Resultados sobre la aplicación del dispositivo TG
Telegerontología está dirigido a personas mayores y sus cuidadores para la prevención y detección precoz de la dependencia
El director del Grupo de Investigación en Gerontología de la Universidad de A Coruña (GIG), José Carlos Millán presentó en la Residencia la Milagrosa de A Coruña, los resultados del estudio del plan piloto de aplicación del dispositivo Telegerontología (TG) llevado a cabo dentro del proyecto Envejecimiento+Activo, que financiado por Fondos Feder y con la colaboración de la Unión Democrática de Pensionistas, llega a su fin después de 30 meses de desarrollo.
Su objetivo, subrayó Millán, “ha sido comprobar el impacto del gran envejecimiento que tiene Galicia, con particularidades únicas en el mundo”. Un fenómeno positivo, matizó, pues implica una mayor esperanza y calidad de vida, aspiración de toda sociedad avanzada, si bien advierte que “genera nuevas necesidades que hay que atender”.
De hecho, como señaló, “Galicia cuenta con el 22% de su población con más de 65 años (unas 635.000) frente al 18% de media del resto del Estado”. Es decir, 1 de cada 5 personas. Y una esperanza de vida cada vez más alta: 79 años de media en la actualidad. Así este ciclo vital es ya de mayor duración que la edad joven. “Una etapa en la que hay que introducir la actividad. No es ni debe ser una etapa pasiva” comenta este experto que matiza que no todos los mayores viven de la misma manera. “Con la edad aumentan las enfermedades crónicas que, normalmente generan discapacidad primero y dependencia después”. En Galicia existen unos 30.000 discapacitados de entre 65 y 80 años; 50.000 de más de 80 años y unos 60.000 de más de 65 años con demencia (incluído el Alzheimer), la principal enfermedad mental en la vejez.
“Tantas personas con problemas de salud mental y necesidades sociales, necesitan más recursos. Los actuales son insuficientes y se están cubriendo en gran parte con cuidadores familiares que cada vez son mayores” apunta. En Galicia el 30% de dichos cuidadores y cuidadoras superan los 65 años. Y las personas mayores que viven solas, muchas veces por obligación, rondan el 18%.
En este marco, añade Milán, “es donde actúa TG dando soporte de dos maneras: a nivel institucional en residencias, centros de día, Residencias, etc. con funcionalidades específicas adaptadas a los usuarios de este tipo de centros”. Y en domicilio, “donde da servicio a personas que viven solas o tienen cuidadores en determinados momentos, también con determinadas funcionalidades y servicios específicos para lograr que la persona siga en su domicilio y se evite su institucionalización y que sus cuidadores no se vean superados”.
Resultados
Millán recordó que Telegerontología “es un innovador sistema de apoyo gerontológico basado en las nuevas tecnologías (teleasistencia avanzada con servicios complementarios) dirigido a las personas mayores y a sus cuidadores” para la prevención y detección precoz de la dependencia y la asistencia a distancia desde múltiples especialidades. Pero sobre todo, “para retrasar o evitar la institucionalización de las personas mayores que viven solas, lo que supone, entre otros beneficios, un claro ahorro de costes sociales y personales”.
El Grupo de Investigación en Gerontología de la UDC diseñó TG en 2002 y desde entonces lleva desarrollandolo y mejorándolo con cerca de 2 millones de euros de inversión e infinidad de nuevas funcionalidades. En este caso el estudio de sus aplicaciones, que comenzó en enero de 2011 se ha llevado a cabo dentro del proyecto Envejecimiento+Activo, financiado con Fondos Feder.
Algunos resultados la investigación con TG, aclaró el director de este Grupo, son “su accesibilidad universal debido a su carácter intuitivo y sencillez de uso teniendo en cuenta cómo se enfrentan los mayores actuales a la informática, lo que supone romper la brecha digital entre los mayores y las nuevas tecnologías” además de que personas con demencia o deterioro cognitivo leve (superan el 25% de los mayores de 65 años en Galicia) han podido utilizarlo.
La edad media de uso ha sido de 74,8 años. En tres cuartas partes, mujeres, “que han sido por otra parte las más participativas a partir de los 65 años”.
Todos los usuarios han sido evaluados individualmente, antes y después de la utilización del dispositivo, desde el primer momento. “Así concluímos que su uso mejora la capacidad y el rendimiento de la memoria, incluida la detección precoz del deterioro cognitivo y la mejora del estado de ánimo y la vida social de la persona usuaria” comenta.
En los dispositivos instalados en domicilio, 9 de cada 10 usuarios destacaron la facilidad y sencillez de uso frente a 8 de cada 10 de los que utilizaron TG en centros públicos o privados, pues en el primer caso el uso es individual.
El alto grado de aceptación de Telegerontología y su accesibilidad, facilita que los mayores pierdan el miedo a las nuevas tecnologías, se beneficien de las terapias incluidas y mejoren su estado cognitivo. Esto redunda en una mejoría de su estado anímico y de salud o que TG se haya convertido sin duda en una herramienta muy eficaz en la prevención de la dependencia.
