Oria dice que el medio rural es el ‘gran olvidado’ de las políticas de accesibilidad
El consejero estuvo en la inauguración de la jornada 'Discampoocidad' sobre la discapacidad en Campoo-Los Valles

El consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, dijo, la semana pasada, que el medio rural es el "gran olvidado" de las políticas de accesibilidad, aunque "está mejorando", ya que "de hecho, algunas poblaciones o comarcas carecen prácticamente de todo recurso que facilite las condiciones de vida a las personas con discapacidad o dependientes".
Jesús Oria ha pronunciado estas palabras con motivo de la inauguración de la jornada 'Discampoocidad' sobre la discapacidad en Campoo-Los Valles, organizada por la Asociación Desarrollo Territorial (ADT) Campoo-Los Valles, Ampros y el Ayuntamiento de Reinosa, y celebrada en la Sala de la Chimenea de La Casona del municipio.
En el acto han estado presentes, además del consejero, el presidente de la ADT Campoo-Los Valles, Agustín Pernía; la presidenta de Ampros, Carmen Sánchez, y el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio, así como el presidente de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, Pedro Gómez. También han asistido otros alcaldes de la comarca de Campoo-Los Valles, representantes políticos, técnicos, y miembros de asociaciones comarcales y de Unidades Básicas de Acción Social (UBAS), destinatarios directos de la Jornada.
El consejero, en su intervención de apertura de la jornada, tras aludir a sus circunstancias personales y a su trabajo como Orientador Escolar durante muchos años, que le hacen "ser especialmente sensible" con todo lo relacionado con la mejora de las condiciones de vida de las personas que tienen cualquier tipo de limitaciones, ha señalado que el colectivo de personas con discapacidad, mayores de seis años, supone aproximadamente el 11% de la población total dentro del medio rural, es decir, alrededor de un millón de ciudadanos, pero que "en el caso de las personas mayores de 65 años, la cifra se eleva hasta el 34%".
Según el Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), estas personas sufren el efecto perverso de la llamada Triple D: Distancia a los servicios básicos ubicados en territorios urbanos, Dispersión geográfica y Discapacidad. Precisamente, explicaron desde el Cermi, que esos son algunos de los motivos que hacen que este colectivo sea invisible para el resto de la sociedad, y que viva con carencias importantes que dificultan claramente su calidad de vida. En este sentido, según Oria, no hay duda que "nuestra sociedad está organizada con criterios fuertemente urbanos y economicistas, que penalizan de algún modo a quienes viven en entornos rurales y que, además, tienen alguna limitación o discapacidad".
Por otro lado, la guía elaborada por el Equipo Acceplan, del Instituto Universitario de Estudios Europeos, señala que las principales barreras de las personas con discapacidad, que viven en el medio rural, son las culturales y sociales, con componentes de "compasión y estigmatización" hacía esas personas; las vinculadas al entorno urbano, de manera que impiden la "utilización, acceso o disfrute" a determinados edificios; las vinculadas al transporte y sistemas de movilidad, especialmente al transporte público, diseñado en función de los valores antropométricos y funcionales de "normalidad", y las vinculadas a la interacción, el entorno y la utilización de las nuevas tecnologías.