La PMP apuesta por articular un Marco Estratégico Estatal que refuerce las políticas frente a la soledad
En apoyo al impulso ante la ONU del establecimiento del 16 de diciembre como Día Internacional contra la Soledad no Deseada, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha destacado la necesidad de un Marco Estratégico Estatal para afrontar las diversas formas de soledad, el cual debe abarcar todo el ciclo vital, ser intergeneracional, transversal y socialmente ambicioso.
La soledad no deseada se ha consolidado como una epidemia silenciosa y un problema estructural que afecta a personas de todas las edades y lugares. En contra de la creencia popular de que afecta solo a la vejez, la evidencia demuestra que también golpea con fuerza a jóvenes, adultos y colectivos vulnerables, como son las personas sin hogar, personas institucionalizadas, mayores con discapacidad, personas de muy avanzada edad que viven solas, población migrante y cuidadores/as. Las causas de las soledades son complejas y tienen una incidencia especial en ellas diversas situaciones de vulnerabilidad.
A este respecto, la plataforma ha recalcado que la soledad adquiere dimensiones especialmente graves cuando se entrecruza con la discapacidad y otros factores de vulnerabilidad como ser mujer, tener una edad avanzada, disponer de escasos recursos o residir en entornos rurales. Estas son circunstancias que amplifican las dificultades cotidianas y limitan las oportunidades de participación social. Esta realidad subraya la urgencia de impulsar medidas integrales que garanticen apoyo, inclusión y acompañamiento para las personas con discapacidad mayores en situación de vulnerabilidad.
En la actualidad, aproximadamente una de cada cinco personas adultas declara sentirse sola. Las estadísticas más recientes del Observatorio SoledadES reflejan la diversidad del fenómeno, describiendo una “curva en forma de U” donde la soledad es elevada en la juventud, disminuye en la edad adulta y vuelve a crecer a partir de los 65 años. En concreto, un 14,5 % de las personas entre 65 y 74 años declara estar en esta situación, cifra que se eleva al 20 % en el grupo de 75 años o más, con especial repercusión en personas de edades muy avanzadas (mayores de 85 años) que viven solas y que son mayoritariamente mujeres.
Las soledades prolongadas inciden negativamente en la salud física y emocional de las personas, provocando la pérdida de redes sociales y elevando significativamente el riesgo de mortalidad temprana y la duplicación de problemas de salud mental. Afectan también a la cohesión social y a la fortaleza democrática de nuestras comunidades.
Para hacer frente a este reto con múltiples caras y consecuencias sociales y sanitarias, la PMP ha subrayado que la respuesta debe ser fundamentalmente transversal y comunitaria, articulada a través de todas las políticas públicas que modelan la vida cotidiana. En este sentido, la plataforma ha advertido que el futuro Marco Estratégico Estatal debe incorporarse en todos los ámbitos gubernamentales, pues la soledad no depende de una única área. Esto implica incluir la perspectiva de la soledad en las políticas de vivienda y urbanismo, promoviendo entornos que faciliten la convivencia y eviten el aislamiento. Igualmente, la PMP considera esencial actuar en la digitalización y la inclusión digital, asegurando el acceso, la formación y la conectividad a todas las edades; así como abordar las políticas de igualdad, no discriminación y derechos sociales para reconocer los factores de vulnerabilidad.
De igual manera, la PMP ha instado a revisar las políticas de consumo, accesibilidad y servicios públicos para asegurar la no exclusión por barreras físicas o tecnológicas, además de reforzar las redes sociales y el apoyo mutuo mediante políticas de empleo, cultura, transporte y participación ciudadana. Sin la integración de esta visión transversal, la PMP advierte que cualquier estrategia resultará “incompleta, limitada o sin impacto real”.
La plataforma, en su colaboración activa para la elaboración del Marco Estratégico Estatal, defiende un enfoque integral que priorice la prevención, la detección precoz y la atención comunitaria, yendo más allá de las soluciones puramente asistenciales. Considera vital la apertura de canales de evaluación y seguimiento de los proyectos y programas destinados a prevenir o atender las soledades, con indicadores claros y datos públicos que permitan ajustar continuamente las políticas, medir su impacto y rendir cuentas a la ciudadanía.
En síntesis, el Marco Estratégico Estatal propuesto por la PMP contempla de forma transversal, al menos, las siguientes políticas: Educación para la convivencia y la responsabilización social del conjunto de la ciudadanía; Vivienda y urbanismo, garantizando entornos que faciliten la convivencia; Inclusión digital, facilitando acceso, formación y conectividad a toda la población; Equidad, contemplando especialmente el apoyo a los grupos y territorios más vulnerables o más expuestos al aislamiento; Acceso universal a los servicios públicos esenciales y protección de los consumidores; Transporte asequible y accesible para toda la población; y Participación en la cultura y en el ocio.
La plataforma, ha recalcado que “sin este tipo de políticas nuestra sociedad puede seguir siendo un espacio que incrementa las soledades y el aislamiento y deja a cada vez más personas abandonadas a su suerte”.
Por último, la PMP ha recordado que la soledad no deseada es un asunto colectivo que demanda el compromiso activo de las Administraciones, comunidades, entidades sociales, familias y ciudadanos, porque “la soledad se combate con cercanía, comunidad y solidaridad”. La elección y el impulso del 16 de diciembre como efeméride que sensibilice a la sociedad sobre este problema no es casual, dada su cercanía a las celebraciones navideñas, época en la que la sensación de soledad a menudo se acentúa para muchas personas.
“La soledad refleja una realidad que muchas personas experimentan cada día: no distingue edades ni circunstancias”, ha señalado el presidente de la PMP, Jesús Norberto Fernández. “Para cambiar esta situación, el Marco Estratégico debe integrarse en todas las políticas públicas, formando parte de cómo vivimos, trabajamos, nos relacionamos y habitamos nuestras comunidades; solo así lograremos construir un país más unido, más humano y verdaderamente solidario”, ha concluido Fernández.
