La residencia Samaniego recibe la acreditación de Ceoma como centro libre de sujeciones
Se convierte en el segundo centro para personas mayores de la Diputación Foral de Araba/Álava en erradicar las sujeciones

La residencia Samaniego es el segundo centro para personas mayores de la Diputación Foral de Araba/Álava en recibir la acreditación de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) que certifica que ha logrado erradicar las sujeciones físicas en la atención a las personas usuarias. Este reconocimiento tiene lugar solo medio año después de que la también residencia foral Nuestra Señora de Las Nieves, de Oyón-Oion, se convirtiera en el primer centro residencial de gestión pública en el Estado español en obtener esa certificación. La entrega de la nueva acreditación tuvo lugar a finales de octubre en la propia residencia situada en Samaniego.
En los centros libres de sujeciones no se utiliza ningún tipo de sujeción física que limite la libertad de movimientos de una persona, su actividad física, o el normal acceso a cualquier parte de su cuerpo, con cualquier método físico externo del que no puede liberarse con facilidad.
La residencia Samaniego en un centro gestionado por el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS), dependiente del Departamento de Servicios Sociales de la Diputación Foral de Araba/Álava, y dirigido a personas mayores dependientes con diferentes niveles de discapacidad física y/o psíquica, algunas de las cuales presentan deterioro cognitivo, enfermedad mental y demencias. Consta de 48 plazas de residencia y cuatro de atención diurna, y un total de 40 profesionales forman parte del equipo que las atiende.
Ceoma, la entidad que acredita que la residencia Samaniego no emplea ninguna sujeción, y su programa ‘Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer’ son pioneros en el Estado español en la formación de los y las profesionales y en la acreditación de centros que han conseguido erradicar las sujeciones físicas. Esta entidad ha sido la encargada de realizar la formación, el seguimiento y la supervisión de todo el proyecto de ‘tolerancia cero a las sujeciones’ que comenzó a ponerse en marcha el año pasado en las residencias de Samaniego y Oyón-Oion.
Durante los últimos 14 años y de forma progresiva, las y los profesionales de residencias de personas mayores del IFBS se han formado, de la mano de Ceoma, en la progresiva supresión de sujeciones, desde el convencimiento de que el no uso de sujeciones implica un menor riesgo de caídas y de que estas, si se producen, tienen como consecuencia lesiones de menor gravedad. De forma paralela, se ha ido adquiriendo en todas las residencias que gestiona el IFBS productos de apoyo que son alternativa a las sujeciones, como las alfombras antideslizantes para las sillas, camas a diferentes alturas, sillas basculantes, detectores de movimiento en habitaciones y puertas, o sensores en las sillas de ruedas.
Durante la puesta en marcha de este proceso de ‘desatar’, la residencia Samaniego ha acondicionado espacios con el fin de garantizar la seguridad física pasiva a las personas usuarias y minimizar los riesgos físicos, ha trabajado en el fortalecimiento de las capacidades físicas y funcionales de las personas usuarias mediante rehabilitación y paseos diarios, y ha dado información al equipo sobre las personas tratadas con anticoagulantes, con alto riesgo de caídas y que precisan de una mayor vigilancia, entre otras medidas. La implantación de este modelo ha contado con la participación de las personas trabajadoras y las propias personas usuarias. Asimismo, las familias han sido informadas en todo el proceso.
ACTO DE ENTREGA
La residencia Samaniego recibió en el propio centro, la acreditación de mano de Ceoma, representada por José Luis Elosua, presidente de Nagusilan, en un acto que contó con el diputado general de Álava, Ramiro González.
De manera previa a la entrega de la acreditación, el proyecto desarrollado en Samaniego se presentó en una jornada técnica, con la intervención de Antonio Burgueño, médico en el hospital Gregorio Marañón, director técnico del programa ‘Desatar’ de Ceoma y Premio Príncipe de Viana de Atención a la Dependencia, y de Carmen Heras, que abordó el papel de la enfermera en el cuidado sin sujeciones.
En los centros libres de sujeciones no se utiliza ningún tipo de sujeción física que limite la libertad de movimientos de una persona, su actividad física, o el normal acceso a cualquier parte de su cuerpo, con cualquier método físico externo del que no puede liberarse con facilidad.
La residencia Samaniego en un centro gestionado por el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS), dependiente del Departamento de Servicios Sociales de la Diputación Foral de Araba/Álava, y dirigido a personas mayores dependientes con diferentes niveles de discapacidad física y/o psíquica, algunas de las cuales presentan deterioro cognitivo, enfermedad mental y demencias. Consta de 48 plazas de residencia y cuatro de atención diurna, y un total de 40 profesionales forman parte del equipo que las atiende.
Ceoma, la entidad que acredita que la residencia Samaniego no emplea ninguna sujeción, y su programa ‘Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer’ son pioneros en el Estado español en la formación de los y las profesionales y en la acreditación de centros que han conseguido erradicar las sujeciones físicas. Esta entidad ha sido la encargada de realizar la formación, el seguimiento y la supervisión de todo el proyecto de ‘tolerancia cero a las sujeciones’ que comenzó a ponerse en marcha el año pasado en las residencias de Samaniego y Oyón-Oion.
Durante los últimos 14 años y de forma progresiva, las y los profesionales de residencias de personas mayores del IFBS se han formado, de la mano de Ceoma, en la progresiva supresión de sujeciones, desde el convencimiento de que el no uso de sujeciones implica un menor riesgo de caídas y de que estas, si se producen, tienen como consecuencia lesiones de menor gravedad. De forma paralela, se ha ido adquiriendo en todas las residencias que gestiona el IFBS productos de apoyo que son alternativa a las sujeciones, como las alfombras antideslizantes para las sillas, camas a diferentes alturas, sillas basculantes, detectores de movimiento en habitaciones y puertas, o sensores en las sillas de ruedas.
Durante la puesta en marcha de este proceso de ‘desatar’, la residencia Samaniego ha acondicionado espacios con el fin de garantizar la seguridad física pasiva a las personas usuarias y minimizar los riesgos físicos, ha trabajado en el fortalecimiento de las capacidades físicas y funcionales de las personas usuarias mediante rehabilitación y paseos diarios, y ha dado información al equipo sobre las personas tratadas con anticoagulantes, con alto riesgo de caídas y que precisan de una mayor vigilancia, entre otras medidas. La implantación de este modelo ha contado con la participación de las personas trabajadoras y las propias personas usuarias. Asimismo, las familias han sido informadas en todo el proceso.
ACTO DE ENTREGA
La residencia Samaniego recibió en el propio centro, la acreditación de mano de Ceoma, representada por José Luis Elosua, presidente de Nagusilan, en un acto que contó con el diputado general de Álava, Ramiro González.
De manera previa a la entrega de la acreditación, el proyecto desarrollado en Samaniego se presentó en una jornada técnica, con la intervención de Antonio Burgueño, médico en el hospital Gregorio Marañón, director técnico del programa ‘Desatar’ de Ceoma y Premio Príncipe de Viana de Atención a la Dependencia, y de Carmen Heras, que abordó el papel de la enfermera en el cuidado sin sujeciones.