Cuando todavía no han transcurrido dos semanas desde la Cumbre Social que se celebró el 17 de noviembre en Gotemburgo, los dos anfitriones de la Cumbre, el presidente Juncker por la Comisión Europea y el primer ministro sueco Löfven, hacen balance de los resultados.

El informe servirá para enmarcar el seguimiento de la Cumbre, que comienza con el Consejo Europeo de diciembre. Los debates entre los Jefes de Estado o de Gobierno en la Cumbre pusieron de manifiesto un amplio consenso en cuanto a la necesidad de que Europa se dote de una dimensión social fuerte y tangible. De cara al futuro, será esencial abordar los retos del mercado laboral así como centrarse tanto en el desarrollo económico como social. La Cumbre fue el primer hito en el debate sobre el futuro de Europa expuesto en la Hoja de ruta del presidente Juncker para una Unión más unida, más fuerte y más democrática así como la primera parada en el camino hacia la reunión de líderes de la UE que tendrá lugar el 9 de mayo de 2019 en Sibiu.

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, declara: "La Cumbre Social fue un momento histórico en el debate sobre el futuro de Europa. Envió un mensaje claro de que una Unión más fuerte, más democrática y más justa debe construirse sobre empleos dignos, crecimiento integrador e igualdad de oportunidades. Con la proclamación del Pilar europeo de derechos sociales, todos los dirigentes y las instituciones de la UE han hecho que sea nuestra responsabilidad conjunta defender los derechos de nuestros ciudadanos en un mundo en rápida transformación. Es el momento de responder. Empieza con el Consejo Europeo de diciembre. Y pueden estar seguros de que la Comisión Europea seguirá desempeñando un papel importante en este esfuerzo, especialmente a través de las recomendaciones específicas por país en el proceso del Semestre Europeo".

Por su parte, el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, añade: "Ha llegado el momento de una Europa social. Tenemos que mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los ciudadanos y, al mismo tiempo, aumentar nuestra competitividad en una economía global".

En la Cumbre, los participantes reafirmaron su responsabilidad conjunta para abordar los retos a los que se enfrentan nuestros mercados laborales a todos los niveles. El Pilar europeo de derechos sociales fue proclamado en la Cumbre por el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea como la encarnación de este compromiso conjunto. En el espíritu del Pilar, los participantes en la Cumbre acordaron que la necesidad de fomentar la convergencia de nuestras economías y sociedades debe ir acompañada de un esfuerzo a todos los niveles, también por parte de los interlocutores sociales. Deben tomarse más medidas para mejorar el acceso al mercado laboral que incremente el número de hombres y mujeres con empleo, garantizar empleos y condiciones de trabajo justas y facilitar la transición entre puestos de trabajo invirtiendo en las personas, teniendo en cuenta al mismo tiempo la diversidad de las tradiciones sociales de Europa.

Más concretamente, la Cumbre ha recordado la necesidad de dar prioridad a las personas a través de esfuerzos conjuntos a todos los niveles, y de seguir desarrollando la dimensión social de la Unión, basada en un compromiso compartido y competencias establecidas. Como primer paso a partir de ahora, debe considerarse lo siguiente:

-Aplicar los principios y derechos establecidos en el Pilar europeo de derechos sociales, en particular, mediante el Semestre Europeo para la coordinación de políticas económicas y de los programas nacionales de reforma de los Estados miembros para 2018;

-Facilitar el buen funcionamiento del diálogo social a todos los niveles, incluido el «nuevo comienzo para el diálogo social» a nivel de la UE;

-Progresar con rapidez en los expedientes pendientes en materia social a escala de la UE, entre otros, el desplazamiento de trabajadores, la coordinación de la seguridad social, la conciliación de la vida privada y profesional y el Acta Europea de Accesibilidad, así como estar preparados para examinar rápidamente la futura iniciativa anunciada por la Comisión en su Programa de Trabajo para 2018;

-Hacer el seguimiento de las prioridades del Plan de Acción de la UE 2018-2019 para abordar la brecha salarial entre hombres y mujeres; y

-Seguir avanzando en la «Nueva Agenda de las Capacidades», con particular atención en 2018 a la aplicación de la Recomendación del Consejo relativa a Itinerarios de mejora de las capacidades, pensados para las personas que más necesidad tienen de mejorar sus capacidades.

En diciembre, el Consejo Europeo hará un seguimiento de la Cumbre de Gotemburgo y abordará la dimensión social en el debate sobre el futuro de Europa. Como copatrocinadora de la Cumbre Social, la Comisión Europea continuará desempeñando su papel en estos debates. El Semestre Europeo para la coordinación de políticas económicas debe constituir el marco principal en el que hacer avanzar los debates sobre la dimensión social.

El 17 de noviembre de 2017, los Jefes de Estado o de Gobierno se reunieron en Gotemburgo con las instituciones de la UE, los interlocutores sociales, la sociedad civil, estudiantes y especialistas de renombre en la Cumbre social en favor del empleo justo y el crecimiento, organizada por el Gobierno sueco y la Comisión Europea.

Ocho meses después de la celebración del 60 aniversario de los Tratados de Roma, la Cumbre constituyó una oportunidad extraordinaria para los dirigentes y las partes interesadas de debatir sobre temas que afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos. Como tal, la Cumbre ha contribuido al debate sobre el futuro de la UE, iniciado en la Cumbre de Bratislava, y configurado por el Libro Blanco de la Comisión Europea y los cinco documentos de reflexión subsiguientes, en particular el de la dimensión social de Europa, presentado a principios de este año.

La Cumbre se centró en cómo impulsar el crecimiento integrador, crear empleos dignos y promover la igualdad de oportunidades para todos los hombres y mujeres, reconociendo al mismo tiempo los desafíos comunes y la riqueza de experiencias de Europa. Los debates se desarrollaron en un formato único, abierto e interactivo, que dio lugar a que se escucharan diferentes puntos de vista y se discutieran diferentes soluciones, todos ellos teniendo en cuenta los retos comunes y las particularidades del contexto y las prioridades nacionales. Las transmisiones en directo permitieron a los ciudadanos de toda Europa seguir los debates en tiempo real. La Cumbre también fue testigo de la proclamación conjunta del Pilar europeo de derechos sociales por parte del Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea, claro mensaje de unidad y compromiso político.