Seis de cada diez personas con necesidades asistenciales en España piden que sus seguros incluyan servicios asistenciales tanto para ellos como para sus familiares directos, y la gran mayoría estarían dispuestas a pagar más por ello. Así lo revela el Estudio Oficial sobre la Importancia de los Servicios Asistenciales para el Sector Asegurador elaborado por Dpen-D (Grupo Cuideo), empresa líder en servicios de cuidado y asistencia domiciliaria, realizada en enero de 2024 a 25.000 personas con necesidades asistenciales.

La encuesta de Dpen-D (Grupo Cuideo) revela que actualmente nueve de cada diez personas con necesidades asistenciales tienen contratado algún tipo de seguro, siendo los más comunes el seguro del hogar (93%), el de decesos (59%), el de salud (48%) y el de accidentes (20%).

El 62,3% de encuestados quiere tener servicios asistenciales en su seguro, tanto para los asegurados como para sus familiares directos, y el 68% considera importante la creación de seguros que cubran financieramente las necesidades asistenciales. De estos, la mitad estarían dispuestos a pagar entre 11 y 50 euros al mes y el 25% más de 50 euros al mes, algunos incluso a superar los 100 euros mensuales.

Entre los servicios que los asegurados desearían ver incluidos en sus pólizas se encuentran las horas de cuidado de mayores en casa, los servicios especializados como fisioterapia y podología, y la tramitación de subvenciones públicas para la dependencia. Además, los encuestados destacan la necesidad de incluir horas de limpieza, servicios de psicología clínica para combatir la soledad, la teleasistencia mediante dispositivos de emergencia, y las videoconsultas médicas.

España cuenta con 1,6 millones de personas mayores dependientes, de las cuales 1,2 millones están en casa, según datos de Dpen-D (Grupo Cuideo). Además, el 87% de estas personas prefieren envejecer en su hogar con la ayuda de servicios profesionales a domicilio, según datos de la OCU (2017). Se prevé que para 2050, España será uno de los países con mayor proporción de población envejecida en el mundo, con una edad media de 51,8 años.

Esta evolución demográfica subraya la importancia de adaptar los servicios asistenciales y de cuidado para satisfacer las necesidades de una población envejecida.

En este contexto adquiere especial relevancia la silver economy, que abarca una amplia variedad de actividades económicas y los servicios destinados a las personas mayores de 65 años. La silver economy es un motor clave para la economía futura, ya que se estima que su volumen de negocio global crecerá de 3.900 millones de euros en 2020 a 5.600 millones en 2030.

Según el informe Tendencias y Retos de los Seniors para Empresas e Instituciones, elaborado por Silver Economy Group, el sector crece anualmente un 3%. A nivel europeo, se espera que la población dependiente se duplique en los próximos 20 años y que aumente la necesidad de modelos de cuidados eficientes y basados en la tecnología.