Pregunta.- HelpAge mantiene un firme compromiso desde hace décadas con la lucha a favor de los derechos de los mayores. ¿Es el edadismo la principal amenaza contra esos derechos?

Respuesta.- El edadismo, o discriminación por razón de edad, es, sin duda, la principal amenaza para el bienestar y los derechos de las personas mayores, aunque no somos lo suficientemente conscientes. Ese trato diferente que en muchas ocasiones se traduce además en trato discriminatorio nos merma oportunidades, menoscaba nuestros derechos y nuestra autoestima y nos limita a la hora de desarrollar nuestro proyecto de vida más allá de los 60 años. Evidentemente, hay muchas intensidades de edadismo, pero según algunos informes el edadismo también acorta la vida de las personas que lo sufren. Esta discriminación además es interseccional, y la vivimos en todos los ámbitos, en el entorno laboral, en la salud, en la educación y la alfabetización digital, en la accesibilidad a bienes y servicios y nuestro ámbito familiar y doméstico. Por todo esto hay que ser conscientes de esta realidad, hacer mucha sensibilización y concienciación a toda la sociedad, incluidos los poderes públicos.

P.- Hace un año, en base a ese compromiso, ponían en marcha el Observatorio del Edadismo. ¿Qué balance realiza de este proyecto desde que comenzó y, en líneas generales, cuáles continúan siendo sus objetivos prioritarios de actuación?

R.- La idea del observatorio nació precisamente para conocer y analizar mejor el edadismo y diseñar y poner en marcha acciones y proyectos que permitan una mayor sensibilización y concienciación para ir eliminado y erradicando esa discriminación, tanto en el ámbito público y empresarial como en el privado. Hasta ahora hemos trabajado en tres ámbitos, la justicia, la comunicación y las políticas públicas. Este año hemos lanzado la Guía para una comunicación libre de edadismo hacia las personas mayores, en catalán, gallego y euskera. En el ámbito de la justicia, hemos publicado el documento Las personas mayores y el derecho de acceso a la justicia, basado en las Reglas de Brasilia y otros instrumentos internacionales. Además, en la línea de políticas públicas, estamos llevando a cabo grupos focales con ayuntamientos para mejorar las políticas dirigidas a las personas mayores en sus respectivos territorios. Y lo más singular, quizás, ha sido una serie de podcast que denominamos ‘Rompiendo con el edadismo’, en los que queremos visibilizar y poner en valor el talento de las personas mayores, reivindicando y recuperando a grandes figuras que son un excelente ejemplo de longevidad. Os animamos a escucharlo en la red.

P.- Nació, y supongo que esa sigue siendo su razón de ser, con la finalidad de convertirse en una herramienta dirigida a reducir este tipo de discriminación. ¿A través de qué acciones materializan este reto?

R.- Uno de los hallazgos de un grupo focal que realizamos anteriormente, es que muchas personas mayores no están familiarizadas con el término ‘edadismo’. Las acciones que estamos llevando a cabo, además de dirigirse a periodistas y juristas, buscan llegar a los ayuntamientos para sensibilizar a las personas mayores sobre esta forma de discriminación y, al mismo tiempo, promover la mejora de las políticas públicas orientadas a las mismas personas mayores.

P.- ¿Han sido conscientes, en estos meses, de algunas conclusiones al respecto del edadismo que hasta ahora desconocían? Es decir, ¿en cierta manera podríamos decir que estamos ante un fenómeno mucho más destructivo contra los derechos de los sénior de lo que pensábamos?

R.- Lo más grave es que hay muy poca gente que sea consciente de esta realidad independientemente de la edad y que además no es una discriminación que esté en la agenda política. La gente tiende a pensar que las personas mayores son unos privilegiados y que lo tienen todo resuelto. Hay muchos sesgos edadistas que también están influyendo en las relaciones intergeneracionales, tenemos que hacer pensar a los jóvenes también en esto. El edadismo no es un problema de las personas mayores es un problema de la sociedad que sufren las personas mayores. Otra cosa que hemos visto es que nadie se considera edadista, a pesar de que la OMS dice que una de cada dos personas lo somos. Es algo tan interiorizado en nuestro comportamiento que lo tenemos asumido como normal.

P.- Desde su conocimiento, ¿cuáles son las consecuencias más nefastas del edadismo y, por lo tanto, por lo que es más urgente actuar frente a él?

R.- Los informes de la OMS demuestran que el edadismo está vinculado a una peor salud física y mental, así como a un mayor aislamiento social y soledad. Suena muy duro pero el edadismo, como la soledad, también mata y acorta años de vida, porque los años de vida en la vejez están asociados a un buen bienestar físico y emocional. A través de otra línea de HelpAge International España, el Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores (SEAM), vemos a diario muchos casos de edadismo, algunos sencillos como restricciones en el consumo y algunas actividades de ocio, pero otras con un impacto más grave como la limitación de algunas pacientes en protocolos de rehabilitación cuando viven algunos episodios de enfermedad como los ictus. Se les limita el acceso a algunas terapias.

P.- Como decía, esa Guía para una Comunicación libre de edadismo ha sido una de las iniciativas más consolidadas y que ha llegado a muchas regiones de España. ¿Tenemos los medios de comunicación una responsabilidad, en primer término, para desterrar los estereotipos que giran en torno a la vejez?

R.- Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en la formación de la opinión pública y las percepciones sociales, por lo que su influencia es fundamental en cómo se perciben las personas mayores. Por ejemplo, el término ‘anciano’ que suele ser muy usado por los medios, a menudo se asocia con una persona convaleciente o dependiente, cuando en realidad las personas mayores pueden ser autónomas, independientes y pueden seguir realizando diversas actividades. Con el paso del tiempo, la vejez se ha convertido en una etapa más activa y diversa, y se espera que, en el futuro, la población mayor supere a la más joven. Es esencial ser conscientes de que la vida en la vejez no es la misma que antes, y que las personas mayores llevan vidas plenas y participativas. La Guía para una Comunicación Libre de Edadismo está diseñada para que los medios la integren en sus guías de estilo, con el objetivo de cambiar la percepción social sobre las personas mayores y promover una representación más justa, respetuosa y romper con los estereotipos. Las noticias que vemos sobre personas mayores están asociadas a cosas negativas como enfermedad, dependencia, soledad, pero no a otras realidades de liderazgo social que responden mejor a la realidad. Están cargadas de sesgos y estereotipos.

P.- Algunos profesionales ya se han referido a la urgencia de adaptar nuestro derecho a la nueva longevidad, de manera que se contribuya a modular una sociedad integradora con los mayores. ¿Nos queda mucho camino por recorrer en este sentido?

R.- Nosotros venimos defendiendo una convención internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores que esperamos que vea la luz pronto y una ley integral a nivel nacional que legisle sobre los niveles de promoción y protección de los derechos de las personas mayores y reactive políticas públicas antidiscriminatorias. Estamos trabajando en un borrador de ley para presentar a los diferentes partidos políticos y al gobierno. Queda mucho camino por recorrer y son prioritarias algunas leyes en este ámbito. Las pensiones son muy importantes y una garantía constitucional, pero además hay que garantizar muchos más derechos para tener una vida digna en todas las edades.