... no son necesarios ya, no vivimos de viejas rencillas, ahora, vivimos un poco las suertes ajenas. Por ejemplo, en esta liga de primera y segunda división, unas comunidades adelantan el copago farmacéutico a sus pensionistas, otras no; unas correrán con los gastos de los sin papeles, otras no; unas estudian asumir el incremento del IVA de la cultura para que no repercuta en sus beneficios, otras no; etcétera.
Quizás en estas regiones de primera y segunda, una de las diferencias más dolorosas es la de la Ley de Dependencia, una ley que como decimos en el reportaje de A Fondo de este número, está tocada pero no hundida. Sin embargo, voces diversas auguran un futuro más o menos incierto para la norma ante las reformas acometidas por el Gobierno este verano: para algunos está desmantelada y para otros, ralentizar su marcha es su única tabla de salvación. En este nuevo paso dado por el Gobierno de Rajoy se han puesto sobre la mesa unos criterios básicos en los servicios sociales de igual y “obligado cumplimiento” para todos. Algo muy necesario y que sin ser un erudito en la materia, cuesta creer que tanto asesor no hubiera pensado en ello desde su origen. En cuanto a los mínimos parece que todos se han puesto de acuerdo. El problema o la suerte de cada uno llega con las decisiones regionales sobre si pueden y quieren mejorar u ofrecer más apoyos al colectivo de los dependientes. Así, nos encontramos con un panorama ecléctico. Unos han asumido subir un peldaño más -dicho sea de paso, el que se había marcado hace años- de reconocer un grado más de la dependencia -reconocer a los moderados-, mientras a nivel nacional se decidió retrasar su valoración hasta 2015. Unos mantienen la compatibilidad de varias prestaciones, mientras que a nivel nacional se dice que ya no es asumible. Unos siguen propugnando el cuidado familiar, mientras la tendencia general ahora es potenciar los cuidados profesionales. Y un sinfín de pequeñas diferencias que hacen más grandes las distancias entre los ciudadanos de unas regiones y de otras. Las concesiones políticas, a través de la transferencia de competencias, ha hecho que estemos en este punto, la de servicios variopintos, beneficios muy beneficiosos según la comunidad donde se resida.
Una vuelta de tuerca imposible de girar para atrás puesto que ya sabemos que estos retrocesos pasan su factura electoral al personaje de turno, y en este mundo en el que vivimos también sabemos ya que el interés político de cada partido prevalece antes que el interés general del país...