Recientemente, la Federació d'Associacions de Gent Gran de Catalunya (Fatec), el Ateneu barcelonés y del diario Ara, entre otros, celebraron una mesa de debate bajo el título "Maltractaments a les persones grans. Una realitat oculta que exigeix respostes".
Durante la misma se procedió a la presentación del documento número 47 de los Debats Catalunya Social-Propostes del Tercer Sector. El informe, elaborado por el abogado Jordi Muñoz, es un decálogo que recoge diversas propuestas para hacer frente al maltrato a las personas mayores. La presentación del documento fue llevada a cabo por el presidente de Fatec, Josep Carné, así como por el propio autor. Acto seguido se procedió a una mesa red miedo.
1. Políticas educativas de sensibilización para niños y jóvenes. Es necesario que los niños y los jóvenes tengan presente qué es el envejecimiento y sus consecuencias, y que se potencie el reconocimiento de las personas grandes, su rol social y familiar, y se promueva el buen trato.
2. Dar a conocer a la sociedad qué son los maltratos a personas grandes y sus consecuencias. En ocasiones, cuando se imparte formación sobre maltratos, no se detalla y profundiza en qué consisten. Algunas personas no se dan cuenta de lo qué es realmente es el maltrato.
3. Servicios específicos para personas mayores maltratadas. Hay una carencia muy importante de servicios especializados en la atención a víctimas de maltratos. Cuando alguna persona sufre, no dispone de un teléfono de consulta o apoyo especializado, a diferencia de los casos de violencia de género, que sí tienen un teléfono específico. Es imprescindible recibir apoyo y asesoramiento de profesionales que conozcan las particularidades de los maltratos a personas grandes, que estén formatos, y que sean especialmente sensibles con estas situaciones..
4. Recursos de protección para mayores maltratados. No hay prestaciones económicas, alojamientos específicos, ni equipos de asesoramiento.
5. Viviendas para afectados. Es una necesidad urgente e imprescindible de resolver. Permanecer en una vivienda es la voluntad de un número importante de personas mayores y, si además se puede facilitar una convivencia con otras personas, esto ofrece a la persona uno en torno a seguridad y mejora de su calidad de vida.
6. Programas para maltratadores. No solo es necesario actuar y proteger la persona maltratada, sino que también hay que actuar con respecto a lo causante. Así, es necesario la creación de programas específicos destinados a maltratadores, con el objetivo de tratar patologías mentales como trastornos de conducta, adicciones, conflictos familiares, etcétera.
7. Información y formación para los profesionales y de las propias personas mayores. Por eso, hace falta una formación especializada y continuada. Al mismo tiempo, hay que explicar a los mayores qué es el maltrato, cuáles son sus consecuencias, e informarlos y formarlos sobre cómo actuar y evitar el maltrato.
8. Potenciar la coordinación de profesionales con protocolos firmados y de obligado cumplimiento para servicios sociales, salud, cuerpos de seguridad, juzgados, fiscalía y todos aquellos agentes implicados. Uno de los principales problemas en la detección, evaluación e intervención de situaciones de maltratos es la coordinación de los profesionales. El hecho de que haya dudas, comporta una deficiente detección e intervención, con el perjuicio que supone para el afectado.
9. Agilitzación de los procesos judiciales. La persona de edad avanzada, no puede esperar años a que se resuelva un procedimiento judicial porque la solución a su problema llegará tarde, es decir, cuando ya esté muy perjudicada por la situación o cuando ya sea insostenible, como sucede en algunos casos. Cuando se produce un maltrato o abuso a una persona mayor es imprescindible acortar los plazos judiciales y priorizar, cuando sea necesario, este tema ante otros.
10. Cambios legislativos en el ámbito penal, y potenciación del uso de los recursos legales existentes. Es necesario repensar la legislación sancionadora (Código Penal) como medida coercitiva para parar las situaciones de maltrato, especialmente en casos de personas vulnerables, y tener en cuenta la carencia de valores de la sociedad respeto estas personas. Con las políticas educativas y la sensibilización de la sociedad posiblemente no será necesario un régimen sancionador, pero es obvio que hará falta mucho tiempo y recursos para obtener resultados.