Una de sus mayores ventajas es que cumple con la finalidad básica de la atención socio sanitaria: mantener a la persona mayor en su domicilio mediante formulas de apoyo adecuadas que incluyan su valoración y seguimiento con lo que el ahorro en costes personales y públicos y el aumento de calidad de vida es considerable.
Qué es Telegerontología
“Este dispositivo va más allá de la Teleasistencia, la supera para convertirse en un recurso de apoyo gerontológico que valora a la persona e interviene de manera personalizada” destaca Millán, “además tiene un coste muy asequible de 75 euros al mes, sin tener que pagar instalación, en el que se incluyen todos los servicios y que contrasta con servicios similares, mucho más limitados, que en ocasiones pueden llegar a los 3.000 euros mensuales”.
La Xunta de Galicia, que conoce y apoya el proyecto según indica Millán, acaba de instalar un dispositivo en la Residencia de A Estrada como plan piloto. La idea es que TG se convierta en un recurso más de la red asistencial social y sanitaria de Galicia. “Queremos que TG sea, en general, un servicio para las personas mayores. Especialmente para aquellas con problemas y necesidades y pocos recursos” asegura.
En el proyecto han participado también entidades y empresas privadas “a cambio de poder aportar alguna mejora”, explica el director del Grupo de Investigación, “para añadir funcionalidades al dispositivo”. Las más recientes son la evaluación visual, la auditiva, el control de eventos y medicación, detector de humedad en pañales para adultos, elementos de hogar inteligente para controlar desde el móvil, avisador de caídas o el modulo de nutrición para evitar, sobre todo, la alimentación monótona y deficiente.
Telegerontología dispone de una conexión a Internet y una pantalla táctil de uso muy sencillo e intuitivo; una terminal de servicios o elemento central que permite la conexión de todos los dispositivos y la comunicación exterior, así como su gestión por control remoto desde el Centro de Control donde un equipo de expertos en gerontología atienden las 24 horas del día cualquier consulta o emergencia; finalmente una pulsera de alarma más avanzada que las convencionales que activa un sistema de videoconferencia con el Centro de Control, priorizando el historial clínico del usuario que figura en dicho centro.
Por otra parte TG ofrece varios servicios como el entrenamiento y valoración cognitiva a través de la novedosa aplicación Telecognito®, “la función estrella de TG”, rehabilitación por vídeo y contenidos estáticos; navegación por Internet o un especialista en casa para cualquier consulta.
En ese sentido TG valora a cada persona de manera individual y personaliza las actuaciones terapéuticas necesarias en cada momento, analizando su estado cognitivo, tensión arterial, pulso, nivel de saturación de oxígeno en sangre y otros parámetros, además de facilitar la interacción por videoconferencia, fomentando paralelamente la atención centrada en la persona de forma on line y el envejecimiento activo.
Su objetivo, subrayó Millán, “ha sido comprobar el impacto del gran envejecimiento que tiene Galicia, con particularidades únicas en el mundo”. Un fenómeno positivo, matizó, pues implica una mayor esperanza y calidad de vida, aspiración de toda sociedad avanzada, si bien advierte que “genera nuevas necesidades que hay que atender”.
De hecho, como señaló, “Galicia cuenta con el 22% de su población con más de 65 años (unas 635.000) frente al 18% de media del resto del Estado”. Es decir, 1 de cada 5 personas. Y una esperanza de vida cada vez más alta: 79 años de media en la actualidad. Así este ciclo vital es ya de mayor duración que la edad joven. “Una etapa en la que hay que introducir la actividad. No es ni debe ser una etapa pasiva” comenta este experto que matiza que no todos los mayores viven de la misma manera. “Con la edad aumentan las enfermedades crónicas que, normalmente generan discapacidad primero y dependencia después”. En Galicia existen unos 30.000 discapacitados de entre 65 y 80 años; 50.000 de más de 80 años y unos 60.000 de más de 65 años con demencia (incluído el Alzheimer), la principal enfermedad mental en la vejez.
“Tantas personas con problemas de salud mental y necesidades sociales, necesitan más recursos. Los actuales son insuficientes y se están cubriendo en gran parte con cuidadores familiares que cada vez son mayores” apunta. En Galicia el 30% de dichos cuidadores y cuidadoras superan los 65 años. Y las personas mayores que viven solas, muchas veces por obligación, rondan el 18%.
En este marco, añade Milán, “es donde actúa TG dando soporte de dos maneras: a nivel institucional en residencias, centros de día, Residencias, etc. con funcionalidades específicas adaptadas a los usuarios de este tipo de centros”. Y en domicilio, “donde da servicio a personas que viven solas o tienen cuidadores en determinados momentos, también con determinadas funcionalidades y servicios específicos para lograr que la persona siga en su domicilio y se evite su institucionalización y que sus cuidadores no se vean superados”.
