domingo, 19 enero 2025
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EDITORIAL

Jugando al Monopoly

Las empresas protagonizan una etapa de fusiones y compras para asegurar su supervivencia
Es una cuestión de supervivencia. Eso han confesado, en petit comité, algunos de los miembros de empresas del sector que, en los últimos meses –y años, incluso–, han caído en el juego de las alianzas estratégicas. Juego porque se trata de un ir y venir de un grupo a otro, constantes operaciones de absorciones, compras y fusiones que a veces nos llegan a confundir hasta que no sabemos, ciertamente, a quién pertenece cada empresa.
Las compañías del sector residencial, y de la atención sociosanitaria en general –y por qué no decirlo, de todos los sectores–, están atravesando un periodo que no acaba, ni mucho menos, de desenmarañarse. Me dejo de preámbulos y voy al grano: para garantizar la sostenibilidad de sus plantillas, de sus productos y de sus clientes, se ven abocadas a las fusiones que aseguren su subsistencia. En la mayor parte de los casos, traspasando las fronteras internacionales porque, queramos reconocerlo, o no, hay economías mucho más estabilizadas que la nuestra.
Ojeaba un periódico económico hace unos meses y,  al pasar las páginas, me encontré con que la sección de negocios estaba plagada de uniones, acuerdos, convenios... grupos que cambiaban de propietarios –con más poder adquisitivo–, pero que, por encima de todo, ratificaban que mantendrían la esencia de la compañía, a sus trabajadores y, por su puesto, su responsabilidad empresarial. Y es que, más allá de un cambio de propiedad, y algún cargo en la junta directiva, el resto de la estructura de la empresa “adquirida” quedaba prácticamente intacto. Lo llaman estrategias, operaciones mercantiles, pero no son más que movimientos para la supervivencia.
Me acordé entonces del clásico Monopoly, en el que el objetivo es conseguir un monopolio de oferta, poseyendo todas las propiedades inmuebles que aparecen en el tablero. Aquí no se trata de inmuebles, pero la dinámica no dista tanto a la que me estoy refiriendo. Si la propiedad en la que cae un jugador ya tiene dueño –como sucede con estas compañías–, estos pueden negociar para que se la compren... El que más propiedades tenga, ganará.  
Juegos a parte, y ya sin llegar a la fusión total de la empresa, por ejemplo, los acuerdos con proveedores son otras de las vías que actualmente más se están explotando en este sector. Es decir, la búsqueda de descuentos a los usuarios de una y otra empresa, ofrecer beneficios a los nuevos clientes... En resumen, se va creando una especie de cadena en la que cada eslabón va obteniendo su pellizco.
Lo importante, al fin y al cabo, es poder aterrizar en nuevos mercados para que, aunque sea lenta, se consiga la expansión de la empresa.
Llegar no es fácil, mantenerse, tampoco, pero crecer, quizá sea, hoy en día, la batalla más dura.

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