El próximo 15 de julio se celebra el Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, fecha que invita a reflexionar y a analizar el impacto de las nuevas tecnologías en la calidad de vida de las personas con discapacidad. En este contexto y por quinto año consecutivo, Keysight Technologies y la Fundación Adecco presentan el informe Tecnología y Discapacidad, un análisis que basa sus resultados en una encuesta realizada a 300 personas entre 20 y 58 años, con diferentes tipos de discapacidades, apoyándose en la encuesta Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según la encuesta Discapacidad, Autonomía Personal y situaciones de Dependencia, realizada por el INE, en España se contabilizan 3,2 millones de familias con alguna persona con discapacidad o, lo que es lo mismo, el 20% de los hogares españoles. El 84% cuenta con una sola persona con discapacidad; seguido de un 15% que presenta a dos personas y un 1% que contabiliza a tres o más personas con discapacidad.
Más de la mitad de estos hogares (51,5%) encuentra barreras de accesibilidad en su vivienda, siendo las más habituales las ubicadas en las escaleras (41,6%) y en el cuarto de baño (28,7%).
Fuera del hogar, las personas con discapacidad también acostumbran a encontrar barreras: al menos la mitad lo hace en la calle y sobre todo en el transporte público, encontrando dificultades para subir o bajar del vehículo, acceder a estaciones, interpretar o comprender planos, etcétera.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, “estos problemas, aparentemente logísticos, suponen un importante freno para la normalización de la vida de las personas con discapacidad y su consideración en el imaginario social. Al no poder participar en igualdad de condiciones en la vida privada y pública, se refuerzan los estigmas, las diferencias y las etiquetas”.
La accesibilidad como solución a las situaciones de dependencia
El Consejo de Europa describe la dependencia como un estado en el que se encuentran las personas que “por razones ligadas a la falta o la pérdida de capacidad física, psíquica o intelectual tienen necesidad de asistencia o ayudas importantes para realizar las actividades de la vida diaria”.
El Artículo 19 de la Convención de Derechos Humanos de la ONU establece el “derecho a una vida independiente y a ser incluido en la comunidad”. El estudio Investigación sobre las Tecnologías de la Sociedad de Información para todos, realizado por Centac, matiza que la vida independiente “no significa hacer todo por nosotros mismos, no necesitar a nadie o querer vivir en aislamiento. La vida independiente significa que exigimos las mismas opciones en el control de nuestra vida diaria que nuestros hermanos y hermanas sin discapacidad, el mismo que nuestros vecinos y amigos dan por sentado”.
La autonomía personal se define como” la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria. (Ley de Dependencia y Autonomía Personal). Por tanto, las personas con discapacidad, para lograr dicho derecho como cualquier persona, precisan de un entorno social facilitador para tomar decisiones sobre su propia vida de forma autónoma, según el Observatorio de la Discapacidad.
Según el informe, "desde hace ya algunos años venimos escuchando hablar del término Accesibilidad Universal, es decir, la cualidad que se confiere a los entornos, bienes o servicios, con el fin de hacerlos adecuados a las capacidades, necesidades y expectativas de todos sus potenciales usuarios. La dependencia y la accesibilidad son conceptos relativamente recientes e íntimamente relacionados. Si tenemos en cuenta la falta de accesibilidad que aún existe en nuestro entorno, podríamos determinar que, en muchas ocasiones, la dependencia es consecuencia directa de la falta de accesibilidad. Dicho de otro modo, la inaccesibilidad puede crear situaciones de dependencia injustificadas". De hecho, ocho de cada diez personas con discapacidad considera que fomentar la accesibilidad puede ser la solución a muchas situaciones de dependencia.
Las nuevas tecnologías, aliadas de la accesibilidad universal
La firme apuesta por la accesibilidad puede ser la solución a numerosas situaciones de dependencia. En este sentido, las nuevas tecnologías cobran una importancia esencial para impulsar soluciones de diseño accesible/mejoras tecnológicas que fomenten la autonomía, independencia y calidad de vida de las personas con discapacidad.
Sin embargo, las nuevas tecnologías no solo impactan positivamente en las personas con discapacidad, sino en la calidad de vida de sus familiares y cuidadores; un 68% así lo declara, la mayoría (44%) debido a que estas tecnologías posibilitan una mayor comunicación, seguido de un 24% que alega otros motivos.
La contratación de personas con discapacidad ha seguido una tendencia ascendente durante los últimos años, alcanzándose en 2015 el máximo histórico, con 95.238 contratos, un 15% más que en 2014 y un 56% más que en 2012.
En el incremento de contrataciones son muchos los factores que han influido. El informe habla de un cambio de mentalidad por parte de las empresas, cada vez más abiertas a la diversidad, pese a que queda un largo camino por recorrer; así como una evolución en el autoconcepto de las propias personas con discapacidad, principalmente de los más jóvenes. Así, según se explica en el documento, "las nuevas generaciones se plantean, cada vez más, un futuro profesional en el que puedan trabajar, rompiendo la obsoleta tradición que relaciona a la persona con discapacidad con la inactividad y la dependencia".
Además de los mencionados, "la revolución tecnológica también ha podido influir en este incremento del empleo de las personas con discapacidad. En efecto, la irrupción de las nuevas tecnologías y adaptaciones tecnológicas, permiten a las personas con discapacidad desempeñar puestos de trabajo en los que hace años estaban prácticamente excluidos. Estas adaptaciones mitigan las dificultades derivadas de la movilidad, la audición o la visión reducidas, posibilitando que las personas con discapacidad utilicen su potencial en el ámbito laboral, en condiciones normalizadas".