Ayer se inauguró oficialmente las viviendas comunitarias de Los Molinos, antigua residencia municipal reformada recientemente para adecuarla al nuevo marco normativo y competencial de los servicios sociales. El alcalde, Gorka Urtaran, el concejal de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia, Jon Armentia, trabajadoras y representantes municipales asistieron a la puesta de largo de este recurso.

"La transformación de Los Molinos de residencia a viviendas comunitarias ha traído consigo la ampliación y optimización de espacios, de tal manera que ahora son accesibles para dar respuesta a las necesidades de las personas con movilidad reducida", explican desde el ayuntamiento. El edificio, ubicado en el barrio de Adurza, dispone en la planta baja de una zona de estar-comedor, cocina y dependencias de uso profesional. En las tres restantes cuenta con nueve habitaciones en cada una de ellas –algunas dobles- además de botiquín, office, sala multiusos y otros despachos.

En total, son 30 las personas que residen en Los Molinos, recurso en el que el departamento de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia ha aplicado un nuevo modelo de atención centrado en las personas, de tal manera que ahora disponen de una mayor autonomía y capacidad de decisión.