Resultados
Millán recordó que Telegerontología “es un innovador sistema de apoyo gerontológico basado en las nuevas tecnologías (teleasistencia avanzada con servicios complementarios) dirigido a las personas mayores y a sus cuidadores” para la prevención y detección precoz de la dependencia y la asistencia a distancia desde múltiples especialidades. Pero sobre todo, “para retrasar o evitar la institucionalización de las personas mayores que viven solas, lo que supone, entre otros beneficios, un claro ahorro de costes sociales y personales”.
El Grupo de Investigación en Gerontología de la UDC diseñó TG en 2002 y desde entonces lleva desarrollandolo y mejorándolo con cerca de 2 millones de euros de inversión e infinidad de nuevas funcionalidades. En este caso el estudio de sus aplicaciones, que comenzó en enero de 2011 se ha llevado a cabo dentro del proyecto Envejecimiento+Activo, financiado con Fondos Feder.
Algunos resultados la investigación con TG, aclaró el director de este Grupo, son “su accesibilidad universal debido a su carácter intuitivo y sencillez de uso teniendo en cuenta cómo se enfrentan los mayores actuales a la informática, lo que supone romper la brecha digital entre los mayores y las nuevas tecnologías” además de que personas con demencia o deterioro cognitivo leve (superan el 25% de los mayores de 65 años en Galicia) han podido utilizarlo.
La edad media de uso ha sido de 74,8 años. En tres cuartas partes, mujeres, “que han sido por otra parte las más participativas a partir de los 65 años”.
Todos los usuarios han sido evaluados individualmente, antes y después de la utilización del dispositivo, desde el primer momento. “Así concluímos que su uso mejora la capacidad y el rendimiento de la memoria, incluida la detección precoz del deterioro cognitivo y la mejora del estado de ánimo y la vida social de la persona usuaria” comenta.
En los dispositivos instalados en domicilio, 9 de cada 10 usuarios destacaron la facilidad y sencillez de uso frente a 8 de cada 10 de los que utilizaron TG en centros públicos o privados, pues en el primer caso el uso es individual.
El alto grado de aceptación de Telegerontología y su accesibilidad, facilita que los mayores pierdan el miedo a las nuevas tecnologías, se beneficien de las terapias incluidas y mejoren su estado cognitivo. Esto redunda en una mejoría de su estado anímico y de salud o que TG se haya convertido sin duda en una herramienta muy eficaz en la prevención de la dependencia.
Una de sus mayores ventajas es que cumple con la finalidad básica de la atención socio sanitaria: mantener a la persona mayor en su domicilio mediante formulas de apoyo adecuadas que incluyan su valoración y seguimiento con lo que el ahorro en costes personales y públicos y el aumento de calidad de vida es considerable.
Qué es Telegerontología
“Este dispositivo va más allá de la Teleasistencia, la supera para convertirse en un recurso de apoyo gerontológico que valora a la persona e interviene de manera personalizada” destaca Millán, “además tiene un coste muy asequible de 75 euros al mes, sin tener que pagar instalación, en el que se incluyen todos los servicios y que contrasta con servicios similares, mucho más limitados, que en ocasiones pueden llegar a los 3.000 euros mensuales”.
La Xunta de Galicia, que conoce y apoya el proyecto según indica Millán, acaba de instalar un dispositivo en la Residencia de A Estrada como plan piloto. La idea es que TG se convierta en un recurso más de la red asistencial social y sanitaria de Galicia. “Queremos que TG sea, en general, un servicio para las personas mayores. Especialmente para aquellas con problemas y necesidades y pocos recursos” asegura.
En el proyecto han participado también entidades y empresas privadas “a cambio de poder aportar alguna mejora”, explica el director del Grupo de Investigación, “para añadir funcionalidades al dispositivo”. Las más recientes son la evaluación visual, la auditiva, el control de eventos y medicación, detector de humedad en pañales para adultos, elementos de hogar inteligente para controlar desde el móvil, avisador de caídas o el modulo de nutrición para evitar, sobre todo, la alimentación monótona y deficiente.
Telegerontología dispone de una conexión a Internet y una pantalla táctil de uso muy sencillo e intuitivo; una terminal de servicios o elemento central que permite la conexión de todos los dispositivos y la comunicación exterior, así como su gestión por control remoto desde el Centro de Control donde un equipo de expertos en gerontología atienden las 24 horas del día cualquier consulta o emergencia; finalmente una pulsera de alarma más avanzada que las convencionales que activa un sistema de videoconferencia con el Centro de Control, priorizando el historial clínico del usuario que figura en dicho centro.
Por otra parte TG ofrece varios servicios como el entrenamiento y valoración cognitiva a través de la novedosa aplicación Telecognito®, “la función estrella de TG”, rehabilitación por vídeo y contenidos estáticos; navegación por Internet o un especialista en casa para cualquier consulta.
En ese sentido TG valora a cada persona de manera individual y personaliza las actuaciones terapéuticas necesarias en cada momento, analizando su estado cognitivo, tensión arterial, pulso, nivel de saturación de oxígeno en sangre y otros parámetros, además de facilitar la interacción por videoconferencia, fomentando paralelamente la atención centrada en la persona de forma on line y el envejecimiento activo.
