Un servicio de teleasistencia asistida pionero para Santiago de Compostela
Investigadores de la Universidad de A Coruña y concejales del Concello de Santiago realizaron una demostración práctica del dispositivo en el Centro Sociocultural de Fontiñas
La concelleira de Familia, Benestar Social, Muller e Emprego do Concello de Santiago de Compostela, Paula Prado del Río y el director del Grupo de Investigación en Gerontología de la Universidad de A Coruña y catedrático en Gerontología Clínica y Social en dicha institución, José Carlos Millán Calenti, han firmado este jueves en Santiago un acuerdo para la instalación del servicio de Telegerontología en el Centro Socio Cultural de Fontiñas. El sistema “estará a disposición de todos los usuarios del centro o vecinos que quieran probarlo, de forma gratuita, hasta abril de 2013” matizó Prado señalando que, de momento el centro cuenta con 25 plazas que se adjudicarán por orden de inscripción en el propio centro de Fontiñas o en el teléfono 881 888 395 de Recursos y Servicios Gerontológicos Gallegos.
Telegerontología “es un innovador sistema de apoyo gerontológico a domicilio basado en las nuevas tecnologías de teleasistencia avanzada para personas mayores (y cuidadores/as) que vivan solas o presenten pérdida de capacidad funcional y/o cognitiva” indicó Millán y está diseñado, principalmente, “para responder al fin básico de la atención socio sanitaria, mantener a la persona mayor en su domicilio, retrasando su institucionalización” con “todo tipo de recursos adecuados para lograrlo, incluida la valoración y seguimiento de cada usuario” lo que, señala, “evita muchos traumas personales y costes privados y públicos, además de fomentar el envejecimiento activo”.
Según Millán, otra de las ventajas de este sistema es que “su efectividad ya está contrastada desde que fue patentado en 2002 y es beneficiosa tanto a nivel público como privado” especialmente para la Administración por su “ahorro de costes en prevención, sin duda la atención socio sanitaria del futuro” y porque “reduce considerablemente el número de ingresos hospitalarios, principalmente las urgencias relacionadas con el sistema respiratorio”.
Es decir que “actúa tanto en el ámbito sanitario como social” añadió, garantizando que “si bien existen otros sistemas de teleasistencia, este es pionero y único en el mundo, pues ninguno integra todas las funcionalidades que tiene Telegerontología” que, anunció, “se ampliarán pues seguimos investigando y trabajando para añadir, por ejemplo, control de visión desde casa, integración de teledomótica (apagar luces, subir persianas...) y otros programas, según las características de los mayores”.
Telegerontología se está probando en residencias y domicilios, como proyecto piloto, dentro del plan europeo Envejecimiento+Activo de Nuevas Prácticas Institucionales de Base Transfronteriza que está financiado a través de fondos estructurales POCTEP y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) lo que permite que se utilice de forma gratuita.
Fontiñas es uno de los ocho centros y 22 domicilios particulares de Galicia en los que está previsto instalarse hasta enero de 2013. A partir de entonces podrá contratarse de forma privada, tanto en centros públicos como en viviendas particulares. En este caso a un coste de unos 70 euros al mes, 24 horas, 365 días al año. Todo incluido.
Pionero y único en el mundo
Telegerontología es un sistema de teleasistencia que puede instalarse en centros colectivos (socio culturales, centros de día, residenciales, etc) o en domicilios particulares. Lo pueden utilizar todo tipo de personas mayores, “salvo que tengan alguna dificultad motora o psíquica grave que se lo impida o, por los familiares o cuidadores del interesado” añade Millán.
El dispositivo consta de una pantalla táctil, de manejo muy sencillo e intuitivo, que ofrece varios servicios y aplicaciones. Entre ellas “contenidos estáticos” como información sobre cuestiones sanitarias, alimentación, ejercicio físico, recursos sociosanitarios, etc. o “contenidos multimedia”: videos sobre envejecimiento activo, estimulación cognitiva, ejercicios concretos para la agilidad física y mental, etcétera.
Además dispone de un sistema de videoconferencia, conectado vía Internet a un Centro de Control donde especialistas en geriatría y gerontología atiende cualquier tipo de consultas e incidencias. En ese sentido, prosigue, “Telegerentología valora a cada persona de manera individual y personaliza las actuaciones terapéuticas necesarias en cada momento”. Con una pinza que se coloca en el dedo índice analiza en el momento la tensión arterial y el pulso y con una boquilla el nivel de saturación de oxígeno en sangre y otros parámetros “para diferenciar cada caso y evitar ingresos y traslados si no son necesarios”.
El sistema cuenta paralelamente con un amplio programa de evaluación, rehabilitación por video, entrenamiento y valoración cognitiva denominado Telecognito que analiza el estado físico y mental de la persona mayor. “Especialmente en uno de los temas que más preocupa al colectivo senior y sus familias: la memoria” añade Millán que explica que Telecognito hace un seguimiento de cada persona, de forma lúdica y entretenida con más de 24.000 ejercicios posibles, para conocer si se deteriora física o mentalmente. Así, trabaja en cada persona las diferentes áreas cerebrales (atención, concentración y cálculo) y si detecta deterioro de algún tipo, los expertos del Centro de Control aconsejan al usuario qué debe hacer. Sin diagnosticar ni sustituir al especialista médico, pero sí “actuando en prevención, que es la atención socio sanitaria más efectiva, rentable y moderna”.
