"He tomado esta decisión a la vista de los resultados de las elecciones celebradas ayer", declaraba en su comparecencia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Acabo de mantener un despacho con Su Majestad el Rey, en el que he comunicado al jefe del Estado la decisión de convocar un Consejo de Ministros esta misma tarde para disolver las Cortes y proceder a la convocatoria de las elecciones generales, en uso de la prerrogativa que la Constitución atribuye al presidente del Gobierno".

La convocatoria formal de las elecciones ya aparece publicada en el Boletín Oficial del Estado, de forma que los comicios se celebrarán el domingo 23 de julio.

"Y aunque las votaciones de ayer tenían un alcance municipal y autonómico, el sentido del voto traslada un mensaje que va más allá. Y por eso, como presidente del Gobierno, y también como secretario general del Partido Socialista, asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular", continuó Sánchez. "Creo que lo mejor es que los españoles y españolas tomen la palabra, se pronuncien sin demora para definir el rumbo político del país", apuntó el presidente ante los medios de comunicación.

La portavoz de la Comité Electoral y ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, ya reconocía, tras conocer los resultados de los comicios del domingo, "la derrota del PSOE en estas elecciones municipales y autonómicas". 

Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, reaccionaba ante la declaración de Sánchez pidiendo "la confianza de los ciudadanos para ser presidente del Gobierno de España”. Nuñez Feijóo celebraba que “España ya está convocada para derogar el sanchismo en 54 días” y, asimismo, subrayó que "hay otra forma de hacer política en la forma y en el fondo”.

La decisión anunciada ayer por el presidente del Gobierno ha supuesto una sorpresa derivada directamente de los resultados de los comicios del domingo, unas elecciones locales en las que el PP se alzó con 7 millones de votos (31,53%) frente a los 6,3 millones conseguidos por el PSOE (28,12%).

Los populares han sido, por tanto, primera fuerza en seis de las ocho grandes capitales de España –Madrid, Sevilla, Valencia, Málaga, Murcia y Zaragoza– y han alcanzado la mayoría absoluta en Madrid, Murcia y Málaga. 

Se trata de un nuevo escenario político en el que el PP se dibuja como primera fuerza, desbancando a los socialistas en las principales comunidades y arrrebatando las regiones de Comunitat Valenciana, Aragón, Extremadura, Illes Balears, Cantabria y La Rioja.