Edad&Vida advierte del riesgo futuro de pobreza y desigualdad para los mayores de 65 años
La Fundación Edad&Vida analizó de esta manera las proyecciones que la agencia de calificación Standard&Poor’s hizo recientemente en relación al impacto que el cambio demográfico y el envejecimiento de la población tendrán sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y el gasto público en general.
Según el informe publicado por Standard&Poor’s, la proporción de pensionistas con respecto a la población activa aumentará paulatinamente hasta más que duplicar la cifra actual en 2050. Esto significa que, dentro de 35 años, por cada 10 personas en edad de trabajar, habrá seis pensionistas.
Ante estas dramáticas previsiones a corto y medio plazo, la Fundación Edad&Vida pidió al Gobierno y al resto de administraciones públicas que reflexionen sobre cómo deben financiarse las necesidades de las personas mayores.
La necesidad de una reforma estructural
Desde la entidad explican que en España nunca se ha llevado a cabo una reforma de carácter estructural, que permita, de forma definitiva y estable, garantizar la capacidad económica de las personas mayores ante la realidad que supone el cambio demográfico y el progresivo envejecimiento de la población.
En su opinión, el cambio demográfico y especialmente el envejecimiento de la población ejercen una presión importante sobre los sistemas públicos de pensiones, abriendo una brecha entre los ingresos de las instituciones que tienen a su cargo la protección de las personas mayores y los pagos que deben llevar a cabo, ahora y, sobre todo, en el futuro.
En este contexto, la Fundación Edad&Vida advierte de que la escasez de recursos está haciendo que los ciudadanos deban contribuir progresivamente a financiar los servicios de garantía pública y empiecen a pagar por productos y servicios que hasta ahora gozaban de financiación pública. Es por ello que aboga por mejorar el tratamiento fiscal de los planes de pensiones como el cauce más adecuado para fomentar el ahorro privado de los ciudadanos de cara a su jubilación con el fin de complementar la pensión pública y garantizar el poder adquisitivo de los ciudadanos en el momento en que abandonan el mercado laboral.
La entidad considera necesario fomentar un cambio de actitud de los ciudadanos hacia el ahorro y la planificación de su jubilación, de modo que adopten una mayor responsabilidad a la hora de garantizar sus ingresos en el futuro.