La Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho público el informe del secretario general, António Guterres, sobre personas mayores en crisis de emergencia, sobre el que se debatió durante la 74ª Asamblea General de la ONU.
Este documento forma parte de la resolución de la última Asamblea General, y es también parte del seguimiento de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento. En esta ocasión, Gutérres analiza las políticas y prioridades relacionadas con el envejecimiento en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Destaca, entre otros temas, cuestiones clave y sobre los marcos normativos existentes, así como desafíos y oportunidades para responder a los derechos y las necesidades de las personas mayores en crisis de emergencia.
Pero sobre todo, reconoce que, en general, las “políticas y las prioridades relacionadas con el envejecimiento siguen ausentes en muchos planes nacionales y estrategias de desarrollo sostenible”, a pesar de ser reconocidos como un grupo de población vulnerable. Además, afirma que la mayoría de evaluaciones apuntan al envejecimiento como un reto y una preocupación, lo que “pone de relieve la importancia de recalcar la contribución positiva de las personas mayores y la necesidad de volver a examinar nuestro enfoque de las cuestiones relacionadas con el envejecimiento”.
Volviendo a la cuestión de las crisis de emergencia, ratifica que “están aumentando en todo el mundo”, y que precisamente el colectivo senior es el más afectado por ellas. En este sentido, “las múltiples formas intersecciones de discriminación que sufren las mujeres mayores pueden intensificarse durante las crisis, agravando su vulnerabilidad”.
Por todos estos motivos, Gutérres considera necesario aumentar los esfuerzos para cambiar hacia un paradigma que vea al envejecimiento como una oportunidad; incluir a las personas mayores en los planes de reducción de riesgo de desastres; promover el uso de directrices sobre la inclusión de los senior en programas de asistencia humanitaria; hacer un llamamiento para que la recopilación y manipulación de datos estadísticos desglosados por edad, sexo y discapacidad; formar a los agentes humanitarios y los políticos sobre las necesidades de las personas mayores en crisis de emergencia y exhortar a estos mismos a que analicen y eviten la marginación de las mujeres de edad avanzada en contextos desfavorables.