La Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha decidido paralizar totalmente los ingresos en la residencia de personas mayores de Carlet con el objetivo de seguir en la política de reducir la ratio que se inició el pasado mes de abril, y que busca poder comenzar a solucionar la situación "de abandono" que el centro ha sufrido durante años.
Así, lo explicó la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, quien visitó el centro para reunirse con la dirección y el personal de la residencia, después de que desde la Conselleria se haya abierto una investigación para esclarecer el trato que recibió un usuario, tras hacerse pública una imagen en la que el hombre se encontraba en el suelo.
La vicepresidenta también informó de que el director le ha presentado su renuncia a seguir en el centro, por lo que ahora tendrán que buscar una persona que quiera "redirigir un barco con muchas dificultades", para lo que expresó su deseo de que puedan contar con la colaboración de toda la plantilla.
En este sentido, la consellera agradeció a los empleados la voluntad de facilitar la gobernabilidad del centro con, por ejemplo, cambios en los turnos vacacionales. De esta manera, el comité de empresa ha expresado su compromiso de que, en este año y el próximo, los periodos de vacaciones no sean inferiores a 15 días, preferiblemente un mes, lo que facilitará la tarea de encontrar personas dispuestas a asumir los contratos de sustitución.
Oltra también conoció a Vicente, el hombre de la imagen, y se reunió con su familia para trasladarles su disculpas porque "han visto pisoteada su dignidad", explicó que tras la visita que realizó al centro el pasado mes de diciembre, y en la que la plantilla del mismo ya le trasladó su preocupación por la falta de personal, ya se acordó paralizar los ingresos, salvo aquellos que fueran urgentes, que ahora también se paralizarán.
La situación que se vive en la residencia de Carlet es "consecuencia de los recortes que durante años ha sufrido el sector público", y que no se puede arreglar "ni en un año ni dos ni en tres", por eso en abril se adoptó la decisión de ordenar que no se hicieran nuevos ingresos, "conscientes de que la ratio de usuarios por trabajador era la legal, pero no la óptima".
Esta decisión ya permitido reducir en 48 el número de residentes, ya que sólo se han producido 7 ingresos de casos graves, ha informado la consellera, quien ha incidido en que a partir de ahora "estaremos en ingresos cero". "Mientras no podamos ampliar plantilla vamos a disminuir el número de residentes", aseguró.
20 años de "abandono de lo público"
Oltra ha lamentado que las políticas de "privatización y de abandono de lo público" a que el anterior Gobierno sometió a los servicios sociales "durante 20 años" han dado lugar a situaciones como las de Carlet, donde "los residentes están bien", pero no se han atendido las necesidades del personal, que también se ha visto "constreñido con un sistema legal, como la ley Montoro, que no permite sustituir ni renovar plantillas".
A la falta de personal, explicó, se suma también la falta de inspectores que existe en la Conselleria de Igualdad, donde hace un año solo había siete, y ahora se han incrementado hasta nueve, aunque debería haber 27, para cumplir la ley y hacer frente a las necesidades reales.
"En cada residencia que he visitado este año los problemas siempre son los mismos y las quejas de los trabajadores también, y es el abandono que durante años ha padecido este sector", manifestó, y explicó que por ese motivo la conselleria apuesta por un cambio de modelo en que se prime "la autonomía frente a la dependencia", y en el que se quiere sustituir "los macrocentros" por residencias que se parezcan "más a una casa".