La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) presentó recientemente la actualización de su Sistema de Acreditación de Calidad en Servicios para Personas Mayores, versión 4.0., en el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid.

Con la apertura del acto de la mano del presidente de la SEGG, José Augusto García Navarro, Salomé Martín y Pilar Serrano, coautoras del sistema, fueron las encargadas de la presentación. El nuevo sistema, como sus versiones anteriores, fomenta la transparencia y la mejora continua para la atención de calidad en centros residenciales y centros de día.

Establece tres niveles de acreditación (Acreditado, Avanzado y Excelente), y la obtención de  cada uno de los niveles dependerá del cumplimiento de los requisitos normativos específicos de cada comunidad autónoma. El sistema exige que los centros cumplan con la normativa vigente y un porcentaje variable de criterios específicos para cada nivel, por lo que el primer paso a realizar por cada uno de ellos es una autoevaluación y una memoria, que revisará un evaluador experto y que,  una vez estudiados los documentos, propondrá un plan de mejora en aquellas áreas más deficitarias, antes de que se le realice al centro una auditoría externa de obligatorio cumplimiento para la obtención del certificado, que tiene una validez de tres años.

El nuevo Modelo de Acreditación en Centros de Atención a Personas Mayores 4.0. se basa en distintos puntos de implementación e importancia de los sistemas de calidad en la atención a personas mayores, con un enfoque en los derechos y la dignidad de los residentes en centros de atención.

En la presentación se enfatizaron aspectos importantes como:
1. Derechos y participación: Importancia de dar autonomía a los residentes, permitiéndoles decisiones sencillas (horarios, actividades) y complejas (como la forma de recibir cuidados al final de la vida).
2. Entorno adaptado: Crear un ambiente acogedor y seguro para cada residente, incluyendo personalización y ajustes en función de sus necesidades.
3. Organización y formación del personal: Necesidad de un equipo preparado, consciente de sus responsabilidades y con opciones de formación continua.
4. Gestión de eventos y quejas: No solo registrar quejas, sino tomar acciones para mejorar continuamente.
5. Apoyo familiar: Fomentar la participación de familiares, especialmente en situaciones críticas, asegurando que se sientan informados y presentes en el cuidado.

En la exposición de los criterios que constituyen el sistema se pusieron algunos ejemplos en los que quedó en evidencia que, desde las cosas más simples, como que la persona defina como quiere ser llamada y tratada, hasta las más complejas, como puede ser el contar con un comité de ética, son activos de calidad.

UNA HERRAMIENTA OBJETIVA, CIENTÍFICA Y PRÁCTICA

La SEGG considera que disponer de un sistema de calidad propio es “una obligación ineludible como sociedad científica que persigue mejorar la calidad de vida para las personas mayores y que pretende influir en la ciudadanía y la sociedad”. Ello parece posible con un sistema que proporciona, exponen, “una herramienta objetiva, científica y práctica que permite a las entidades prestadoras de los servicios acreditar su nivel de calidad generando seguridad y confianza, algo que ha entendido el Imserso al avalarlo”.

Añaden, asimismo, que esta versión ha sido elaborada por un equipo multidisciplinar, con experiencia tanto en el campo de los cuidados como en el de calidad, algunos de ellos de larga trayectoria en el equipo y que, junto a los criterios, han diseñado los documentos necesarios y también las vías de verificación para las auditorias.

“Dado que el sistema de calidad de la SEGG hace hincapié en las personas mayores como sujetos de pleno derecho, sean cuales sean sus circunstancias, capacidades o vulnerabilidades, estas cuestiones se sitúan en el primer eje, el principal, que consta de tres apartados basados en un modelo de atención en el que priman los derechos, las oportunidades de participación en el centro y la ética de los cuidados”, explican desde la Sociedad.

Los cuatro apartados mencionados abarcan desde la organización y funcionamiento en sí mismo, la imprescindible adaptación de los entornos o los recursos humanos adecuados para llegar a la mejora continua y las buenas prácticas. “Resta un tercer eje, complementario de los anteriores, en el que se tienen en cuenta otros agentes que contribuyen a la calidad, los familiares y allegados y la sociedad en general”, explican desde la SEGG. Sus tres apartados están constituidos por la relación del centro con los familiares o allegados más próximos a la persona mayor la relación existente con el entorno cercano, comunitario y la influencia que puede ejercer el centro en la puesta en valor de los cuidados.

INFORMACIÓN DE INTERÉS

A partir del 18 de noviembre ya se puede solicitar todo tipo de información, tanto práctica como económica, en el siguiente correo: acreditacionsegg@segg.es. El nuevo sistema de Acreditación 4.0 entrará en vigor el día 1 de enero de 2025.