“El colectivo de mayores de 55 años se consolidará como el segmento de población con mayor protagonismo económico y social. En España ya es una realidad. La combinación de baja natalidad, longevidad y mayor esperanza de vida libre de discapacidad es un coctel que hay que gestionar porque abre la puerta a una organización económica, social y cultural completamente distinta a la que hemos conocido hasta el momento”. Así lo ha destacado Antonio Huertas, presidente de Fundación Mapfre, durante la clausura del seminario académico ‘El fenómeno del edadismo’, organizado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre y la Universidad Carlos III de Madrid, encuentro en el que ha subrayado que “en una sociedad donde los sénior empiezan a ser la generación de referencia, combatir la discriminación por edad es determinante para mantener la generación de la demanda y el crecimiento económico”.
También se ha referido a la necesidad de combatir las brechas de desigualdad, “que, además de ser injustas para quienes las padecen, perjudican al conjunto de la sociedad en tanto y cuanto tienen un coste de oportunidad que estamos perdiendo”, y ha hecho hincapié en que “la mejor herramienta para combatir el edadismo es el fomento de la convivencia y colaboración intergeneracional, en los distintos ámbitos y, particularmente, en la actividad productiva y el mercado laboral”.
La jornada, en la que ha participado también Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y Mayte Sancho, directora general del Imserso, ha contado, además, con la asistencia de Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, creado en 2020 para analizar las oportunidades del talento senior, la longevidad, la revolución de la economía plateada y el mundo de oportunidades que se abren en torno a este colectivo, compuesto por más de 15 millones de personas, que representan el 26% del PIBy el60% del consumo nacional. Ha participado, además, Miguel Usábel, profesor titular de la Universidad Carlos III de Madrid, y distintos investigadores del ámbito académico y profesional, quienes han analizado la evolución demográfica y sus consecuencias, así como la inclusión digital de los mayores de 55 años, el edadismo en los servicios de urgencias hospitalarios o la empleabilidad sostenible, clave para prevenir la discriminación por edad en el ámbito laboral.
ASPECTOS CLAVE
“Mejorar las competencias tecnológicas de los sénior, generar nuevos espacios de participación social y educativa y contribuir a reducir estereotipos entre generaciones implica beneficios significativos, favorece el acercamiento digital entre generaciones y reduce el edadismo”, ha subrayado Silvia Martínez De Miguel, profesora de la Universidad de Murcia, quien ha estado acompañada de Esther Sitges, profesora de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Esta última ha profundizado sobre la importancia de la inclusión digital de los mayores a raíz de los resultados del Proyecto DIGIPAM, que evalúa las políticas públicas que ha implementado la Comunidad Valenciana para promover la inclusión digital de los mayores de 55, y que traslada propuestas elaboradas por los sénior en este ámbito.
El acto ha contado, además, con una ponencia sobre el fenómeno del edadismo en los servicios de urgencias hospitalarios que ha impartido Ana García, sanitaria del Hospital Clinic Barcelona, quien ha destacado que los servicios de urgencias hospitalarios representan “un pilar fundamental de nuestro sistema sanitario que hay que seguir mejorando con criterios basados en la evidencia científica y con objetivos, como el mantenimiento de la funcionalidad”. Por su parte, Alejandra Chulián, psicóloga sanitaria del Instituto ACT, de la Universidad de Zaragoza, ha analizado la problemática de los estereotipos negativos hacia la vejez que afrontan muchas personas mayores y que, en múltiples ocasiones, no se ajustan a su realidad y les afectan desde el punto de vista emocional.
Carlos María Alcover, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, ha indicado que en un contexto de progresivo envejecimiento de la población y de necesidad de mantener y prolongar la vida laboral, “es imprescindible proponer acciones dirigidas a fomentar y mantener la empleabilidad sostenible de los trabajadores sénior y contribuir de este modo a evitar entornos que puedan provocar discriminación por edad en el trabajo”.