‘La colaboración de las personas mayores es valiosísima para el diseño. Nos hacen fijarnos en aspectos que a una persona joven le cuesta’

Respuesta-La idea es aplicar el diseño inclusivo al sector del trabajo intelectual y creativo.
El diseño inclusivo trata, sencillamente, de hacer que los productos y servicios estén diseñados para las personas reales. En el sentido amplio de la palabra, para la mayoría de los usuarios, en los que se incluyen también a las personas mayores. Hasta el momento, un gran número de productos y servicios desarrollados se ha diseñado pensando en un modelo ideal de usuario. Este modelo idealizado se ha centrado durante mucho tiempo en la población más joven, 25-45 años, ya que la pirámide poblacional indicaba que este sector era la mayoría. También se asumía que, a veces, este usuario idealizado no comete fallos y es capaz de todo el 100% de su vida. Y el resto de personas, como son los mayores, se ven excluidas del disfrute de estos productos o servicios, teniendo que “pelearse” con productos y servicios mal diseñados (porque son inaccesibles, difíciles de entender, alejados de sus gustos, etcétera) o, en el otro extremo, se ven conducidos a usar unos productos y servicios diseñados “para ellos”, lo que les lleva a sentirse extraños. En numerosas ocasiones, se pide a estos productos “especializados” únicamente que cumpla las funciones básicas, como si el contexto o la estética y otros valores socioculturales no influyeran a la hora de elegir, usar o preferir un producto a otro.
P.-¿Desde cuándo está trabajando en este estudio? ¿De dónde partió la idea de centrarse en las personas mayores?
R.-El trabajo realizado ha sido fruto del trabajo de tres años en el proyecto de tesis. Y ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación Empresa Universidad de Navarra y el programa Talento innovador de Fomento San Sebastián, que fomenta la contratación de personas jóvenes. Este estudio se enmarca en la iniciativa de Fomento San Sebastián en la línea de Soluciones de apoyo a la calidad de vida, centrado en las personas mayores. Aunque el interés por la rama del diseño comprometido con la sociedad es algo que en la escuela se fomenta desde los primeros cursos.
P.-¿Qué pueden aportar las personas mayores al sector del diseño industrial?
R.-La colaboración de las personas mayores es valiosísima para el diseño. Como usuarios extremos nos incitan a resolver momentos y circunstancias, que solo se dan con ellos, pero que son beneficiosas para el resto de los usuarios. Además, los mayores nos muestran y comunican sus opiniones, sus experiencias con estos productos y servicios, nos hacen caer en la cuenta de aspectos que para una persona más joven le cuesta realmente hacerse a la idea. Si bien existen herramientas de simulación, estadísticas y estudios varios, nada sustituye a la información de primera mano. Por este motivo, sería muy interesante y les invitamos a que compartan su experiencia con nosotros mediante el uso de la herramienta cuando se publique.