En el caso de los domicilios particulares, el sistema puede completarse con una pulsera o collar de emergencia de telealarma más avanzada que las convencionales, pues conecta con el Centro de Control mediante videoconferencia para resolver cada urgencia y priorizando el historial clínico del usuario que figura en dicho centro.
Telegerontología “es un innovador sistema de apoyo gerontológico a domicilio basado en las nuevas tecnologías de teleasistencia avanzada para personas mayores (y cuidadores/as) que vivan solas o presenten pérdida de capacidad funcional y/o cognitiva” indicó Millán y está diseñado, principalmente, “para responder al fin básico de la atención socio sanitaria, mantener a la persona mayor en su domicilio, retrasando su institucionalización” con “todo tipo de recursos adecuados para lograrlo, incluida la valoración y seguimiento de cada usuario” lo que, señala, “evita muchos traumas personales y costes privados y públicos, además de fomentar el envejecimiento activo”.
Según Millán, otra de las ventajas de este sistema es que “su efectividad ya está contrastada desde que fue patentado en 2002 y es beneficiosa tanto a nivel público como privado” especialmente para la Administración por su “ahorro de costes en prevención, sin duda la atención socio sanitaria del futuro” y porque “reduce considerablemente el número de ingresos hospitalarios, principalmente las urgencias relacionadas con el sistema respiratorio”.
Es decir que “actúa tanto en el ámbito sanitario como social” añadió, garantizando que “si bien existen otros sistemas de teleasistencia, este es pionero y único en el mundo, pues ninguno integra todas las funcionalidades que tiene Telegerontología” que, anunció, “se ampliarán pues seguimos investigando y trabajando para añadir, por ejemplo, control de visión desde casa, integración de teledomótica (apagar luces, subir persianas...) y otros programas, según las características de los mayores”.
Telegerontología se está probando en residencias y domicilios, como proyecto piloto, dentro del plan europeo Envejecimiento+Activo de Nuevas Prácticas Institucionales de Base Transfronteriza que está financiado a través de fondos estructurales POCTEP y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) lo que permite que se utilice de forma gratuita.
Fontiñas es uno de los ocho centros y 22 domicilios particulares de Galicia en los que está previsto instalarse hasta enero de 2013. A partir de entonces podrá contratarse de forma privada, tanto en centros públicos como en viviendas particulares. En este caso a un coste de unos 70 euros al mes, 24 horas, 365 días al año. Todo incluido.
Pionero y único en el mundo
Telegerontología es un sistema de teleasistencia que puede instalarse en centros colectivos (socio culturales, centros de día, residenciales, etc) o en domicilios particulares. Lo pueden utilizar todo tipo de personas mayores, “salvo que tengan alguna dificultad motora o psíquica grave que se lo impida o, por los familiares o cuidadores del interesado” añade Millán.
El dispositivo consta de una pantalla táctil, de manejo muy sencillo e intuitivo, que ofrece varios servicios y aplicaciones. Entre ellas “contenidos estáticos” como información sobre cuestiones sanitarias, alimentación, ejercicio físico, recursos sociosanitarios, etc. o “contenidos multimedia”: videos sobre envejecimiento activo, estimulación cognitiva, ejercicios concretos para la agilidad física y mental, etcétera.
Además dispone de un sistema de videoconferencia, conectado vía Internet a un Centro de Control donde especialistas en geriatría y gerontología atiende cualquier tipo de consultas e incidencias. En ese sentido, prosigue, “Telegerentología valora a cada persona de manera individual y personaliza las actuaciones terapéuticas necesarias en cada momento”. Con una pinza que se coloca en el dedo índice analiza en el momento la tensión arterial y el pulso y con una boquilla el nivel de saturación de oxígeno en sangre y otros parámetros “para diferenciar cada caso y evitar ingresos y traslados si no son necesarios”.
El sistema cuenta paralelamente con un amplio programa de evaluación, rehabilitación por video, entrenamiento y valoración cognitiva denominado Telecognito que analiza el estado físico y mental de la persona mayor. “Especialmente en uno de los temas que más preocupa al colectivo senior y sus familias: la memoria” añade Millán que explica que Telecognito hace un seguimiento de cada persona, de forma lúdica y entretenida con más de 24.000 ejercicios posibles, para conocer si se deteriora física o mentalmente. Así, trabaja en cada persona las diferentes áreas cerebrales (atención, concentración y cálculo) y si detecta deterioro de algún tipo, los expertos del Centro de Control aconsejan al usuario qué debe hacer. Sin diagnosticar ni sustituir al especialista médico, pero sí “actuando en prevención, que es la atención socio sanitaria más efectiva, rentable y moderna”.
En el caso de los domicilios particulares, el sistema puede completarse con una pulsera o collar de emergencia de telealarma más avanzada que las convencionales, pues conecta con el Centro de Control mediante videoconferencia para resolver cada urgencia y priorizando el historial clínico del usuario que figura en dicho centro.
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