El Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) publicó, recientemente, los datos de 2013 con respecto al reparto de la renta en la comunidad. Una información que deja entrever una gran desigualdad territorial que afecta especialmente a dos colectivos que, en este sentido, se muestran más vulnerables: los menores de 18 años y las personas mayores. 

Según los indicadores territoriales de riesgo de pobreza y exclusión social, el sur y el interior de Catalunya son las áreas más perjudicadas. 

Concretamente, atendiendo a los datos referidos a la población senior, el Idescat informa de que los resultados presentan niveles más altos en las comarcas del interior. Es el caso de Les Garrigues, Urgell, Pallars Jussà y Pallars Sobirà, donde los mayores de 75 años que viven solos –aumentando su riesgo de exclusión social– superan el 30% del total. 

En cambio, en áreas como Maresme, Pla de l’Estany, Baix Llobregat, Terra Alta y Baix Penedès estos rondan el 20%. En un término medio –en torno al 25%– se encuentran, entre otras comarcas, el Alt Urgell, Berguedà, Osona, Girona y el sur de la provincia de Tarragona.

Por su parte, en lo que a los niveles de renta se refiere, la provincia de Lleida es, en términos generales, la que valores más bajos presenta. A pesar de ello, son las Terres de l’Ebre las que conforman la zona más afectada. 

Esta situación se hace especialmente latente si se presta atención a la media de las pensiones contributivas, valor en el que las zonas más perjudicadas son Noguera, Pla d’Urgell, Les Garrigues y Priorat. En estos lugares los mayores poseen pensiones medias que rondan los 750 euros, dato que contrasta, por ejemplo, con el Baix Llobregat, Garraf, Girona o Barcelona, donde estas se sitúan en torno a los 1.000 euros.