La nueva Ley de Inclusión Social dará un paso más para lograr una verdadera integración social y laboral
Feijóo destacó que el texto normativo contemplará una nueva Risga 'flexible' y que contará con tres tramos: el personal y familiar, el de inserción y el de transición al empleo

Después de que el Consello de la Xunta dio el visto bueno a la nueva Ley de inclusión social, que iniciará su tramitación parlamentaria en este período de sesiones, el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, destacó, en la rueda de prensa posterior, que el nuevo texto permitirá dar un paso más en el compromiso con aquellos que más lo precisan con una mejora de las sinergias entre los servicios sociales y de empleo para lograr una verdadera integración social y laboral. “Remitimos al Parlamento un proyecto pactado en el ámbito del diálogo social y que tiene como objetivo dar un apoyo superior a aquellas personas que más lo precisan, en uno de los peores momentos económicos, para encontrar una verdadera estrategia integradora de las personas con dificultades económicas en el mercado laboral”, incidió.
Para conseguir este fin, Feijóo precisó que la nueva normativa asegurará al beneficiario una cuantía a mayores de la renta de integración se cumple realmente el itinerario de inserción laboral, por lo que las oficinas de empleo y el personal de orientación pasarán a jugar un papel decisivo en este dispositivo al tenerse que preocupar de que las personas que están cobrando la Risga encuentren un puesto de trabajo que encaje en sus características laborales.
“Una de las grandes novedades es que se realizará una diagnosis de empregabilidade de las personas que cobran la Risga y, con este fin, la renta de integración se hace por primera vez compatible con las rentas obtenidas a través de trabajos esporádicos o de escasa cuantía. De este modo, se garantiza que la persona poda compatibilizar la percepción de la Risga con la percepción de rentas de trabajo esporádico y que, poco a poco, se vaya orientando a un trabajo de carácter más permanente”, aseveró.
Al hilo de esto, Feijóo destacó que el texto normativo contemplará una nueva Risga “flexible” y que contará con tres tramos: el personal y familiar, el de inserción y el de transición al empleo.
A través del primer tramo se garantiza, según el presidente de la Xunta, una cuantía mínima para la cobertura de las necesidades básicas anual y prorrogable, y ampliable en el caso de presencia de mayores o de menores de edad. En este último caso el beneficiario tendrá que cumplir un acuerdo de integración socioeducativa de los menores convivientes; “es decir, se tiene que comprometer a que los menores que vivan bajo su tutela acudan con normalidad al colegio”.
En lo tocante al segundo tramo, Feijóo afirmó que el beneficiario podrá percibir una cuantía a mayores de la del personal y familiar con el fin de estimular su acceso al empleo. Para percibir este tramo se exige el compromiso de seguir un itinerario de inserción laboral. Y en este tramo, que tendrá una duración de 18 meses, también se incrementan las cuantías respeto de la normativa actual.
La nueva Risga también abrirá un tramo de transición al empleo que consiste en una cuantía que se sigue percibiendo durante los seis primeros meses desde la consecución de un puesto de trabajo por parte del beneficiario. La cuantía se irá disminuyendo paulatinamente hasta extinguirse la renta de integración.
Con esta modificación de la Risga se da respuesta a determinadas disfunciones que se venían detectando como la cronificación de la situación de exclusión social, a través de las prórrogas sucesivas de la percepción de la Risga; o la pérdida de vinculación del beneficiario con el proyecto de inserción.
Otras de las disfunciones detectadas es la penalización de forma inmediata a un perceptor de la Risga en el supuesto de encontrar una renta salarial, al cortar automáticamente la percepción de la renta de integración. Ahora, durante 6 meses convivirán la renta de integración social y las rentas que provengan del trabajo.
“Con la división en tres tramos, se permite que aquellos beneficiarios que no estén en condiciones de cumplir el proyecto de inserción permanezcan en el tramo personal y familiar y, por su parte, se incentiva la incorporación a proyectos de inserción a aquellos que podan cumplir ese proyecto”, concluyó Feijóo a modo de resumen.
Para conseguir este fin, Feijóo precisó que la nueva normativa asegurará al beneficiario una cuantía a mayores de la renta de integración se cumple realmente el itinerario de inserción laboral, por lo que las oficinas de empleo y el personal de orientación pasarán a jugar un papel decisivo en este dispositivo al tenerse que preocupar de que las personas que están cobrando la Risga encuentren un puesto de trabajo que encaje en sus características laborales.
“Una de las grandes novedades es que se realizará una diagnosis de empregabilidade de las personas que cobran la Risga y, con este fin, la renta de integración se hace por primera vez compatible con las rentas obtenidas a través de trabajos esporádicos o de escasa cuantía. De este modo, se garantiza que la persona poda compatibilizar la percepción de la Risga con la percepción de rentas de trabajo esporádico y que, poco a poco, se vaya orientando a un trabajo de carácter más permanente”, aseveró.
Al hilo de esto, Feijóo destacó que el texto normativo contemplará una nueva Risga “flexible” y que contará con tres tramos: el personal y familiar, el de inserción y el de transición al empleo.
A través del primer tramo se garantiza, según el presidente de la Xunta, una cuantía mínima para la cobertura de las necesidades básicas anual y prorrogable, y ampliable en el caso de presencia de mayores o de menores de edad. En este último caso el beneficiario tendrá que cumplir un acuerdo de integración socioeducativa de los menores convivientes; “es decir, se tiene que comprometer a que los menores que vivan bajo su tutela acudan con normalidad al colegio”.
En lo tocante al segundo tramo, Feijóo afirmó que el beneficiario podrá percibir una cuantía a mayores de la del personal y familiar con el fin de estimular su acceso al empleo. Para percibir este tramo se exige el compromiso de seguir un itinerario de inserción laboral. Y en este tramo, que tendrá una duración de 18 meses, también se incrementan las cuantías respeto de la normativa actual.
La nueva Risga también abrirá un tramo de transición al empleo que consiste en una cuantía que se sigue percibiendo durante los seis primeros meses desde la consecución de un puesto de trabajo por parte del beneficiario. La cuantía se irá disminuyendo paulatinamente hasta extinguirse la renta de integración.
Con esta modificación de la Risga se da respuesta a determinadas disfunciones que se venían detectando como la cronificación de la situación de exclusión social, a través de las prórrogas sucesivas de la percepción de la Risga; o la pérdida de vinculación del beneficiario con el proyecto de inserción.
Otras de las disfunciones detectadas es la penalización de forma inmediata a un perceptor de la Risga en el supuesto de encontrar una renta salarial, al cortar automáticamente la percepción de la renta de integración. Ahora, durante 6 meses convivirán la renta de integración social y las rentas que provengan del trabajo.
“Con la división en tres tramos, se permite que aquellos beneficiarios que no estén en condiciones de cumplir el proyecto de inserción permanezcan en el tramo personal y familiar y, por su parte, se incentiva la incorporación a proyectos de inserción a aquellos que podan cumplir ese proyecto”, concluyó Feijóo a modo de resumen.