Libres de sujeciones tanto físicas como farmacológicas. Este es el principio que rige el proyecto puesto en marcha por la residencia del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (Iass) en Alagón y que le ha servido para convertirse en el primer centro público de estas características libre de sujeciones en Aragón.
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, quiso ver de cerca el trabajo que desarrolla el centro, que recibió recientemente la certificación en la Norma Libera Care (atención centrada en la persona libre de sujeciones) de la Fundación Cuidados Dignos, tras la valoración favorable obtenida en la auditoría llevada a cabo en junio. La residencia de Alagón está gestionada por el grupo gestor Albertia Servicios Sociosanitarios.
La consejera señaló que “el Gobierno de Aragón está poniendo todo su empeño en la atención a las personas mayores, sobre todo a los dependientes”. Prueba de ello, dijo, es que esta legislatura se ha incrementado un 14% el número de plazas residenciales para mayores dependientes (actualmente hay 3.786). En el caso de las plazas concertadas el incremento esta legislatura ha sido de un 43%, pasando de 1.147 a 1.628.
Sin embargo, no solo se incrementaron las plazas, detalló la consejera, sino que se está trabajando la calidad de la atención a las personas que están en las residencias. Así, puso como ejemplo el plan de inspección de residencias privadas y el proyecto llevado a cabo en el centro de Alagón. “El equipo directivo y los trabajadores de esta residencia han trabajado durante mucho tiempo en el desarrollo de este proyecto, que permite eliminar las sujeciones tanto físicas como farmacológicas a los mayores y diseñar un proyecto de atención personalizado”, explicó Broto. Por ello ha felicitado a los trabajadores del centro por su implicación ya que adquieren un papel mucho más proactivo en la atención a los usuarios.
El proceso de cambio de modelo asistencial en Alagón comenzó a mitad de 2015 con formación para el equipo directivo y se desarrolló en 2016 y primer semestre de 2017. La participación activa de profesionales del centro, residentes y familiares ha sido fundamental y los resultados están siendo muy positivos. La implantación de este modelo de atención no solo conlleva la eliminación de sujeciones físicas y farmacológicas sino sobre todo sitúa al residente en centro de la atención, teniendo él mismo gran capacidad para tomar decisiones sobre los servicios que recibe.