La aplicación de la robótica a la salud y, especialmente, a las personas en situación de dependencia es el objetivo del proyecto Movecare, en el que participan el Servicio Extremeño de Salud (SES) y el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad), y que ha sido presentado, esta semana, en Jarandilla de la Vera, donde se reunieron representantes de los 14 socios europeos que forman parte del proyecto.
El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, destacó en la presentación el compromiso de la Junta de Extremadura por la internacionalización de su sistema de salud y la apuesta por la investigación a través de Fundesalud. En la presentación también ha participado la directora general de Acción Exterior, Rosa Balas.
Vergeles indicó a los participantes, en esta puesta en común de objetivos, los inconvenientes que suponen para el sistema extremeño la dispersión geográfica y el envejecimiento de la población en Extremadura, “pero la ventaja es que las personas mayores o en situación de dependencia quieren vivir en sus entornos y ahí es donde la robótica puede ser útil”.
El proyecto concreto es un asistente virtual doméstico que permite a la persona mantener los hábitos de salud, la toma de sus pastillas, mantener las horas de sueño, los niveles de azúcar o la tensión. Se trata de utilizar todas las tecnologías de la información y la comunicación al servicio de estas personas. El comportamiento lo detectaría el ordenador a través de sensores instalados en el domicilio.
El consejero dejó claro que no se trata de sustituir a los “excelentes” profesionales del SES y el Sepad sino de un “proyecto de colaboración” basado en las estrategias de innovación.
El proyecto, liderado por la Universidad de Milán, tiene una duración de tres años, está enmarcado en el programa Horizonte 2020 y se encuentra en su fase de prototipo. Tiene un presupuesto de seis millones de euros, de los que aproximadamente 0,5 corresponden a Extremadura.