La III Jornada de Asecege aborda la humanización como eje de la atención centrada en la persona
Expertos del sector debatieron, en Oviedo, los principales temas que atañen al cuidado de los mayores y a la calidad de vida del colectivo
La Asociación de Centros Geriátricos del Principado de Asturias (Ascege) organizó, en Oviedo, la tercera edición de su Jornada de Atención Residencial, encuentro que giró en torno a la importancia de la humanización en el proceso de atención. “Es una filosofía de vida que está primando en los últimos tiempos en las cuestiones que atañen a la salud de las personas, fundamentalmente a las más vulnerables. De ahí, que las actuales prácticas profesionales de Enfermería vayan encaminadas a concebir el trato a las personas mayores desde el punto de vista de la humanización, que contribuye de manera directa a la mejora de la calidad asistencial y a la generación de mejores resultados en la salud”, destacaron desde Acege.
Ana Suárez, directora gerente del organismo autónomo ERA, destacó en su intervención que “humanizar es un concepto que debe ser inherente a las relaciones, a unas relaciones sin desequilibrio, horizontales y respetuosas. Es algo que en nuestras residencias, en todas, debe formar parte de algo tan ligado a la fragilidad y al impulso del derecho y la autonomía, como es cuidar”.
Por su parte, el presidente de Ascege, Arsenio Alonso-Collada, recordó los inicios de esta asociación: “Somos 27 centros asociados, con reivindicaciones históricas como la unificación del IVA al 4% y la financiación de la dependencia”. “Nuestro objetivo es conseguir una atención humanizada con una verdadera colaboración público-privada”, concluyó.
En la jornada también se trató la Atención Centrada en la Persona, de la mano de la doctora en Psicología Teresa Martínez, para quien la ACP “está de moda y esto tiene una parte positiva y otra negativa. La ACP es un eje que viene siendo reconocido por varios países, no es una moda pasajera”.
“Humanizar el cuidado es cuidar para la felicidad. Esta felicidad no viene de fuera, es la libertad de cada uno de elegir cómo construye su vida”, expuso Laura Steegman, directora de Enfermería y responsable de la residencia del Centro San Camilo. “En el centro tenemos la suerte de tener una unidad de cuidados paliativos. La cultura paliativista del centro que hable de familia, se sirve en la residencia. La felicidad no viene de fuera, es la libertad de cada uno de elegir cómo construye su vida. El cuidado será facilitar esa búsqueda que cada uno ha elegido”. Para Steegman, desde el punto de vista ético, “somos lo que elegimos. En San Camilo creamos hogar, creamos familia: la humanización se construye de pequeños detalles Las instalaciones tienen que ser acogedoras, para uso de todos, con muchas estancias de encuentro, teniendo en cuenta el efecto positivo de la estética. No tenemos horarios, dejamos que la familia esté al lado de su ser querido, siempre que haya respeto y se cumplan normas de convivencia. No nos escandalizamos, siempre pensando que cuidamos para la vida, para la felicidad”. En definitiva, la felicidad la construye uno mismo.
Convencido de la facultad de la empresa para mejorar la sociedad, José María Toro Fernández, presidente de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (Aerte) y secretario general del Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), se pregunta cómo somos capaces de ganarnos la vida con el objetivo de solucionar un problema social importante. “Estamos en un sector muy delicado; todo lo que pasa en el sector, cuando sale, siempre es negativo. Es un trabajo muy duro y las noticias que salen, también”, se lamentó.